No reeditó Alcurrucén su buena actuación de junio de 2009 en esta plaza. Desigual presentación, sobresaliendo por abajo el anovillado y vareado 4º, luciendo además cuello de vaca vieja. Y desigual comportamiento y facultades. Muy flojos y descastados los tres primeros, el 1º hasta el punto de que tuvo el honor de obligar al usía a sacar el verde ínstantes después del blanco. El sobrero de El Torreón, tras romanear y derribar en el primer encuentro, acabó débil e insípido. Los tres restantes de los Lozanos, mansos pero con genio, que no con casta. Al 5º, que en varas no llegó a empujar en el peto porque se limitó a tratar de quitarse el palo y de cornear al estribo, el personal lo aplaudió al arrastre en una de esas extravagancias habituales que aquí se prodigan. Suspenso a todos y cada de los toros.
Poco podía hacerse con este material. En los tres primeros, el personal afeó a la terna que no supiera "cuidarlos". En los tres últimos, los actuantes no supieron aprovechar lo poquito que ofrecían.
Me da fatiga seguir escribiendo de Uceda Leal, que lleva camino de ser uno de esos toreros de obligada e injustificada presencia en los carteles de San Isidro. Esta tarde no sólo ha estado destoreando al 4º, fuera de sitio, con el brazo agarrotado y dando tirones hacia fuera, sino que además ha recetado una aplaudida estocada caída. Suspenso.
El Cid, un torero honesto que no sabe tapar sus defectos, se encontró con una parte de la plaza que jaleó en exceso unas anodinas verónicas de saludo al 2º, bien rematadas con la media en los medios, y con otra parte que le presionó cruelmente en el 5º cuando quedó en evidencia que sigue "desaparecido" ese artista que puso esta plaza boca abajo, y al que ni la prensa ni muchos espectadores han sido capaces de tragar. Además, ese juez de línea de tenis frustrado que tenemos en Las Ventas nos flageló, una vez más, con sus impertinentes gritos de "quenoooos". Suspenso (a El Cid; bueno, y al juez de línea también).
Miguel Tendero, no sólo no progresa, sino que va agudizando sus vicios de toreo despegado y descargado. Y como sigue sin entrar a matar, sino a topar, hora es de abandonar cualquier esperanza en su futuro como lidiador. Con la agravante de que necesitó de la ayuda de Rafael García para solventar el saludo al 6º que se frenaba y no pasaba. Suspenso.
Por lo demás, mal Agustín Collado que acabó siendo derribado por el 6º al no acertar a clavar la puya, a pesar de haber tenido tiempo y facilidades. También mal El Alcaraleño (¿le ha contagiado su jefe?)en banderillas, poniéndolas al rejoneo al 4º. A Antoñares lo arrolló el 4º, fracturándole el brazo izquierdo.
De la quema generalizada se salvó El Boni, suficiente con los palos, en particular en el tercer par al 2º que, habiendo quedado muy cerrado, ahorro capotazos citándolo, dejándole llegar y aguantando para dejar el par. Y magistral en la brega, fijando al toro sin capotearlo, y llevándolo templado y con el menor número de lances posibles, hasta el punto que El Cid, un tanto celoso, hubo de ordenarle que se lo dejara a él, tras salir el 5º del peto.
Del frío ya no les digo más, a ver si se aburre y se va.
Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela
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