El genial Luis García Berlanga incluyó en su película Calabuch una escena en la playa de Peñíscola donde aparecía el recordado José Luis Ozores interpretando a un modestísimo torero que se contrataba llevando en su camioneta también a la res a la que toreaba y que, una vez finalizado el espectáculo, volvía a subir al vehículo para la próxima actuación.
La contratación por lotes de torero y los toros que va a lidiar ya no es una licencia del cine, sino que de un tiempo a esta parte se ha impuesto en la Corrida de la Prensa de Madrid, con el beneplácito de la autoridad (léase vista gorda). Cada torero viene con sus dos toritos (un kit, que se dice ahora). El resultado es una ensalada de toros elegidos por cada torero, que ha resultado de lo más insípido.
El kit A lo componían El Juli y dos toros de La Quinta y Victoriano del Río, que se corrieron en primero y cuarto lugar. El primero fue un santacoloma aborregado y flojo, con el que simuló la suerte de varas y que sirvió al de Velilla para entrenarse a plaza llena y dar el mitin con los aceros: dos pinchazos, una media y cinco golpes de verduguillo. El quinto, que estuvo querencioso en el peto, fue un toro sin poder y que acabó aplomado; en justa correspondencia, El Juli acabó pesadísimo y de nuevo estuvo reñido con el estoque: dos pinchazos, una estocada honda y dos descabellos.
El kit B lo formaban Miguel Ángel Perera y dos toros de Núñez del Cuvillo y del Ventorrillo. El inválido segundo no se picó tampoco; los capotes tan altos que parecían sábanas para tender y la muleta a media altura para que el clamocheante cuvillo no aterrizase; lo despenó con una honda. El quinto empujaba con fijeza al caballo, mas sin poder; el de Puebla de Prior a lo suyo con la muleta: estatuarios, toreo de carrusel y arrimón; tras un volatín perfecto, de lo humillado que iba el toro, lo pasaportó de un pinchazo, estocada tendida y pasada y golpe con la cruceta.
El kit C se anunciaba con Cayetano y toros de Jandilla y Carmen Segovia, ambos rechazados por falta de trapío y sustituidos por otros de Domingo Hernández y Toros de Cortés. El tercero fue un toro sin codicia, al que apenas se picó, al que Cayetano colocó en suerte en las rayas, y que con la muleta empezó en el tendido 7, con pases de guardabarrera, y acabó en el 1 con teletoreo, destemplado y ayudándose en los naturales; le atizó un horrible media sin soltar, tras la que pinchó y acabó con una estocada tan atravesada que hizo guardia. El sexto, feo por cornivuelto y contrahecho, muy flojo, cuidado en varas y claudicante en la muleta; la tarde acabó entre olés de rechifla que no convencieron al madrileño para acabar con el paripé. Terminó con pinchazo y estocada.
Lástima que los kits no los vendiera el Corte Inglés, porque así nos habrían devuelto nuestro dinero, dado que satisfecho no quedó nadie.
Por destacar algo en esta tarde soporífera, buenos con los palos Joselito Gutiérrez en el segundo y el Niño de Leganés en el cuarto.
Al final, tras la minirecepción oficial, Paquita se encontró cara a cara con Cayetano y sacó la conclusión de que "tampoco es para tanto". ¡Pués si tampoco sirve para modelo...!
Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela
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