domingo, 28 de noviembre de 2010

Herederos de don Celestino Cuadri Vides: historia de una ganadería de bravo



Ayer sábado, don Fernando Cuadri compensó con creces el decepcionante juego que sus novillos dieron en la pasada feria de Cadalso de los Vidrios. A la salida del coloquio, la opinion era unánime: hemos asistido, como públicamente le dijo Miguel Moreno, a una lección magistral impartida por un humanista y ganadero enamorado de su profesión. Así, 17 años después, Miguel volvía a felicitar a don Fernando Cuadri, desde aquella pletórica tarde en las Ventas del 30/05/1993, con aquellas palabras que recogió Joaquín Vidal en su crónica de El País, titulada Así se viene a Madrid:

"¡Enhorabuena, ganadero!", gritó alguien desde los tendidos de sol [en realidad, desde la delantera de la andanada del 4, donde Miguel tiene su abono], ya avanzada la corrida. Y el resto de la plaza se unió a la felicitación. El ganadero merecía todos los parabienes por el esmero con que seleccionó sus reses, por la casta que exhibieron a lo largo de la lidia, e incluso por la bravura, que tuvo su mejor exponente en el quinto toro ["Clavellino"].

El coloquio se prolongó durante dos horas intensas, en las que el silencio absoluto de la concurrencia era una prueba evidente del interés con que se siguió el cautivador discurso de don Fernando.

Tan buen recuerdo me ha dejado la disertación, que me propongo dedicar una extensa entrada a la ganadería de Cuadri. En ésta me limitaré a reproducir los apuntes tomados a vuela pluma:

Los pilares de una ganadería son 4:

1º. La selección. En la selección se busca el carácter, el temperamento. Y el día de la tienta pueden influir factores que alteran ese carácter: la meteorología (dirección del viento, temperatura, lluvia, luna, etc.) o el estado de celo de la becerra. Es muy significativo lo que ocurrió con dos corridas de Jandilla que se lidiaron el mismo día (14/08/2006), una en Mont de Marsan que fue un fiasco total, con seis toros que se pararon, y otra en el Puerto de Santa María, de gran éxito. Los toros suelen comportarse mejor con llovizna.

La casta no es estable; tiende a desaparecer (si se dejase una ganadería sola, al cabo de unos años los animales estarían a la defensiva). ¿Por qué? No lo sabe; pero puede ser por instinto de defensa. Así, cuando la vaca va a parir se come la placenta (tanto por las proteínas, como para eliminar el olor a sangre, que atraería a depredadores) y lame al choto (para limpiarlo y también para eliminar ese olor a sangre). Es decir, para eliminar el riesgo.

Cuando en una especie animal surge una rareza, tiende a desaparecer. Por ejemplo, cuando los canarios se trajeron a la Península en cautividad cambiaron el color verde, con el que se mimetizaban en Canarias, por el amarillo. Si los canarios volvían a su estado anterior, desaparecía la mutación y ese color amarillo desaparecía y de nuevo tornaba el verde. En cambio, si se apareaba al padre verde con la hija amarilla, la rareza se fijaba. O sea, era la consanguinidad la que permitía mantener la rareza. Aunque esa consanguinidad mantenida deriva en problemas de degeneración.

El problema del toro de lidia es que, a diferencia de otras especies, no hay un modelo a seguir para la selección. Hay que seguir un criterio, pero, una vez elegido hay que mantenerlo firmemente, sin dudas.

En los años 80 abandonó la tienta de machos. Esto es posible cuando ya se tienen 30 o 40 años de ganadería y están perfectamente definidas las familias, porque un macho, puede no comportarse bien en una tienta, pero ser portador y transmisor excelente de los caracteres de la reata. La decisión se tomó en los 80, a raíz de una tienta en la que:
- se desechó por manso de libro a “Marinero”, que dio un juego excelente en Las Ventas;
- se desechó también a “Revisor”, que había sido echado antes a las vacas y que dio dos productos importantes: “Cazadora”, quizás la vaca más brava de la ganadería, y “Forastero”, toro triunfador de la feria de Fallas, lidiado por Luis Francisco Esplá;
- se eligió para semental a “Tacholero”, que fue toreado en la tienta por Alín. En 1984, donde 5 toros eran hijos de este semental, se produjo uno de los mayores desastres en la corrida de la Beneficencia de Madrid.

Cuenta con 28 reatas, y aplica un método para refrescar entre ellas.

2º. La alimentación. Cuanto más gordo esté el toro, menos cuernos desarrolla (porque a más grasa, menos queratina, menos pelo; y por la ley natural: cuanta más fuerza es necesaria menos defensa; por eso las vacas desarrollan más las defensas). Por ello, hay que buscar el equilibrio.

3º. La sanidad. De dos tipos: la obligatoria y la voluntaria o antiparasitaria, tanto en el pienso, como inyectable en los machos (que lo hacen desde las encinas).

4º. El manejo. También de dos tipos: el normal de herrado, sanitario, tienta, etc.; y el específico para preparar al toro para la corrida, consistente en moverlos diariamente con 5 minutos caminando, 10 al trote y otros 5 caminando. Esto se hace por varios motivos:

- Cansar a los toros y evitar las peleas que se producen por el orden jerárquico, más frecuentes en los cambios de tiempo.
- Aumentar la resistencia, que no la fuerza.
- Conseguir el hermanamiento de los toros.
- Acostumbrarlos a la voz del mayoral.

Esta preparación es necesaria porque se produce un cambio muy brusco del campo a la plaza: transporte y estancia en toriles, que llega a ser de 30 horas en Sevilla en un cubículo de 2 por 2 metros.

Sobre el debate actual planteado por los antitaurinos, es muy importante refutar la acusación de sufrimiento del animal. El dolor del toro en la lidia queda mitigado porque ha de atender a la lucha, a su defensa. Como ejemplo, lo que le sucedió recientemente a él mismo: tenía una gran dolor de tobillo, que le impedía andar, y vio como el coche donde viajaban su hijo y su mujer se salió de la carretera y cayó por un pequeño terraplén; paró y salió ¡corriendo! a ver qué había ocurrido y llegó al lugar donde estaba el coche, sin acordarse del dolor. Hay que tener también en cuenta que el toro vive 4 años de una vida regalada y sólo sufre, en todo caso, 20 minutos de su vida; mientras otros animales sufren durante toda su vida, como esas vacas famélicas que se mantienen para cobrar la subvención, pasando hambre. Otra ventaja es el mantenimiento de una flora y de una fauna específica del ecosistema, que en otro caso no existiría. En cualquier caso, cree que hay un profundo desconocimiento por parte de los prohibicionistas.

Los cuadris suelen dar más juego en corridas que en novilladas. Ha echado dos novilladas en los dos últimos años porque así puede evaluar antes el rendimiento de los sementales. De hecho, el mal juego de la novillada de Cadalso este 2010 ha provocado que 17 toros vayan a destinarse a toros para las calles en la provincia de Castellón.

Es indispensable que el toro tenga tanto casta como nobleza. La nobleza del toro encastado sale si el torero consigue dominar la casta. Desde la casta hay que bajar dos escalones para llegar a la mansedumbre; desde la nobleza, solo uno. Si el toro es simplemente noble, es simplemente tonto.

Los que son burros antes de la corrida suelen después ser bravos. Esto lo achaca a que el toro burro está entero, por no haberse empleado antes. Ejemplo de esto son: Aragonés (2008), Ribete (2010) y el ganador del premio de Zaragoza 2010.

El cruce que hizo su padre puede achacarse tanto al desconocimiento como a la curiosidad.

Don Celestino, en 1973 y aún joven, había cedido a los hijos la ganadería, y se había retirado completamente de la gestión, pero siempre informado y vigilante. De esta forma podía comprobar que los hijos podían llevar la ganadería con la posibilidad, en caso contrario, de volver a tomar las riendas. Así permaneció hasta la corrida de la Beneficencia de 1984, de la que he hablado antes; cuando su hijo llegó de Madrid, le estaba esperando con una lista de 61 vacas y un semental para mandar al matadero. “Llama a Moisés [un extremeño, tratante de ganados], no hace falta que te las pague, y que se las lleve al matadero”. Don Fernando -comentó irónicamente- miró a ver si también su nombre aparecía en la lista.

Más o menos el 90% de sus toros embisten mejor por el pitón izquierdo. La razón puede ser porque el herrado se hace en el costado derecho y, después, busca defenderse por ese lado.

El encastado bueno manifiesta su casta embistiendo; el malo, no. A sus toros encastados hay que dominarlos, para sacar su nobleza, y eso no siempre se consigue.

Los ganaderos del encaste Domecq son muy buenos porque caminan sobre ese filo de la navaja que separa la nobleza de la mansedumbre, y saben cuándo y cómo añadir el picante imprescindible para evitarlo.

El noble encastado embiste para coger; el noble descastado embiste para que le dejen en paz.

Sus toros favoritos han sido Clavellino (Madrid 1993), Aragonés (Madrid 2008) y el primero lidiado en Zaragoza este año.
Entre los asistentes se encontraba el excelente banderillero David Adalid, que manifestó:

Los cuadris imponen, tienen una seriedad grande y te están diciendo todo el rato: no te equivoques. Si les haces las cosas por alto te tienen de cabeza toda la tarde.


Al final del acto, la concejala de Festejos, Yolanda Martín, entregó un obsequio a don Fernando Cuadri, como agradecimiento y recuerdo de su participación en los Sábados Taurinos de Cadalso, en presencia de Alfredo Escudero, Julián Agulla y Roberto Cordero.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Sábados taurinos de Cadalso: Ganadería de Cuadri


Mañana sábado, día 27, la V edición de los Sábados Taurinos en Cadalso de los Vidrios, dedica su atención a la historía de la ganadería de Celestino Cuadri, para lo cual está anunciada la presencia de don Fernando Cuadri. Allí estaremos.

martes, 23 de noviembre de 2010

Riguroso análisis numérico de las corridas de toros de los últimos 110 años

Uno de los blogs -si no el que más- que trata de analizar el fenómeno taurino aplicando criterios numéricos y estadísticos es El Escalafón del Aficionado, de Juan Medina.

Recientemente ha publicado un artículo riguroso sobre la evolución del número de corridas de toros en España desde 1901 a 2010, comparándolo con las variables más relevantes, como son la población y la renta per cápita.

Me sorprendió porque, en mi ignorancia, suponía que en las dos primeras décadas del siglo XX, sin televisión y con el fútbol aún en pañales, superarían de largo a la primera del siglo XX, donde los toros han desaparecido de TVE y el fútbol campa a sus anchas en estadios, medios de comunicación y conversaciones. Pero no, es en 1997 cuando se alcanza el pico máximo en relación con la población (23,84 corridas por millón de habitantes), y en 2007 el récord de corridas, en términos absolutos (1.010)

Juan Medina demuestra la íntima correlación que ha existido entre número de corridas y renta per cápita. No osbtante, es de apreciar, que desde 2007 la caída del número de corridas es muchísimo más pronunciada que la del indicador económico.

Pero mejor que mis explicaciones, recomiendo vivamente la atenta lectura del citado estudio, pinchando sobre el gráfico:

jueves, 18 de noviembre de 2010

Sábados taurinos de Cadalso: el rejoneo, otra forma de entender el toreo.

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El sábado 20, dentro del V ciclo de Sábados Taurinos de Cadalso de los Vidrios, intervendrán los rejoneadores Mariano Rojo, Rubén Sánchez y Curro Bedoya. Será a las 7 de la tarde en el Hogar del Pensionista.



La foto de Mariano Rojo está tomada del blog de Rafa Carlevaris

viernes, 12 de noviembre de 2010

Sábados taurinos de Cadalso: la prensa y el toreo

Dentro de la programación del V ciclo de Sábados Taurinos de Cadalso de los Vidrios, que organizan las concejalías de Cultura y de Festejos del Ayuntamiento, con la colaboración de la Asociación Taurina Cultural de Cadalso, mañana sábado le toca el turno a "la prensa y el toreo".



Para desarrollar el tema se anuncia a Julián Agulla, presentador de programas taurinos en el Canal 33 de televisión y colaborador en el programa radiófonico de "Es toros", amén de autor de dos libros: "Toros que han hecho historia", uno del período 1991-2002 y otro del 2003-2008. También intervendrá el fotógrafo taurino José María Vives.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

José Luis Bote: un maestro forjado en la batalla

El pasado sábado, día 6, y bajo el título "Un maestro forjado en la batalla", José Luis Bote tuvo la gentileza de compartir con los aficionados reunidos en Cadalso su vida como torero, desde sus inicios en el Escuela Taurina de Madrid, apoyado por la familia de El Yiyo, con compañeros como El Fundi, Joselito, Carretero, Luis Miguel Calvo, Sevillita, Sandín, etc. que quedaron retratados para siempre en aquella película de Teo Escamilla titulada "Tu solo".


Su relato de aquellas cogidas que marcaron su carrera a sangre y fuego fue desgarrador y con la emoción difícilmente contenida. Recordó aquel bautismo de sangre como novillero en San Martín de Valdeiglesias, con la femoral partida y un largo proceso de recuperación. Después, su segunda cogida por un Isaías y Tulio Vázquez en Benidorm, que a punto estuvo de costarle la vida; esta vez en el pecho y contra el peto del caballo. Y la tercera, la del 17 de mayo de 1992 en la Feria de San Isidro, cuando un toro de Alonso Moreno de la Cova le acertó en las vértebras y a poco le parte la médula espinal. Mientras seguía atentamente sus palabras, pensaba lo bien que les hubiera venido escucharlas a aquellos que tan gratuita e injustamente acusan a los matadores de "torturadores": ¡vaya clase de tortura cuando el que la aplica sufre tamañas lesiones y desgracias!

Recordó con agradecimiento a todos aquellos que consiguieron recuperarle, en especial al doctor Val Carreres, a un neurocirujano, cuyo nombre no recuerdo, y a Paloma, su fisioterapeuta, que sudaba aún más que él en las sesiones de rehabilitación.

La casta torera se demuestra no solo en la plaza, sino en la vida. Contó que los médicos le habían desahuciado como matador de toros tras la cogida de Madrid y que le habían preparado los papeles para conseguir una pensión de invalidez de 250.000 pesetas (de aquella época) y un festival a final de temporada en Las Ventas, que rechazó, quizas de forma abrupta, cuando se rebeló contra la idea de dejar de ser torero. 

Con todo, quedaron secuelas de la cogida de Madrid, con problemas de movilidad, que le hicieron reflexionar sobre la forma de torear, especialmente sobre la necesidad de dar distancias al toro para evitar que se le quedara debajo, porque la lesión le impedía perder los pasos necesarios en ese trance.

La suerte le da la cara en una corrida en Boadilla del Monte en 1994, donde Miguel Núñez le hace ver que asiste el empresario mejicano, doctor Herrerías, quien en respuesta al brindis de su segundo toro, le promete confirmar en Méjico si cortaba las dos orejas. Se cumplieron tanto la condición como la promesa y el  1/1/95 debuta en la Monumental mejicana, pero sin conseguir ningún relieve. Bote se quedó en Méjico porque al fin y al cabo tampoco tenía nada en España. Unos meses después le sale corrida en Aguascalientes con Eloy Cavazos (al que tenían apartado sus dos toros), y corta cuatro orejas y dos rabos (resultado nunca conseguido ni antes ni después en esa plaza). Ese resonante triunfo le abre las puertas de las ferias mejicanas y españolas.

Recalcó que volvió a torear en San Martín y Benidorm. También en Madrid, aunque la empresa anduvo cicatera (el adjetivo es mío), al hacerle reaparacer con Murteira Grave, una de las ganaderías más duras de la época. Y aún más insensible fue la empresa (de los hermanos Lozanos) cuando le ponen en otra corrida dos sobreros de Alonso Moreno; ni su mozo de espadas se lo quería decir.

Curtido en el mal llamado Valle del Terror, recuerda que, en Sotillo de la Adrada, un peón puso un par desde el burladero, y la gente se tiró a pegarlos, y hubo refriega en el mismo ruedo entre espectadores y profesionales, mientras él andaba lidiando al novillo; al final, su apoderado tuvo que salir disfrazado de médico para evitar a los que fuera de la plaza les aguardaban. En Cadalso toreó en 1986 una novillada de Sotillo Gutiérrez muy desarrollada por delante.

No tuvo en ningún momento empacho en reconocer las tardes en que él no estuvo afortunado y en las dudas mentales que tenía en 1992, cuando la cogida de Madrid.

Al final, la concejala de festejos, Yolanda Martín, le hizo entrega de un detalle conmemorativo de su paso por los Sábados Taurinos.

He querido recoger de la manera más fidedigna posible mis recuerdos de la charla del sábado pasado, que fue presentada y moderada por Roberto Cordero, en un relato que espero no tenga muchos errores u omisiones, probables ambos porque no tomé nota alguna.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Yonnet en Cenicientos

Gracias a la colaboración de Rafa Carlevaris, he actualizado con sus fotografías la entrada de la corrida de Yonnet en Cenicientos el pasado 15 de agosto, que puede leerse pinchando en este enlace: Toros para taxidermista. Cenicientos 15/08/2010

viernes, 5 de noviembre de 2010

Sábados taurinos de Cadalso: José Luis Bote

Mañana, día 6, comienzan los Sábados Taurinos en Cadalso de los Vidrios, en su V edición, ciclo organizado por las Concejalías de Cultura y Festejos del Ayuntamiento, con la colaboración de la Asociación Taurina Cultural de Cadalso.



La primera sesión está protagonizada por José Luis Bote, uno de los primeros y más destacados toreros salidos de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, época en la que alterno con El Fundi y Joselito. La mala suerte se cruzó en su camino en la feria de San Isidro de 1992, cuando un toro de Alonso Moreno de la Cova casi le parte la médula espinal. Así lo reflejó Joaquín Vidal en El País:

El tercer toro era un pregonao, estuvo a punto de coger a varios toreros en el transcurso de una lidia desgarrada y enloquecida, y a quien atrapó fue a José Luis Bote. Estaba la brega en terrenos de sol pues el toro salía huido de los puyazos y allí se iba a intentar, una vez más, la suerte de varas. Bote capoteó al toro y este se le coló, volteándole. El torero pudo levantarse y salir corriendo en demanda de la barrera, pero el toro fue más rápido y le entrampilló junto a las tablas, pegándole la cornada en la espalda. Cuando se lo llevaban apresuradamente las cuadrillas, José Luis Bote iba en un grito, y quedó en la plaza la sensación de que estaba muy seriamente herido.

Un torero con mala suerte es este José Luis Bote. Un torero magnífico con muy mala suerte, procede precisar. Hace un par de años sufrió una cornada gravísima en Benidorm, cuyas secuelas le tuvieron inactivo muchos meses. Y ahora ésta cogida fuerte, que puede obligarle a una larga convalecencia. Ojalá no.

Apena el accidentado destino del hombre, naturalmente, mas también son de lamentar las frustraciones que sufre el torero, estilista en el arte de lidiar reses bravas y conocedor profundo de las suertes. De qué le vale tanta técnica y tanto estilo, sin embargo, esa es otra cuestión, al margen de las cornadas. De qué le vale, cuando le es prácticamente imposible desarrollar todo ese bagaje artístico, pues ha de pechar con lo que no quiere nadie. La corrida de ayer era de una bronquedad inusual en estos tiempos y si la toreaban tres espadas relativamente modestos no fue por casualidad. El resobado argumento de que siempre ocurrió igual en la fiesta es falso. Cierto que las figuras de las épocas históricas solían exigir ganado de casta brava y el de casta no tan buena se dejaba a los segundones. Pero esa era la única diferencia -no pequeña, de acuerdo, porque el toro íntegro salía para todos. Ahora, en cambio, a unos le echan el toro y a otros la mona. Y, encima, a los de la mona hay que llamarlos profesionales, poderosos y creadores del arte inmarcesible.

La confusión entre toro y mona es de tal naturaleza, que cuando sale alguno de aquellos, muchos se echan las manos a la cabeza. Cada vez acude más gente a las plazas con la pretensión de pasar una tarde apacible, como si fuera a presenciar un espectáculo de ballet. Y la fiesta no es eso. La fiesta es arte y es emoción. La fiesta es gloria y es tragedia. Y puede salir un toro bronco, como el de la cogida, y entonces los toreros han intentar dominarlo, pues todos los toros, ese y otros aún peores, tienen su lidia. El propio Dámaso González le planteó faena, y demostró que el toro pregonao no se comía a nadie; que cuando hay en plaza un torero con temple y recursos de maestro, puede hasta embarcarlo en la muleta, y aquí no ha pasado nada. El resto de la corrida tuvo parecidas dificultades y peligros, y tanto Dámaso González como Emilio Oliva -que sufrió en el segundo un enganchón- los resolvieron con oficio.

Y como opinión de José Luis Bote torero, ninguna mejor que la de Miguel Moreno, que transcribo:
Torero de los pies a la cabeza. Torero de una vez. Torero de sentimiento. Torero de lágrimas y emociones. Torero de los que demuestran que "el toreo es grandeza". Torero de seguirle con los ojos de mirar. Torero de esperarle con esperanza. Torero de cogidas trágicas, desoladoras, de las de volver a empezar desde el "casi-olvido"; recibidas entre otras plazas en: S. Martín de Valdeiglesias (novillero), Benidorm, Madrid... Torero de abrirme el corazón en canal al verle aparecer en el patio del desolladero de Las Ventas en silla de ruedas, convaleciente de su cornada en Madrid. Torero de hacer aficionados, pero también de aprender a hacerse hombres. Torero de silencios y necesidades, nunca de jaleos ni de abundancias. Torero onírico, de sueños para los demás. Torero de abrazos sinceros. Torero de esperarle en las plazas a la entrada (para darle ánimos con la mirada) y a la salida (para darle las gracias por las emociones). Torero que me hace sentarme frente al sol primaveral con los ojos cerrados. Torero que me ha hecho llorar. Torero bueno. Torero grande. Torero humano. Torero de corazón. Torero de agradecimientos: Gracias Torero.



La foto es de David Cordero, tomada de Torear.blogspot

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...