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domingo, 1 de abril de 2018

La corrida de 'Toros de El Torero' contada en imágenes. Las Ventas, 1 de abril de 2018

Curioso cartel

Un cuarto de entrada en tarde agradable

La caballería y la infantería

Un fallo lo tiene cualquiera

Quite de David Mora al primero

Así se arrancó 'Volován' en la segunda entrada al jaco de José Mª Herrero...

... pero carecía de fuerzas

 Primero de los dos buenos y contundentes pares de Ángel Otero

Brindis a Ramontxu

De esta fea guisa citaba David Mora

El madrileño salió prendido de la estocada

El feo gesto de retrasar el golpe de descabello dejó ver una muerte de casta

Si quieren ver un buen reportaje gráfico, ahí lo tienen: OlmedaPhoto&Taurus

Saludo de Daniel Luque al segundo

A 'Goloso' le gustaban más los capotes que el peto

Buen quite por verónicas de Álvaro Lorenzo

La mano del sevillano en el extremo del estaquillador y el cite con los vuelos

Estocada baja y envainada, que hace guardia

Una bandera deshilachada

Saludo de Álvaro Lorenzo al tercero

'Miliciano' muy fijo en el peto...

Lástima que le colocasen en las rayas para la segunda entrada

Quite por verónicas de David Mora

Par apurado de Sergio Aguilar

Derechazo para allá del toledano

Bernadina trompicada que calentó al personal

Desarme en estocada desprendida

Álvaro Lorenzo pasea su primera oreja

El cuarto pasando lista a los del Cuento de Arreglos Taurinos

'Vigio' huía de los caballos...

... y de todo quisque. Ángel Otero hizo kilómetros tras él

¡Qué bonito cuando David Mora no se retuerce!

El toro con más romana de la tarde

Los caballos de esta cuadra saben latín

Quite de Álvaro Lorenzo al quinto. En sus toros ahorra los quites, un feo gesto

Falta de reunión

'Legionario' fue el toro de peor clase en la embestida

Don Gonzalo de Villa dispuesto a inaugurar las rebajas de primavera

El sexto se arrancaba sólo al caballo...

... y Francisco Javier Sánchez lo cogía así de bien

Sergio Aguilar enseñó a todos la calidad del toro

Inicios de la faena de Álvaro Lorenzo por estatuarios, pases de guardabarrera o del celeste imperio

Hubo una buena tanda de derechazos...

... y otra de naturales...

... para terminar con pases sin ayuda por ambos pitones ...

... y una estocada desprendida con la muleta volando

Salida por la Puerta Grande

Comentarios en El palco devalúa una notable corrida de 'Toros de El Torero'

El palco devalúa una notable corrida de 'Toros de El Torero'. Las Ventas, 1 de abril de 2018

La temporada de grandes ferias arrancó  en Valencia con un llamativo desconcierto y falta de criterio en el palco, que puede acabar convirtiéndose en epidemia, si el síntoma de hoy en Las Ventas vuelve a repetirse. El guión ha sido el mismo: toreo superficial, toros que lo facilitan y público triunfalista. El caso es que las cosas iban razonablemente bien, porque es cierto que la petición de la oreja en el tercero era mayoritaria, mal que nos pese, pero a última hora se le calentó la sesera a don Gonzalo de Villa y sin más ni más sacó todos sus moqueros, blancos y azul, por la baranda, por una faena de Álvaro Lorenzo, exclusivamente de muleta, que ni siquiera fue redonda, una estocada desprendida, quedando desarmado, y una desmesurada vuelta al ruedo a un toro que casi nadie pidió. Hoy no tocaría hablar de estas cosas, sino de una buena corrida de toros y de una faena aseada, pero el usía es el responsable de que así no sea.

Salida de la estocada que se premió con dos orejas,
 a un toro que se premió con la vuelta al ruedo

Domingo de Resurrección y Don Venteño vestía galas de día grande: traje en tono claro anaranjado, sombrero a juego, corbata y pico de pañuelos verdes. Sentado en la terraza del bar de Remi, parecía un personaje sacado de contexto. Sin levantarse me invitó a tomar asiento.

- A la paz de Dios, amigo Cadahalseño, hágame el regalo de su compañía. Me temía que se hubiera quedado en su pueblo, disfrutando de la tarde.

- Pues ya ve, aquí me tiene al pie del cañón.

Cogí mi tercio de Mahou y un choricito frito de los que Remi había dejado en una cazuelita de barro.

- Yo no tenía cosa mejor que hacer y menos mal que he vencido a la pereza y me he dejado caer por las Ventas del Espíritu Santo, porque si no, cuando hubiese leído la noticia de las tres orejas y la vuelta al ruedo a un toro, pensaría haberme perdido el acontecimiento de los últimos años. ¡Válgame Dios!

- Yo vi la salida a hombros desde arriba y el personal enloquecía con gritos de torero, torero.

Se pasó la mano por la cara y, mirándome fijamente, respondió:

- Mire usted, uno ya está de vuelta de todo y no me sorprende casi nada, ni siquiera esos pantalones rotos que venden a precio de oro. Ese personal que usted dice no tiene medida y se deja llevar por sus emociones. Como la semana pasada a Fortes, hoy le ha dado por jalear todo, y si hubiera estado ciego, sólo oyendo los olés, pensaría que Joselito y Belmonte habían resucitado y encarnado en una única persona que estaba realizando la más antológica faena de la historia. ¿Y qué había allí? yo se lo digo, una faena irregular y efectista con un toro que se toreaba solo.

- ¿En ese personal incluye usted al presidente?

- Por supuesto que lo meto en el mismo saco, pero lo de éste es más grave. El presidente tiene una obligación, que es respetar y hacer respetar el Reglamento, que le obliga para dar dos orejas a atender a las condiciones del toro, en este caso muy colaborador, también a la faena con el capote, que en el sexto ha sido escasa y vulgar, y, fun-da-men-tal-ment-te, la estocada, que ha sido desde fuera, quedando desprendida y con la muleta volando por los aires. Esto, si se quiere, son dos orejas en Talavera o en San Martín de Valdeiglesias, pero no en la primera plaza del mundo. Y del pañuelo azul ya ni le cuento. Ni excepcional bravura ni petición mayoritaria del público. Un solemne despropósito, éso es lo que ha sido.

Dejé que recuperase la voz que poco a poco había ido apagándose, y cambié de tercio.

- Dejemos el tema de los premios y vayamos a la corrida. A mí me ha parecido una buena corrida de toros, bien presentada, en tipo condeso, cumplidora en el caballo, noble y a ratos encastada. El lote para el triunfo se lo ha llevado el más novel, como pasó el domingo pasado con Fortes, los dos mejores toros de nota, tercero y sexto, porque el primero, también bueno, no tenía fuerzas y esto es como en el boxeo, un púgil que no encaje, por mucho que pegue, no es buen boxeador. A propósito, ¿qué le ha parecido David Mora?

- Un torero que luce mucho cuando torea vertical y a pies juntos, como en ese abanto cuarto, que cuando no huía, embestía abriéndose, facilitando así el toreo en redondo. Lo malo es que se empeña en torear de muleta, como en el primero citando casi de culo, muy abierto el compás y haciendo la alcayata en el pase, y eso ya es feo en toreros como El Juli, pues imagínese con la altura que tiene el madrileño de Borox. Lo que es difícil de entender es la petición de oreja, por tres desmayados y una estocada baja aprovechando el viaje.

Pareció perder el hilo desparramando la vista, buscando algo de buen ver, pero continuó.

- De Daniel Luque poco hay que hablar, tan anodino como el lote que le tocó, fácil siempre con el percal, pero muy vulgar con la franela. Imperdonable esa faena con tanto enganchón en el segundo, un toro noble que humillaba, pero sin transmisión. Para colmo le ha metido un alfilerazo. El quinto fue de embestida bruta, peligroso por el izquierdo, con el que tampoco se ha acoplado ni matado bien.

- Sí, muy estancado veo al de Gerena. Pero antes de irnos podemos hablar algo más de Álvaro Lorenzo.

Esto pareció volver a interesarle.

- Pues mire, en el tercero anduvo muy por debajo de 'Miliciano', un toro codicioso que empujó fijo en el peto, al que lamentablemente le colocaron en las rayas para la segunda entrada. Siempre deseando embestir, desde la distancia que lo citase, muy largo por el pitón izquierdo. A un toro así hay que matarlo recibiendo, lástima que el toledano no lo intentase. A personal le gustó y le pidieron inmerecidamente la orejita que cortó.

- Quizás por esas bernadinas comprometidas, porque es joven y porque se le vio muy desenvuelto.

- Puede ser, pero tenga en cuenta que este torero ha hecho más campo en casa de los Lozanos que el 90% del escalafón. En el sexto estuvo mejor, quizás decidido porque Sergio Aguilar mostró con una sedosa brega la gran clase de 'Viscoso'. Muy firme en los pases de guardabarrera, dos buenas tandas, una por cada pitón, y un efectista cierre alternando pases con cada mano. Pero en medio hubo demasiados pasos atrás y ningún pase rematado en la cadera, para la calidad de la embestida y la inercia con la que repetía el de Salvador Domecq,

Dicho lo cual dejó un billete en la mesa y nos retiramos hablando de los pares de Ángel Otero al primero y de las varas en buen sitio de Franciso Javier Sánchez al sexto. Nadie subía toreando por las aceras de la calle de Alcalá, a pesar de las tres orejas.

Cuadro de puntuación de la corrida de toros de "Toros del Torero"


miércoles, 11 de mayo de 2016

Madrid se rinde a la verdad y calidad de Ureña. Las Ventas, 11 de mayo de 2016

Ureña, a pies juntos, con el tercero de la tarde

Estimado Cadahalseño:

Tápese, que este toro es mío.

Ya sabe usted que se dice que una cosa es torear y otra, dar pases. Y yo digo que una cosa es torear de verdad, y otra, lo de siempre. ¡Qué contraste con el postureo y los alivios de los novilleros punteros!

Por supuesto hablo de Paco Ureña, usted habrá entendido. De los otros ya diré algo, pero lo primero, antes.

Al murciano le ha tocado un tercer toro complicado, sin fijeza, y que si hubiera psiquiatra de toros, sería de consulta diaria. Un animal huidizo, reticente a entrar en los caballos, pero cuando llegaba al peto no había peón que lo sacara. Por algo son animales irracionales, digo yo. Y en la muleta fue desigual, incierto y sin fijeza ninguna; o, como ahora se ha extendido la expresion en el orbe taurino, soltaba la cara a diestra y siniestra. Un toro que, sin ser un barrabás, no aireaba su peligro a los no iniciados. Y ahí está la grandeza de Ureña, consintiéndolo y jugandosela para hacerle pasar, ofreciendo sus muslos en cites de frente, sacando algunos pases realmente buenos. Un toreo de verdad y de calidad, oiga usted. Pinchó y dejó una estocada desprendida que tumbó al bicho.

Faltaba el sexto, un toro de abierta encornadura con el que no supo lucirse en el saludo, y al que Vicente González castigó sin medida en el primer encuentro, para simular la segunda vara. "Ojibello", que así se llamaba en los libros de El Torero, no era toro que se entregara en la embestida,  ni que terminara de humillar, pero lo hacía con emoción y repetía. No sé si se fijaría usted que por el derecho no consentía series largas, y se metía al cuarto pase, impidiendo los remates limpios. Por ese pitón hubo momentos de gran calidad, la planta erguida, corriendo el brazo con naturalidad. Hubo algo de precipitación en algunos momentos, como un deslucido cambio de mano, y también algo de amontonamiento. Pero, déjeme que le diga que hubo toreo y no postureo, hubo cite y no despiste, hubo sentimiento y no retorcimiento. Bajó la faena en dos tandas por el pitón izquierdo, que no era el del toro, para subir al final con unos bellos ayudados, antes de pinchar y cobrar una estocada. La plaza siempre remó a favor, algo que siempre ayuda.

Dicho lo cual, es hora de abreviar porque poco más hubo. Manuel Escribano no vino a toriles, lo cual es noticia, y se le vio fácil con sus toros: un primero irregular, al que banderilleó rápido y pasado, citando al hilo del pitón con la muleta, pero ajustándose en los pases. Lo peor fue un feo bajonazo. En el cuarto de la jugó en un tercer par al quiebro pegado a la barrera y no tuvo opciones con la muleta, por la flojedad y falta de casta. Perdón, sí tuvo una opción, abreviar, pero la descartó.

Y de Iván Fandiño, qué quiere que le diga. Que sigue perdiendo crédito. Bien es cierto que el segundo, bravo para el caballo, cambió en palos y acabó arrojando la toalla en el último tercio. Con el quinto, un remiendo carbonero y rabicorto de Torrealta, dio el mitin. Ya fuera porque estaba disgustado con el sorteo, o con el ganadero, o con el mundo, lo cierto es que se limitó a dejar la tela en la cara del bicho para que le derrotara por arriba. Y digo que debía de estar enfadado, porque hasta el potito sabe que un toro que lanza derrotes demanda que el torero se doble con él y lo obligue por abajo. Si lo sabe hasta el potito, el vasco no puede desconocerlo, esto es de cajón. Él sabrá. Ni con los aceros acertó.

Por lo demás, hicieron saludar a Iván García, un gran banderillero, pero que hoy clavó pasado en el primer par, aunque cogiendo en corto. Y en la segunda mitad, jarréo pero bien. Tanto que los matadores hubieron de recurrir a cambios de muletas empapadas por otras secas.

Y no hay más que contar, que es hora de dormir y yo soy de acostarme pronto. Ahí le dejo eso para sus cuadros y su fotos.

Siempre suyo afectísimo.

El Tío Puntilla

Cuadro de puntuación de la corrida de El Torero (5) y Torrealta (1)


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR

Paseíllo con lluvia


Los monos


José Manuel Quinta con la vara de detener

Par de Escribano al violín... desde el costado

Natural a "Plomazo"

Vecinos de Iván Fandiño que se han acercado a al Monumental

A Rafael Agudo se le va la mano

Media de remate en el quite de Ureña

"Orejuelo" no quería embestir

Fandillo enfrontilado con el toro

Con el tercer toro llegó el diluvio

Saludo de Paco Ureña al tercero

"Marisquero" tardaba en acudir, pero después no se iba

Pureza

De frente

Estocada al segundo intento

Cadalseños por las Ventas

El cuarto entra saltando al caballo de Chicharito

En medio de otro aguacero, Escribano arriesga cerrado en tablas. Un capote ayuda desde el callejón

"Molinero" perdía las manos continuamente

El remiendo

Fandiño lancea al quinto

Juan Melgar cita muy atravesado a "Gladiador"

Hasta en la suerte suprema fueron todo derrotes

 Un cinqueño cerró el festejo

"Ojibello" se arranca en la segunda vara

Ureña corre la mano

La oreja y el ruedo anegado

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...