miércoles, 27 de octubre de 2010

Los toros de Madrid 2010

Una vez concluida la temporada 2010 en Las Ventas, y al igual que en 2008 y 2009, publico el resumen de las puntuaciones de las corridas de toros a las que he asistido, que son las de las ferias de San Isidrito (salvo Marqués de Domecq), Aniversario y Otoño (salvo Torrealta), además de la corrida de Partido de Resina; en total, 26 corridas. Las fichas individualizadas de cada una de ellas han sido publicadas en el blog estrapicurciela junto con los respectivos comentarios.

El cuadro de toros que han obtenido una nota superior a 2,5 es el siguiente:

PuestoPuntuaciónNombreGanaderíaFechaTorero
3,19Pudoroso Victoriano del Río 5º 03/06 Castella
3,16Lezirio Palha 3º 28/05 F.J. Corpas
3,12CubilónPuerto de San Lorenzo6º 18/05Rubén Pinar
3,00RibeteCuadri5º 23/05Salvador Cortés
2,98FamosoJosé Luis Pereda5º 07/05Morenito de Aranda
2,91Reolín Núñez del Cuvillo 1º 01/10 Oliva Soto
2,88BonolotoEl Torreón5º 28/05Fernando Robleño
2,87Impulsivo Partido Resina 2º 25/04 José Calvo
2,87Grajito I Cortijillo 4º 05/06 Abellán
10º2,81MarismoPalha2º 28/05Fernando Robleño
11º2,80TrompetacoSamuel Flores4º 26/05J.J. Padilla
12º2,8Barberito Cortijillo 5º 05/06 Bautista
13º2,76GuindosoDolores Aguirre4º 09/05Rafaelillo
14º2,70FrijaneroCuadri3º 23/05David Mora
15º2,70PitinescoJavier Pérez Tabernero3º 27/05L. Bolívar
16º2,66Grajito II Cortijillo 3º 05/06 Bautista
17º2,65Enamorado Victoriano del Río 4º 03/06 El Fundi
18º2,61Aviador Partido Resina 6º 25/04 José Calvo
19º2,61PicanteJosé Luis Osborne2º 08/05Uceda Leal
20º2,57JoyeroConde de Mayalde2º 27/05Sergio Aguilar
21º2,53Empanado Victoriano del Río 2º 03/06 Castella
22º2,52Relatero Núñez Cuvillo 3º 02/06 D. Luque
23º2,50PitilloLos Bayones2º 16/05Emilio de Justo

Es decir, de 156 toros, sólo 23 obtienen esta nota mínima de 2,5 puntos, lo que representa un paupérrimo 14% o, lo que es lo mismo, aproximadamente uno de cada siete toros lidiados pasan el listón.

El cuadro de los peores toros, con puntuación inferior a uno es el siguiente:

PuestoPuntuaciónNombreGanaderíaFechaTorero
0,81CantareroJ.L. Osborne09/05El Capea
0,87ChismosoJ.L. Pereda07/05Leandro
0,99TalaveranoNavalrosal11/05César Jiménez

El toro más liviano fue Bretón, de Bañuelos, con 502 kilos, y el de más peso, Carrasquero, de Partido de Resina, que fijó la báscula en 673 kilos. La media de peso se situó en 557 kilos, entre los 532 de la corrida de J.L. Pereda y los 606 de la de Cuadri.

Las puntuaciones por ganaderías son las siguientes:

Corridas completas de 6 toros:

GanaderíaPuntuaciónFecha
Victoriano del Río2,5003/06
Cuadri2,4223/05
Partido de Resina2,2919/04
Cortijillo2,2805/06
Puerto San Lorenzo2,1318/05
Samuel Flores2,0826/05
Núñez Cuvillo2,0802/06
Núñez Cuvillo2,0319/05
Núñez Cuvillo2,0301/10
Vellosino1,9901/06
Baltasar Ibán1,8520/05
J.L. Pereda1,8407/05
Garcigrande1,8115/05
Valdefresno1,7331/05
Puerto San Lorenzo1,7103/10
Parladé1,5813/05

Corridas de 5 toros:

GanaderíaPuntuaciónFecha
Dolores Aguirre2,3609/05
Javier P-Tabernero1,9627/05
Alcurrucén1,9014/05
Salvador Domecq1,5106/05

Corridas de 4 toros:

GanaderíaPuntuaciónFecha
Palha2,4428/05
Los Bayones1,9216/05
Bañuelos1,7508/05
Martelilla1,4611/05
Juan Pedro Domecq1,3521/05

Corridas de 3 toros:

GanaderíaPuntuaciónFecha
Palmosilla2,1204/06

En cuanto a comportamientos (valorados de 0 a 5), las puntuaciones más altas fueron:

AspectoGanaderíaPuntuación
FijezaPuerto San Lorenzo3,00
MovilidadPuerto San Lorenzo2,83
AcometividadVictoriano del Río2,83
Embestida al caballoPartido Resina2,33
Embestida a los engañosPalha2,20
FuerzaDolores Aguirre3,20
NoblezaNúñez Cuvillo3,33
FierezaPalha/V. del Río2,50

Por primera vez en cuatro años, Palha no consigue la máxima puntuación en ganaderías y en toros.

P.D. El sistema de puntuación puede consultarse pinchando en este enlace.



Pudoroso (foto de Paloma Aguilar lasventas.com)

viernes, 22 de octubre de 2010

La Torerimaquia

Que a esto que llamábamos Tauromaquia hay que cambiarle el nombre, es cada día más evidente.

Ayer jueves, en las mesas redondas en defensa de la "fiesta nacional" que organizó Rafael Cabrera en la inauguración del X Aula de Tauromaquia del CEU, dos ganaderos, maltratados por el taurinismo, no fueron políticamente correctos, y se expresaron con contundencia y claridad respecto a la necesidad de no buscar fuera al enemigo de la denominada "fiesta", sino dentro.

Sólo dos pinceladas:

Tomás Prieto de la Cal: 
El toro ya no es el eje de la Fiesta. Ha dejado de serlo y ahora es el toro el que ha de adaptarse al torero, y no a la inversa como siempre había ocurrido. La evolución ha degenerado en involución, y por ello las fotos de los que van y vienen por los ministerios ya no son las que hubieran sido en otro tiempo: el Sr. Miura, el duque de Veragua, etc.
José Joaquín Moreno Silva:
Se ha echado tanta agua al vino que ahora cuesta aguantar como espectador una corrida entera. Sí, no estan mal, pero tampoco bien; el banderillero pone un par, sí, como el anterior, y como en el primero. En fin... ¡un coñazo!
Como había pocos "taurinos" y ningún "clavel" en la sala, las palabras de estos dos grandes ganaderos fueron interrumpidas varias veces con ovaciones.

lunes, 18 de octubre de 2010

Un cartel propio de una empresa impropia de Madrid. Las Ventas 17 de octubre de 2010

Taurodelta, con el beneplácito del Cuento de Arreglos Taurinos, sigue riéndose de la afición de Madrid. Obligada por el pliego a dar un festejo el domingo, anuncia a dos novilleros, dos, que se presentan por primera vez en la plaza. Con tan mala suerte que hubieron de apechugar con novillos que tuvieron mucho que torear.

Dije que no estaba dispuesto a dar a esta empresa un euro más que el estrictamente obligatorio para mantener los derechos de abonado, y así ha sido; la culpa de mi asistencia ayer a Las Ventas la tuvo un pase de invitación.

Y no digo más.


Cuadro de puntuación de la novillada de Montes de Oca del 17/10/2010 en Las Ventas




(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

miércoles, 13 de octubre de 2010

El tonto no descansa

La temporada de José Tomás acabó, desgraciadamente, en el mes de mayo, pero hay uno que sigue con ella:
"Y no puedo, ni debo, al elogiar a Álvaro, olvidar a José Tomás, en esta ausencia tan inmensa que nos ha jodido la temporada, cuando le acusaban con el dedo de la envidia, el dedo de los tontos del culo, que les cabe doble por el mismo, que sólo mataba cuvillos. Los cuvillos de JT. Lerdos de baba, habitantes de la estulticia, correlindes de la envidia: se acaba la linde y el bobo sigue".
El Mundo, 12 de octubre de 2010.

Quiere ser la crónica de la corrida de Zaragoza del día anterior. El vómito lo firma el hijo de Zabala, o Zabalita, como ustedes gusten llamar.

Curiosamente, en la misma página, un gran crítico, este sí, Javier Villán, no habla de los toros de esa corrida, sino de los toreros.

jueves, 7 de octubre de 2010

Dos promesas sólidas y un gran utrero. Guadarrama, 5 de octubre de 2010



Este verano me hablaron de la seriedad taurina de Guadarrama y, como se trata de un bien escaso, me interesé por su feria y elegí un atractivo mano a mano entre dos novilleros punteros, castellanos ambos, que se anunciaban con seis hierros distintos, aunque solamente de los encastes predominantes: Domecq y Núñez. Y allí, acompañado de Paquita, me planté antes del encierro, que con buen criterio se hace después del mediodía.

Esperando al camión de los toros, aprovechamos para fotografiarnos con Víctor Barrio. Después presenciamos en la calle el despejado encierro, compramos las entradas (a 10 €, precio este sí verdaderamente popular), vislumbramos el sorteo desde la última fila del tendido y tomamos un por qué antes de dar debida cuenta de las sustanciosas viandas que, con eficaz servicio, paladeamos en La Chimenea. No falto café y copa (pero sí el puro) en una agradable terraza, resguardados de un sol casi veraniego.

En la plaza, tres cuartos de entrada en los tendidos y casi lleno en el callejón. Ausencia grata de charangas peñistas y, en medio del tendido, una banda de música no uniformada a la que se adhirieron con entusiasmo el “tambor” y la “gaita” (léase dulzaina) que durante las horas previas nos hicieron evocar los sonidos del carnaval cadalseño.

A las 17.35 salieron los dos alguacilillos que encabezaban el paseíllo, a los sones de “Puerta Grande”, aquel pasodoble con que iniciaba TVE sus retransmisiones de corridas de toros ¡qué tiempos aquellos, cuando la televisión pública cumplía su función esencial de servicio público! Lo hizo desmonterado Jonathan Sánchez Peix (Juan del Álamo por nombre artístico) , al igual que un sobresaliente del que ignoro su nombre porque no vi cartel donde se anunciara. No sólo fue ignorado por el papel, sino que los dos diestros hicieron lo propio y no dieron pie para que hiciera al menos un quite. No había programa con los datos de ganado y cuadrillas, omisión salvada en parte con una tablilla anunciadora de los datos de cada novillo.

El primero de la tarde lucía el hierro de Ganadería del Tajo, segunda marca de la anunciada Ganadería de la Reina, pobre de cara, que se empleó en el capote, metiendo bien la cabeza, pero con escasas fuerzas. Perdió las manos al entrar al caballo, pero empujó fijo, aunque con la cara a media altura. Juan del Álamo se estiró por tafalleras, larga a pies juntos y natural aseados. En palos, Oracundo se vino un poquito abajo. La faena se inició con pases por alto a pies juntos, a la que siguieron unas tandas de toreo en redondo muy templadas, acordes con la nobleza del utrero, aunque algo despegadas. Bajó el nivel cuando se echó la muleta a la zurda, al rajarse el animal y quedar ya muy corto. La estocada fue buena de ejecución y colocación, pelín tendida.

Víctor Barrio se fue a los medios a recibir por tafalleras y espaldinas al segundo, un novillo de El Cortijillo, segunda marca de la anunciada de Alcurrucén, de astas caídas y abrochadas. No fijaron al burel y se fue al caballo por los adentros, del que salió con un refilonazo; vuelto al peto, no terminó de emplearse. Se echó el segoviano el capote a la espalda con unas gaoneras de mano baja en las que el animal se quedó cortito. El segundo tercio fue bueno, aunque Pianero anduvo aplomado. Barrio inició la faena de rodillas con pase “de grumete” (este término es mío, que nadie lo busque en otro sitio), perdiendo la muleta; repitió la suerte, y fue ahora el novillo el que perdió las manos. Nada merece contarse de la faena, porque el novillo era una auténtica borrega con la que el novillero estuvo a placer toreando prácticamente de salón. Lo liquidó en los medios de una estocada hasta las péndolas , pero que necesitó dos golpes de verduguillo.

Mal presentado estaba el tercero, de Núñez del Cuvillo, con unas astas llamativamente gachas, especialmente la derecha. Se comportó bien en los buenos lances de recibo, mal rematados ya en los medios. Entró al relance en la primera vara, empujando, pero cuidándole el piquero; volvió por su cuenta al caballo de donde salió sin recibir la caricia de la puya. Persiguió en palos y David Sánchez, tras clavar pescuecero un rehilete, no supo esquivarlo, ni nadie cortó al utrero, que haciendo hilo acabó estrellando al peón contra la barrera, donde le tuvo a su merced, sin más consecuencias que el fuerte golpe porque, como ya dije, no era ofensivo de defensas. Acreditó Peleón su flojera y falta de casta en la muleta. El salmantino lo agarró muy en corto por ambos pitones para aprovechar las medias arrancadas del animal y tan a gusto se encontraba con su nobleza que se puso pesadísimo dando pases a una silla. La estocada quedó desprendida y no necesitó de puntilla.

Subió el nivel de presentación con el cuarto del encierro, de la ganadería de Garcigrande. Lo recibió Barrio toreando de rodillas y lanceando después bien por verónicas. Se arrancó solo por los adentros al equino, y la puya quedó caída y trasera, sin que el varilarguero rectificara; Deformado cabeceaba sin emplearse. El quite esta vez fue por navarras. El tercio de palos fue excelente, y eso que el bicho había quedado con pies (lamentablemente no reconocí a los protagonistas). El brindis fue para el ahora famosísimo Juan Mora. Los inicios fueron castellistas, pero más templados los pases cambiados que los que suele recetar el francés, en los que burel perdió las manos. Toreó Víctor por ambas manos vertical y asentado, aunque algo centrífugo en algunos pases, a un animal de buena arrancada y humillado, pero al que costaba desplazarse. Sobresalió un precioso remate por bajo en el trasteo final. Muy baja quedó la espada.

Impresentable por achotado era el quinto, con el hierro de El Torreón en la piel, que además era en exceso flojo. Se simuló la suerte de varas, lo que no fue óbice para que perdiese las manos en el quite por gaoneras. Juan del Álamo dibujó el toreo con trazo fino, pero la pluma apenas tenía tinta. Eso sí, Bautista, que fue a más, lamía la arena en cada pase, y el mirobrigense lo exprimió con templadísimos y largos naturales y tanda final de derechas que provocó el clamor. Todo ello bajo la atenta mirada desde el callejón del ganadero, César Rincón. Despenó al choto de pinchazo sin soltar y estocada desprendida.

De buena presencia fue el toro de la jota (cuya música se acompaña con palmas al estilo aragonés), de Victoriano del Río. De nuevo lo saludó Barrio de rodillas (cosa que debería replantearse), para enjaretarle ya de pie tres estupendas verónicas rematadas con una serpentina. Lo llevó galleando al caballo, que salió de la primera raya para que su jinete señalara bien y sin castigar al novillo que empujó fijo, pero sin excesiva codicia. El quite fue de dos faroles (lance inapropiado) y una larga. Pareó bien Miguel Martín, que se desmonteró, con buena brega de Carlos Ávila. El buen comportamiento del morito en palos se evidenció aún más en la muleta, embistiendo con los cuartos traseros, con mucha transmisión. Lo aprovechó muy bien el sepulvedano en varias tandas por el pitón derecho, esta vez metiéndoselo más para adentro con pases templados y largos; no así los naturales en que le tropezó en exceso la muleta, pecando de cercanías. Terminó con manoletinas y una media que precedieron a una estocada trasera.

Ambos actuantes salieron a hombros y fueron muy pacientes firmando autógrafos antes de montarse en sus furgonetas.

En resumen, los dos espadas acreditaron su buen concepto del toreo, muy templado y estilista Juan del Álamo, más vertical y asentado Víctor Barrio, ambos con variedad y buen manejo del capote, y el primero aceptable con los aceros. Ahora bien, los novillos fueron excesivamente dulces, salvo el encastado sexto, en general flojos y de presentación demasiado baja, hasta el punto que tercero y quinto no debieron salir a la arena, si es que Guadarrama quiere mantener su fama de seriedad taurina.

No lo he dicho, pero en el cuadro de puntuación están anotados los ocho apéndices que se cortaron.


Cuadro de puntuación de la novillada del 05/10/2010 en Guadarrama






(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)


martes, 5 de octubre de 2010

¡Qué poco dura la alegría en casa del pobre (aficionado)! Las Ventas 3 de octubre de 2010

Tarde de resaca en Las Ventas, climatológicamente muy desapacible, que nos ha devuelto a la normalidad, que no es otra que el descaste de los toros, antaño de lidia. O sea.

El culpable ha sido esta vez el hierro del Puerto de San Lorenzo, que se ha traído un encierro mal y desigualmente presentado, con animales anovillados y un toro, el sexto, con hechuras más propias para festejos en las carreres levantinas que para salir en una plaza de toros. Y por dentro hueros de casta, llenos de mansedumbre, alarmantemente flojos, cuando no inválidos, salvo en buen quinto, que desaprovechó el confirmante. No salieron sobreros única y exclusivamente porque don Julio Martínez desvalorizaba una vez más el palco de Madrid ¡quién si no!

Así que esto merece pocas letras.

Diego Urdiales se enfrentó al segundo torito de la tarde, que lisa y llanamente no era apto para la lidia -motivo para su obligada devolución- al que no se picó, a pesar de lo cual anduvo renqueante, y con el que el riojano se puso pesado, antes de cobrar una estocada. El cuarto novillo, perdón, toro, también era muy flojo y se rajó con descaro; de nuevo, alargó innecesariamente la faena para terminar de pinchazo y honda. Solo 24 horas antes quedó demostrado que bastan 24 pases para triunfar. Hay algunos que no se han enterado.

Confirmaba alternativa, con cierto retraso, Alfonso Aguilar, y lo hizo con Joyito, un terciado ejemplar, manso, flojo, y que acabó rajándose, con el que únicamente evidenció una figura retorcida en el cite y una exageradísima e irracional forma de cruzarse. Al quinto lo recibió bien andando a los medios, y ahí terminó lo bueno, porque tras cumplir en el caballo y banderillas, Playero I quedó con poder y codicia, y el madrileño no supo aprovecharlo, siempre forzado de postura, movido, con la suerte descargada, incapaz de darle salida; por una vez que sacó una tanda con mando y mano baja, la jodió con un martinete a destiempo. Solo 24 horas antes, el toreo, que es naturalidad, había arrebatado a la afición. Hay algunos que no se han enterado.

Sujetó bien Miguel Tendero al abanto tercero, con el capote en la arena, pero no hubo más porque el toro era una basura; lo liquidó de una estocada, cobrada con mucha suficiencia. El sexto mulo, perdón, toro, de 649 kilos, no hizo otra cosa que huir y corretear; como, además, no embestía, sino que topaba sin pasar, el albaceteño hizo lo propio: machetearle hasta tirarlo patas arriba antes de despenarlo de estocada, tras pinchazo. Esa es la lidia que merecía, pero algunos en los tendidos no se enteraron. ¡Con el juego que hubiera dado en las calles de la Vall d'Uixó!

Bien picó Ángel Rivas en el tercero y bien también pareó Juan Navazo, levantando los brazos y cuadrando en la cara del quinto, aunque una banderilla quedara en la arena. Horrible Lucas Benítez banderilleando a este mismo toro, y el inefable don Julio que cambió el tercio con solo tres rehiletes prendidos en su piel.

Con la de tardes horrorosas que se suceden en Las Ventas, unas detrás de otras, y que no haya forma de enlazar dos buenas.


Cuadro de puntuación de la corrida del Puerto de San Lorenzo del 03/10/2010 en Las Ventas


(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

domingo, 3 de octubre de 2010

La corrida que no vi. Las Ventas 2 de octubre de 2010

No fui a la corrida de Torrealta porque coincidió con un evento de asistencia inexcusable: la boda de mi sobrina María Jesús y de mi admirado Rafa Carlevaris.

Y poco antes de las 6 de la tarde, aún sentado en la mesa, recibo un inesperado sms de Miguel Moreno. Su texto:

JUAN MORA: ¡TORERO!

Huelga decir que inmediatamente marqué el número de Miguel, quien, con voz que dejaba bien a las claras su emoción, me resume que Juan Mora ha hecho una faena de torero veterano, de sabor clásico y añejo, de pocos pases, siempre con torería, y tras una tanda de naturales, sin solución de continuidad, ha armado el único estoque que usa, el de verdad, y ha dejado al toro patas arriba: dos orejas. Me faltó tiempo para poner altavoz a la noticia.

Una hora después, nuevo sms de Miguel:

¡ARREBATADOR!

Nueva llamada y Miguel me habla de naturalidad y de que quedamos en paz, porque él no pudo ver la despedida de Esplá: una oreja.

Me dicen después otros magníficos aficionados que Curro Díaz cortó una oreja por algún pellizco, un arrimón y una estocada y que Morenito de Aranda cortó otra porque toda la plaza remaba a favor desde el primer toro. Y me añaden que si la tarde se analiza con la cabeza, dejó que desear, pero si se cuenta con el corazón, fue de no olvidar. Y aquí lo que vale son las emociones.

A María Jesús y a Rafa se lo perdoné, como no podía ser de otra manera.

ADDENDA. La corrida que sí vio Miguel:

LLEGA JUAN MORA

...Y en esto llega Juan Mora. Cuando algunos llevábamos la mayoría de ésta -y de muchas temporadas- dormitando, otros charlando apaciblemente y los demás pendientes de sus asuntos personales, o del tiempo, o del móvil o del ti@ buen@ de enfrente... Se hace presente Juan Mora y brotó la luz embriagadora de la torería y a todos nos puso de acuerdo. Sí, TORERÍA, con mayúsculas. No entro a analizar si sus faenas eran o no merecedoras de orejas; eran arrebatos del sentimiento y ahí no hay valoración material que valga. ¿Qué importa eso cuando hay torería? ¡TORERÍA!, bella palabra en desuso o desconocida por la practica generalidad del escalafón taurino. Hay cosas que parecen que a uno le sirven de presagio de las maravillas que están por acontecer. Me ha sucedido varias veces. En esta ocasión, también. El jueves 30, observé a Mora en el callejón de la plaza viendo la novillada, tocado con una chaqueta veraniega "mil rayas", más tarde volví a encontrarme con él en el patio de arrastre y al rato en el vestíbulo del metro de Ventas, despistado y solitario (Mora y servidor) buscando -supongo- como entrar entre tanto gentío a la estación. Y no sé, pero intuí que seguramente iba a ofrecernos algo trascendental el sábado 2-10-2010, mientras dudaba si dirigirme a él para -simplemente- desearle suerte. No me decidí y seguí mi camino recordando, si la memoria no me falla, sus actuaciones como novillero en Cadalso en 1981 y 1982 y como matador en 2001. Más tarde volví a coincidir con Mora en la televisión, "La 10", sobre las 23h. participando en uno de esos programas en los que se debatía sobre toros sí o toros no. Total, que me parecieron demasiadas coincidencias para que se me pasaran desapercibidas y yo -repito- lo interpreté como un anuncio, una premonición de que algo inolvidable iba a pasar.

Cuando recibió al toro con esos delantales a pies juntos, dejándose ir con ellos al infinito, ya no albergué la más mínima duda: "Esto huele a emoción". Emoción al verle andar sobre la arena y ante los toros; emoción en su desgarradora parsimonia torera; emoción en los cites sobrios, sin falsas alharacas ni retorcimientos antiestéticos; emoción al enroscarse el animal al corazón; emoción al alejarse de la suerte con chulería; emoción en su justa y medida faena (la esencia viene en frascos pequeños); emoción en el entusiasmo indescriptible de los espectadores; emoción cuando, sin solución de continuidad y al salir de un pase y quedarse el toro cuadrado para la muerte, sin pensárselo monta la espada y le pega un estoconazo que le tumba al instante. Ya está la obra de arte maravillosamente conclusa y lista para vivir en lugar preferente en nuestros recuerdos de aficionados. ¡Qué majeza, qué donaire, qué elegancia, qué seguridad, qué calma, qué intuición, qué improvisación, qué inspiración (las tres "ies" del arte torero), en definitiva: QUÉ TORERÍA! ¿Cuánto tiempo hacía que no veíamos a un torero salir con la espada de verdad? (no sé si los espectadores estarán recuperados a estas alturas de la sorpresa que recibieron de algo que antes era habitual y de uso obligado desde el mismo inicio de la faena) ¿Cuánto hacía que no veíamos torear sin dar pases? ¿Cuánto andar ante la cara del burel con esa donosura, esa elegancia y esa verdad? ¿Alguien se acordaba en esos momentos de esas lidias plenas de lances y más lances, de las carreras, de las idas y venidas a tablas, de la irrupción de los banderilleros cuando el matador va a por la espada...?

Cuando me suceden estas cosas compruebo lo absurdo a lo que nos quieren hacer llegar, lo repelente de sus intereses hueros y bastardos pero, afortunadamente, esas sensaciones vienen acompañadas de la recuperación de la certeza de que uno no iba desencaminado, que son otros (aunque son mayoría) los que intentan arrastrarte a un fin sin fondo y sin forma, sin proyección de futuro ni en la técnica, ni en el arte, ni en la emoción que éste nos produce.

Y la tarde otoñal madrileña... ¿qué me decís de esa tarde luminosa, limpia y llena de belleza? Un atardecer cómplice para procurar al artísta el entorno más adecuado para crear su obra efímera en el tiempo, pero eterna en los corazones. Aún me dura el embeleso mágico de su creación. Esta tarde volveré por Las Ventas al reencuentro de estas cosas. Siempre retorno a los lugares en los que fui feliz. Lo hago en soledad, cuando todo está vacío. Sé que el espíritu de los momentos bellos vaga flotando y yo voy a su reencuentro. Daré la vuelta al ruedo lentamente, absorbiendo con avaricia la ternura que Juan Mora esparció por la plaza. Y al llegar a mi localidad me veré, me saludaré desde abajo y ya seremos dos llorando emocionados.

Miguel MORENO GONZÁLEZ

sábado, 2 de octubre de 2010

El verde, el ausente y el valiente. Las Ventas 1 de octubre de 2010

Se anunciaba por segunda vez Manzanares en una feria madrileña este año, y por segunda vez faltó a su cita por operaciones quirúrgicas previas. Ahorró dinero la empresa en la sustitución, incumpliendo el pliego, como es costumbre, y anunció al torero revelación de la feria de abril sevillana, Oliva Soto, al que no había encontrado acomodo en los carteles de los meses previos.

Ha sido anunciarse y el de Camas ha perdido en un santiamén todo el crédito ganado en la Maestranza, y ello a pesar de enlotar lo mejor del decepcionante encierro de la ganadería anhelada por los taurinos. Confirmó la alternativa con Reolín, un bonito toro al que Oliva Soto dedicó un buen saludo, pero al que no consiguió sujetar, dejando que cortase al caballo en las rayas del 10; tras el picotazo, y ya en el 8, empujó fijamente en los bajos del peto; mas se complicó la tercera entrada, de la que salió suelto, porque el cuvillo rehuía los terrenos donde había sido castigado anteriormente; deslucido quedó el quite de El Cid por esa querencia a toriles y por quedar desarmado en el remate; replicó Oliva Soto con un quite de gusto y mando, bien rematado con una larga; quedó con pies Reolín en palos, pero ni banderilleros ni bregador tenían su tarde; pero ¡ay! el animal fue boyante en la faena de muleta y el sevillano que, empezó con aplomo y dominio, aunque presentando la muleta "biselada", con una serie de derechas en los medios, poco a poco fue desperdiciando la excelente embestida del morito, fija, humillada y codiciosa, en fin, un auténtico filón por ambos pitones que quedó sin explotar, porque el diestro anduvo acelerado y sin mando alguno; tras unas bernadinas, liquidó al toro de dos pinchazos y una estocada de regular ejecución. Al correrse turno por el paso de Talavante por la enfermería, lidió al quinto de la tarde, un toro descastado que fue remiso a entrar al caballo y cuando lo hizo salió de naja, con el que naufragaron Oliva Soto y Juan Manuel Raya con el capote; se movió en banderillas, metiendo bien la cara; pero poco le duró el gas en la muleta y el de Camas desaprovechó lo poco que tenía, con escaso oficio y una sarta de vulgaridades; la estocada quedó baja de colocación y aliviada de ejecución.

Tocaría hablar de El Cid, pero no voy a escribir de quien no vino, sino un breve reseña del comportamiento de su lote. El segundo toro fue manso, flojo y deslucido. El cuarto era un toro descastado, soso y que iba y venía; y al que no le quedó más remedio que voltear al diestro.

Me queda el valiente, el que vino con disposición y verdad. Torear es otro cantar. Se olvidó Alejandro Talavante de colocar al tercero en el peto, donde se simuló la suerte de varas; sus banderilleros lo hicieron a destajo; los estatuarios de inicio con la muleta despertaron al personal, con un inverosímil pase cambiado por la espalda, a los que siguió un pase de las flores y una asentadísima serie con la derecha, bien rematada con el de pecho a mano cambiada; toreó en corto muy vertical sin limpieza, y tras esperar al doliente y escarbador Contento, sacó un larguísimo natural de buen trazo dentro de una serie aceptable, airosamete resuelta; prosiguió con algún toque circense y serie de derechas, con trincherilla, desdén y de pecho; sobraron las bernadinas muy arriesgadas a un toro ya finiquitado, en las que con fortuna solo resultó lesionado; pinchó arriba sin soltar, entrando por derecho, y recetó una estocada recibiendo con verdad. No dio siquiera una vuelta al ruedo, esta plaza es así. El sexto era una vaca lechera, al que propinó una estocada de lenta y recta ejecución.

No hay mucho que resaltar de las cuadrillas. En positivo: la prefesionalidad de El Boni, acudiendo presto a dejar su capote a su torero cuando lo había perdido en los medios en el quite al primero; la de un Oscar Reyes evitando que el toro entrara al caballo de puerta y un buen par al quinto; y la forma de citar de Tulio Salquero al sexto, aunque picase trasero. En negativo: Andana y Raya en la mala brega; El Boni que mantuvo mucho tiempo derrotando al segundo en el burladero; David "Pirri" en todas sus facetas; y Francisco José Quintas que no quiso rebasar las rayas para conseguir sujetar a un toro huidizo que acabó yéndose suelto al caballo de puerta.


 
Cuadro de puntuación de la corrida de Núñez del Cuvillo del 01/01/2010 en Las Ventas






(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

viernes, 1 de octubre de 2010

Sin huevos no hay tortilla. Las Ventas 30 de septiembre de 2010

En hostelería se ha implantado la huevina, o huevo pasterizado, como sustituto de los huevos en la elaboración de tortillas, mahonesas o cremas pasteleras. Y, claro, la tortilla de huevina sale como sale; o sea, que aunque tenga su apariencia, no es tortilla. De idéntica forma, en las dehesas españolas ya apenas pastan toros de lidia, sino un sucedáneo de idéntica morfología pero ayuno de esa casta que es el signo diferencial del toro de lidia respecto de otras especies de bóvidos.

Los novillos de José Luis Pereda, como era de temer, fueron un compendio de mansedumbre y de falta de casta, que desesperó a toreros, aficionados, público y todo bicho viviente. Correctamente presentados, alguno, como el sexto, espectacular, fueron fríos de salida, acudieron prontos a los caballos, para mansear en el peto y parados y mansos en los dos últimos tercios. A diferencia de la corrida del pasado San Isidrito, ni uno se salió del guión escrito por la selección del ganadero. El primero, cuya invalidez era notoria en el primer tercio para toda la plaza menos para un señor encorbatado y de poco pelo que se sentaba en el palco, fue devuelto después del primer par de banderillas, tras derrumbarse con el mismo estrépito de unos minutos antes, por ese señor al que tanto esfuerzo le cuesta alzar el pañuelo verde. Lo sustituyó un sobrero de Torres Gallego que, aunque manso, se movió y acabó complicando la vida a Escribano.

Y es que Cristian Escribano, que empezara la temporada como promesa con garantías, parece perder crédito a su final. No se debe dejar entre las rayas a un novillo para la suerte de varas, como hizo en su primero, que, después de rajarse al inicio de la faena, se desengañó en los medios y por la falta de dominio de un Escribano, bailón, titubeante y ventajista, acabó a su libre albedrío. Al montado y zancudo cuarto lo recibió con verónicas de rodillas seguidas de otras, erguido y andando con decisión hacia los medios; mas en la faena el utrero, que se defendió con la cabeza por las nubes en palos, quedó como los de Guisando y el getafense, con su pesadez, nos hizo insufrible el trasteo. Acabó con sus dos enemigos de media estocada y golpes de verduguillo (uno en el primero y tres en el cuarto). En el tercero intentó el quite de Ronda, que hubo de hacer en dos tiempos pues tras la larga cambiada el novillo se desentendió y las gaoneras y el remate con media, excelente, hubieron de esperar.

Damián Castaño no cuida mucho que digamos el poner a los novillos en suerte a los caballos. El segundo fue tres veces, tres, al relance al caballo (aunque la tercera, en la que no le tocó la puya, fue por cuenta del presidente, que, sin embargo, seguidamente cambió el tercio). Al quinto le dejó ir solo al picador. Por lo demás, el segundo se rompió la mano y el quinto, el más querencioso en el peto, era cambiante en su comportamiento y el salmantino solo le sacó una serie de derechazos ligada y de mano baja, para acabar embarullado y sin entendimiento con el novillo, al que liquidó de pinchazo, metisaca en los bajos y estocada fulminante, quedando desarmado y prendido por la chaquetilla.

La mayor expectación era para Víctor Barrio quien, sin triunfar, no defraudó. No vaciló en recibir al tercero en los medios por tafalleras, discontinuas por ser corretón el de Pereda. Inició la faena de rodillas y después anduvo seguro y muy por encima del paradísimo y descastado utrero que embestía –es un decir- como un borrico acude al pesebre. Para demostrar su decisión –algo loable en un novillero- se fue a portagayola y recibió al sexto con larga cambiada de rodillas, a la que siguieron unos lances enredados. La faena de muleta la inició en los medios al uso de Castella, pero templando los cambiados por la espalda. Incierto era el berrendo –o ensabanado en castaño, como decía el programa- y el segoviano supo aplicarle el toreo en corto que necesitaba, aunque los pases quedaban deslucidos porque el novillo salía siempre mirando a las andanadas. Con los aceros estuvo horrible, y a punto estuvo de escuchar el tercer aviso en el sexto. No perdonó los quites que le correspondieron en el segundo –ajustado pero deslucido- y en el quinto –de solo verónica y media.

Por lo demás, destacaron Luciano Briceño, señalando bien en las dos varas al sexto, y David Adalid, que puso con decisión y verdad un tercer par a un novillo que estaba cerrado –por el que saludó- y bregó con eficacia al soso quinto.

Y para tan poca cosa, casi dos horas medias. Ni el santo Job.


Cuadro de puntuación de la novillada de José Luis Pereda del 30/09/2010 en Las Ventas




(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...