martes, 11 de mayo de 2010

Rafa Carlevaris, desde el cielo

En la entrada correspondiente a la primera de feria, publiqué una foto donde aparecían tres fotógrafos, acreditados en burladero de callejón, completamente ajenos a lo que sucedía en el ruedo, concretamente, el derribo de un caballo de picar.

Rafa Carlevaris, cuya afición al toro y a la imagen sólo puede competir con su maestría de fotógrafo, ha de buscarse la vida para poder tomar fotos y después dar vida en su blog a una tarde de toros.

Es común a todos los profesionales de la foto (y a los maestros que no se ganan la vida con esto, como Carlevaris) buscar un lugar próximo al ruedo y a la menor altura posible para sus instantáneas. Más de una vez le he comentado que desde las alturas hay una perspectiva que permite apreciar mucho mejor la colocación de toro y torero en lances y pases. Y ahora, con la potencia de los teleobjetivos, el problema de la distancia queda resuelto.

En la corrida del pasado domingo, Anto me señaló el lugar donde Carlevaris había conseguido entrada, junto a Álvaro (pertinaz seguidor de Joselillo), en la andanada del 9. He estado esperando con impaciencia que publicase el reportaje en su blog, y el resultado no puede ser mejor.

Lo siento por tí, Rafa, pero, de forma egoísta, me alegro de que no estés acreditado en Las Ventas, porque si no, el domingo no habrías hecho fotos desde las alturas.

El reportaje completo puede verse pinchando en este enlace. Aquí sólo una muestra.



Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela
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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...