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lunes, 1 de junio de 2015

Paso atrás de Partido de Resina. Las Ventas 1 de junio de 2015

No seré yo quien mande a los pablorromeros a la hoguera, que seguro habrá codazos para colgarlos el sambenito y colocarlos la coroza. Otros hierros, perfectamente prescindibles en el abigarrado panorama español, ni han sido fusilados en internet ni nadie pondrá el grito en el cielo desgarrándose las vestiduras cuando vuelvan a Las Ventas después de reiterados fracasos. El hierro de P-R es la reserva exclusiva de un encaste irrepetible e insustituible que bajo ningún concepto puede condenarse a desaparecer. No se deduzca de ello que hayamos de resignarnos a encierros como el de hoy, pues han de corregirse defectos graves, tarea ardua cuando no se puede reemplazar un número significativo de vacas que vayan al matadero ni se puede refrescar con reses de otras ganaderías. Lo que no debemos es callar el fracaso ganadero, no solo en el juego, sino también en la presentación de la mitad del encierro

Toro y torero se dan la espalda

Se hace un flaco favor a los defensores de la diversidad de encastes, y de la diversidad de expresión de la Tauromaquia, aprobando un encierro completo, cuando la mitad de los ejemplares son indecorosos, como primero, segundo y sexto. Si la ganadería no tiene toros para Madrid, lo prudente es no anunciarla y menos en la Feria de San Isidro. Y no debe de tenerlos cuando, tras baile de corrales, ha salido lo que ha salido de toriles. Lo suyo es llevarse el camión de vuelta al campo antes de lidiar toros sin trapío o de salvar media corrida. Esto en cuanto al fenotipo. Si añadimos que el comportamiento ha sido descastado, manso en el caballo, huidizo y rajado, y que, sin caerse, han dado síntomas inequívocos de debilidad en el caballo, hasta el punto de que alguno, como el segundo y el cuarto, no han sentido más que dos picotacitos, el panorama ha sido de lo más gris. Analícense las causas, pónganse el remedio y salvemos el encaste, pero no tapemos el problema.

Tampoco han ayudado unos toreros a los que la empresa ha dicho estas son lentejas (las que no quieren otros), ni las cuadrillas, en una de las peores tardes de subalternos.

Eduardo Gallo, aquella ya lejana promesa novilleril que maravilló hace más de una década, enlotó dos toros descastados, el primero de los cuales salió suelto del caballo y el cuarto apenas se picó, que después se rajaron descaradamente en la faena de muleta. Matando mal (estocada rinconera y otra delantera) fue el menos malo de la terna, lo que da idea de cómo se han manejado los aceros.

Sebastián Ritter, a cuyo primer toro tampoco se castigó con la vara larga, le quedó deslucida una faena de muleta en la que el toro salía distraído y con la cara alta. Quiso matar a toro aguantando en dos ocasiones, la segunda de las cuales resultó contraria e huzo guardia, para seguir fallando después. El quinto, de buena lámina y abierto de pitones, salió abanto, se repuchó en el peto y pasó en la muleta sin codicia ninguna. La estocada quedó caída y al pablorromero le salió la casta solo en el momento de la muerte en los medios. Pecó de alargar unos trasteos insulsos.

Rafael Cerro tuvo dos toros de muy distinta condición. El tercero fue complicándose ya en palos, recortando a los banderilleros y desarrolló sentido en la muleta, sin que el extremeño supiese lidiarlo, y se empecinase en seguir toreando como si de un noble parladé se tratase, infligiendo una chaquelera definitiva. El sexto manseó espectacularmente en el primer tercio, escupiéndose tres de cuatro entradas, apretó a los banderilleros para los adentros y acudió con alegría y sin entrega a la muleta. Cerro estuvo en pegapases insufrible y en negado con los aceros.

Es difícil encontrar una cosa buena, solo una. Me quedo con las dos horas justas, a pesar de los avisos.

Cuadro de puntuación de la corrida de Partido de Resina


LA  TARDE  A  TRAVÉS  DEL  OBJETIVO

Saludo de los areneros al usía

 El primero en la frente

Tito Sandoval detiene a "Chicarrero" en la Puerta de Arrastre...

 ...y así salió de la segunda vara

 Quiso ser una gaonera de Sebastián Ritter en el quite

 Álvaro Oliver, que había dejado una en el pescuezo, puso el segundo par de esta guisa

 El pablorromero se raja sin disimulo

 Pareja cadalseña en el 2

 El segundo se igualaba con el primero

Antonio Muñoz cuidó mucho de no picar a "Perilillo"

 Quite de Rafael Cerro

 Martín Antequera, muy cerca de los pitones

 Salida distraída en los pases del pablorromero

 Ritter pincha en la suerte de aguantar

 Probablemente, con sombrero, el decano de los abonados cadalseños

 Seriedad del tercero

Rubén Cerro coge la vara...

 ...y pica Marcial Rodríguez tapando la salida ¡le aplaudieron!

 "Zarcillero"

 Jesús Talaván pone el tercer par ¡le aplaudieron!

 El cárdeno aprendió latín

 Muy delantera

 Aficionados valencianos y cadalseños

 Más seriedad aún

"Remilgadillo" fue barbeando tablas y encontró al de las bebidas

 José Ney Zambrano no hace por picar y el toro se desentiende

 Remate del quite por chicuelinas del colombiano

José Luis Barrero estropeó en el tercer par  el buen primero

 En la muleta de Gallo, el lucero volvió a desentenderse

 Estocada defectuosa


Dos aficionados cadalseños abandonados sobre la barandilla

 El quinto se desentiende de Antonio Muñoz

 Ritter baja la mano en campo de banderillas

 El sexto tenía nombre de jubilata anticipado con esposa trabajadora

 589 kilos de falta de trapío... y de rabo

 "Aviador" a punto de despegar

 Apretaba para los adentros, con Talaván al quite

 Sin codicia, pero humilló en la muleta de Rafael Cerro...

 ...extremeño, con seguidores que dejan clara su posición

Lo malo, si breve...

domingo, 29 de marzo de 2015

Sólo falla el penalty quien lo tira. Las Ventas, 29 de marzo de 2015

La apuesta era muy fuerte y Fandiño la ha perdido por no tener cartas. El de Orduña ha perdido la partida, pero ¿ha fracasado? Rotundamente, no. Iván Fandiño ha obtenido un gran éxito con su gesto de lidiar 6 ganaderías duras y ha derrumbado un topicazo de los taurinos: que Las Ventas no se llenan fuera de Feria, y hoy se ha pegado en taquillas el cartel de "No hay Billetes", en el mes de marzo y sin un G-5 en el cartel. No ha sido el único tópico que ha caído: que Las Ventas exige peso y volumen; la corrida ha dado una media en la báscula de 502 kilos y se han ovacionado de salida dos toros de menos de 500: el primero, de Partido de Resina (484), y el segundo, de Adolfo Martín (483). Esto ya ocurrió el año pasado en la parte final de la temporada, pero hoy ha quedado plenamente ratificado.

La plaza a reventar es la verdadera noticia de esta tarde

La tarde empezaba con algunos incidentes protagonizados por ese minúsculo grupo de antitaurinos casposos e intolerantes, que gozan del beneplácito de las autoridades y de los jueces. Hoy los he contado y sumaban 18: 14 fuera de la plaza, que se han ido escoltados por ¡4 furgones de policías  y dos agentes a caballo!, más 4 dentro del coso (si han pagado las localidades que ocupaban, al menos han contribuido a financiar el festejo). Cuatro policías lo habrían arreglado en conjunto, si los mandos les dejasen actuar como corresponde contra quienes alteran el orden público. Pero los acomplejados políticos españoles no se atreven a enfrentarse al poderoso lobby europeo. Ya podrían aprender de las autoridades francesas.

Ovación cerrada y de clamor cuando el torero pisó el ruedo, guardándose después un minuto de silencio por las víctimas del siniestro aéreo, interrumpido por 4 mentecatos inoportunos que desconocen lo que es la educación y el respeto.

A partir de ahí, todo se puso ya cuesta arriba. El primer toro de la temporada, un pablorromero de preciosa lámina, salió abanto y adoleció de flojera y de falta de codicia. Lo cuidaron en palos y quedó noblón y sin recorrido. Solo lo aprovechó el diestro al dibujar con cadencia una tanda en redondo. Necesitó del verduguillo para pasaportarlo, tras un pinchazo y estocada rinconera.

Muy cerrado en tablas lanceó por verónicas al segundo de Adolfo Martín, un toro llamativamente cornitrasero, que cumplió en palos y banderillas. Le vio buenas condiciones el vasco, y lo brindó al público, pero no consiguió acoplarse al albaserrada, que aunque de corto recorrido seguía humillado el engaño por el pitón derecho. De nuevo hubo de hacer uso de la cruceta, tras una media atravesada.

El de Cebada Gago fue el más abanto de la corrida. Su mansedumbre imposibilitó cualquier intento de lucimiento. De nuevo no bastó la estocada y hubo de recurrir al descabello.

El cuarto fue el toro de la corrida, un toro levantado de José Escolar, que salió carpintero y al que lanceó el coleta, ceñido a las tablas, por verónicas ajustadas. Lució generosamente al toro en el caballo, y digo generosamente porque no solo el público nunca sabe premiarlo, sino que acaba castigándolo, alzaprimando al toro. "Curioso I" empujó y romaneó en el primero, y acudió de lejos en el segundo. El quite artístico por chicuelinas resultó enganchado y necesitó de una segunda parte para rematar lucido. Embistió bien en el segundo tercio y el torero se empecinó en plantear la faena de muleta en el tercio, a un toro con querencia a tablas, y que embestía, pero punteando y derrotando en la salida del pase, algo que no supo resolver Fandiño, costándole un susto y un desarme. Necesitó de seis golpes de cruceta, tras una media tendenciosa en la que el pitón derecho pudo rebanarle la cabeza.

Con cuatro garapullos fue devuelto por el usía (don Julio, por supuesto), el de Victorino Martín, muy regular de presencia, pero que acometió de bravo al caballo.

El escurrido sobrero era de Adolfo, al que de nuevo recibió muy cerrado en tablas (en una tarde de escaso viento). Empujó con fijeza en el peto, al que acudió a distancia. Era flojo y algo tobillero y Fandiño, que ya había arrojado en el primer tercio la montera al callejón, naufragó definitivamente. Necesitó tres entradas con el estoque.

Cerraba la tarde un feo toro de Palha (por nombre, "Bonito"), al que saludó con una larga cambiada de rodillas y que fue como una flecha tres veces al caballo, pero sin empujar y quedarse en el peto. Después se rajó y quedó fundida la tarde definitivamente.

Las almohadillas y la bronca (inmerecidas ambas con quien tanto había arriesgado), que muchos tratamos de contrarrestar con las palmas, despidieron a un Ivan Fandiño, espeso, inseguro, sin variedad y negado con los aceros.

Sobresalió Javier Ambel bregando, en una buena tarde de subalternos, con notables pares de Jarocho, Miguel Martín, Pedro Lara, Jesús Arruga y Curro Robles, y bien con la puya Israel de Pedro y Juan José Esquivel.

Y por no faltar nada, hubo un intento inoportuno de un espontáneo en el cuarto.

Ya lo decía mi abuela: hijo, no te metas en el barro si no quieres mancharte los zapatos. El consejo lo siguen las figuras a pies juntillas, y sólo pisan la moqueta.

Cuadro de puntuación de la corrida


Tarde de expectación

El cartel

Minuto de silencio

"Azafato", de Adolfo Martín

El intento de un espontáneo, abortado por Jarocho

Galope de "Bonito", de Palha, en su segunda entrada al jaco

Injusta despedida a un gesto

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...