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lunes, 6 de junio de 2011

Los toros de San Isidrillo 2011

Un año más, finalizada la feria, es hora de resumir lo más destacado de los cuadros de puntuación de toros lidiados en este San Isidrillo 2011, incluida la corrida de la Prensa, con la excepción de la corrida de Montecillo, a la que no asistí. Las fichas individualizadas de cada una de ellas han sido publicadas en el blog, junto con las notas de cada festejo.

El cuadro de toros que han obtenido una nota superior a 2,5 (sobre 5) es el siguiente:

PuestoPuntuaciónNombreGanaderíaFechaTorero
3,60Cervato Ventorrillo 3º 17/05 Talavante
3,04Arrestado (*)Alcurrucén3º 25/05Castella
3,00TartaneroJosé Escolar1º 12/05Rafaelillo
3,00PodadorCuadri5º 02/06Iván Fandiño
2,80GraciosoCortijillo2º 26/05Morenito de Aranda
2,75DisparadoJ. P. Domecq6º 13/05Morenito de Aranda
2,65ColombinoVellosino6º 11/05Rubén Pinar
2,59Arbolario IPalha5º 01/06Salvador Cortés
2,59TrabajosoNúñez del Cuvillo6º 18/05Manzanares
10º2,59MajitoJosé Escolar4º 12/05Rafaelillo
11º2,58AviadorCuadri3º 02/06Alberto Aguilar
12º2,56PelotitaValdefresno5º 10/05Matías Tejela
13º2,53EscribanoAlcurrucén1º 25/05Joselito Adame

(*) Premio de Taurodelta al mejor toro.

Por tanto, y siguiendo la tónica de años anteriores, de 108 toros, sólo 13 obtienen esta nota mínima de 2,5 puntos, lo que representa un ridículo 12%; es decir, sólo uno de cada ocho toros lidiados superan ese listón.

El cuadro de los peores toros, con puntuación inferior a 1,25 es el siguiente:

PuestoPuntuaciónNombreGanaderíaFechaTorero
1,05MoritoPartido de Resina4º 22/05Ignacio Garibay
1,22HistriónParladé1º 20/05Castella
1,22LocuraSamuel Flores2º 29/05Antonio Ferrera
1,22LaboriosoNúñez del Cuvillo2º 15/05Morante de la Puebla
1,23Dudosillo IIValdefresno4º 10/05Juan Bautista
1,24Rompe-LunaEl Cortijillo4º 26/05Diego Urdiales
1,24TrajecitoEl Torreón4º 24/05Juan Mora

El toro más ligero fue Disparado, de J.P. Domecq, con 512 kilos, y el de más romana, Morito, de Partido de Resina, que llevó la báscula hasta los 672 kilos. La media de peso se situó en 552 kilos, entre los 529 de la corrida de J.P. Domecq y los 590 de la de Cuadri.

Las puntuaciones de las nueve ganaderías que han lidiado corridas completas son las siguientes:

GanaderíaPuntuaciónFecha
Celestino Cuadri2,3502/06
Alcurrucén2,3225/05
Ventorrillo2,2617/05
José Escolar2,2412/05
Juan Pedro Domecq (**)2,1413/05
Vellosino2,0011/05
Valdefresno1,7810/05
Núñez del Cuvillo1,6915/05
El Cortijillo1,5323/05

(**) Premio de Taurodelta a la mejor ganadería.

En cuanto a comportamientos (valorados de 0 a 5), las puntuaciones más altas fueron:

AspectoGanaderíaPuntuación
FijezaVentorrillo2,67
MovilidadSamuel Flores3,00
AcometividadAlcurrucén / J.P. Domecq2,50
Embestida al caballoCuadri2,67
Embestida a los engañosJ.P. Domecq2,33
FuerzaJ. Escolar / Cuadri3,33
NoblezaJ.P. Domecq3,17
FierezaJosé Escolar3,17

No han estado mejor los novillos, pues de 18, sólo dos destacaron con más de 2,5 puntos:

PuestoPuntuaciónNombreGanaderíaFechaNovillero
2,96FaroleroMontealto2º 23/05Sergio Flores
2,90CallejónFlor de Jara5º 16/05Víctor Barrio

P.D. El sistema de puntuación puede consultarse pinchando en este enlace.

"Cervato" de El Ventorrillo
Hierro de Herederos de Celestino Cuadri Vides
Imagen tomada de www.lasventas.com
Imagen tomada de wwww.celestinocuadri.com

viernes, 3 de junio de 2011

Sencillamente, 6 toros de lidia. Las Ventas 2 de junio de 2011

¿Qué es un toro de lidia? Cualquiera de los seis que ayer salieron por la puerta de chiqueros en Las Ventas.

¿Qué es un toro, pero no de lidia? Casi todos los que pueden sufrirse en festejos de taurinos por toda España; y, en especial, la mayoría de los que salen por aquella puerta de chiqueros cuando se anuncian los primeros del escalafón, dizque "figuras".


Antonio Bienvenida y Manolete, a ambos lados del "postigo" de Las Ventas.
¡Atónitos ante los que han sacado a hombros por ahí!

Llamé temprano al móvil de Don Venteño. Quería conocer cómo le había ido en Urgencias. Fue su hijo quien me atendió para darme razón de lo que sucedió: nada más llegar a casa pidió que avisasen al 112 mientras él hacía una llamada. La ambulancia del SAMUR llegó casi al instante y diagnosticaron un infarto de miocardio. Trasladado inmediatamente al Gregorio Marañón, le ingresaron en la UCI, donde continúa en estado crítico.

Me acerqué a primera hora de la tarde a ver a la familia, que aguardaba en el hospital a que dieran las ocho, horario de visita en la UCI. Me dieron su entrada para la corrida de hoy y me pidieron emocionados que me sentara en su localidad, para que no quedase vacía.

Con su entrada y con la mía en el bolsillo me encaminé a la plaza, pero me desvié antes al "Rincón de César", para poner a Remi al cabo de la calle de lo sucedido. Pasaron las 7 en el reloj, sin ganas de ir a la plaza y me quedé en el bar, sentado en la mesa del fondo, viendo la corrida por televisión y hablando a ratos con Remi, que andaba trasteando en el establecimiento para tenerlo preparado todo cuando llegasen de nuevo los clientes.

Al terminar la corrida, le pedí a Remi papel y me puse a escribir una carta a don Venteño.

Mi querido amigo:

Sus hijos me han dado su entrada, para que no quedase vacía la localidad. Pero usted entenderá que me dijera qué leches pintaba yo allí, mientras usted estaba lidiando un auténtico malage en otra plaza, y a puerta cerrada. Así que habrán quedado vacías dos localidades: la suya y la mía.

No me gustan los toros por televisión. No es menester que le explique el motivo. Pero estaba a gusto en el bar y he visto la de Cuadri tan ricamente sentado. ¿Que cómo ha estado?

Bien se dice que la procesión no acaba hasta que pasa el último cura. Y esta insufrible y larguísima procesión de San Isidrillo ha ido a terminar cuando usted se me ha caído del cartel. Sepa que este último cura era lo que deberían haber sido todos los curas en esta procesión isidril... una corrida de toros. Así, sencillamente: una corrida de toros. Fernando Cuadri, ese ejemplar ganadero, nos ha redimido de tanto tedio a los que aún creemos que el Toro no es ese animalito blandengue, al que hay que cuidar, no le dañe un picotazo, que tiene que "colaborar" con el torero para que pueda pegarle 60, 70, 80 o mil muletazos, dejando que se ponga bonito para salir bien en la foto. Hoy la Tauromaquia se ha dado un paseo por Las Ventas, altiva, orgullosa de que por una vez el Toro sea la base necesaria para la propia existencia del espectáculo. Esta tarde, la torerimaquia -como usted y como yo, qué paradoja- no se ha dado su habitual garbeo por la calle de Alcalá.

Cómo habría disfrutado usted viendo salir, uno tras otro, seis toros serios, imponentes, que desde el primer momento decían aquí estoy yo, un respeto, sin tambalearse, sin blandear, sin huir a los terrenos de nadie. Así se viene a Madrid (como tituló su crónica Joaquín Vidal en 1993), y el que quiera oír, que oiga. Y los picadores a zurrar, que han dado de lo lindo. Luego, cada uno se ha comportado a su manera, o a la manera que le ha dejado el diestro de turno, que no ha habido uniformidad de actitudes (y aptitudes) ni en toros ni en toreros.

Respecto de los coletudos también le digo que sólo con anunciarse hoy suman más puntos que los estéticos con sus jaleadas faenitas.

No le voy a aburrir con detalles, y abreviaré.

El Fundi, torero curtido en mil batallas, pero que no está en su mejor momento, decidió tirar por la calle de en medio con sus dos toros, los más ásperos y complicados y de menos opciones del encierro, y eso que uno se llamaba "Aragonés", como el de 2008. No seré yo quien se lo afee al de Fuenlabrada. Por supuesto, tampoco se lo aplaudo.

Iván Fandiño ha estado en torero, usted me entiende. Se dirá que ha tenido suerte, porque sus toros han sido los más nobles. Probablemente ha sido así. Pero también es cierto, como dice don Fernando Cuadri que "La nobleza del toro encastado sale si el torero consigue dominar la casta". Nobles, pero que pedían el carnet. A lo que iba. Fandiño ha estado bien en sus dos toros. Saludó al primero sacándolo a los medios y enseñándole a embestir, y le toreó de verdad, es decir, no sólo colocándose en su sitio y citándole por delante, sino también ligando los pases con la derecha, tocando en el momento preciso; por el izquierdo era más espabilado. Y mató de estoconazo. Más que notable fue el saludo al quinto por verónicas firmes y ajustadas, bien rematadas con doble media. Y la faena, valentísimo, asentado y poderoso con la diestra, una lucha de poder a poder con un toro bravo, que acabó ganando "Podador", quizás por el sentido adquirido en algunos enganchones. Se atracó de toro y salió vivo porque el pitón derecho no caló en la tripa.

Otro que ha salvado milagrosamente el pellejo ha sido Alberto Aguilar, muy a merced de sus toros. Remi, que parece no está a la jugada, y vaya si lo está, me comentó: "Mucho arroz para tan poco pollo". No se lo acepté por lo que supone de despectiva la frase para un torero, pero era un buen resumen. El tercero nos regaló un espectacular tercio de varas, de lucha y poder. ¡Si le hubiera visto romanear! Por desgracia, el castigo sacó a la superficie su escondida mansedumbre y se rajó pronto, no sin pegar un buen viaje al madrileño, al que levantó enganchándole por la taleguilla y dibujándole en el aire un "gancho" en el abdomen que, de calar, podría haberle mandado directamente al otro mundo. Y por poco se libró también al entrar a matar. El sexto le desarboló por completo, se hizo el amo y Aguilar no supo resover la papeleta.

Los subalternos sudaron la gota gorda. Le destaco a Juan Carlos Sánchez picando al espectacular tercero y a Pedro Lara asomándose al balcón, y ya tiene mérito, en el quinto.

Estas letras las estará leyendo, con sus gafas "de ver", en la habitación del hospital, cuando haya salido de la UCI, aún con el susto en el cuerpo. Por favor, no la compare con ninguna crónica que pueda tener a mano, que no quiero quedar en ridículo.

Ya me avisará cuándo puedo ir a visitarle, que no soy de los que agobian a los enfermos y a sus familiares cuando la enfermedad aconseja tranquilidad.

Reciba un fuerte abrazo de su amigo

Cadahalseño.

P.D. Me dice Remi que le tiene preparada sus Mahous 5 estrellas, para cuando el médico le autorice a beberlas, y que se recupere, pero sin dar mucha guerra a las enfermeras.

La releí y la guardé en el bolsillo. Se acercó Remi:
-Cadahalseño, dime qué quieres, que la casa invita. Y si no te molesta me siento aquí contigo, que ya se me ha despejado el bar.

-Tomaré un coñac, el que te parezca.

Apareció con una enorme de copa, en cuyo fondo ondulaba una buena dosis de Gran Duque de Alba, Serie Oro, y con un cubata para él. Se sentó:
-Pobre don Venteño. Yo ya venía notando que algo le pasaba, pero nunca supuse que fuera tan grave. Es cliente desde hace mucho tiempo y le habia cogido cariño, aunque fuese un viejo cascarrabias.

Le interrumpí: -Esperemos que siga siéndolo.

-Ya, pero por lo que cuentas tiene la cosa jodida.

-Sí, para qué ocultarlo.

-¿Has sacado el abono del Aniversario?

-No. Mi apego a esta empresa es muy escaso, y los carteles no ayudan, sobre todo después de este empacho. Sólo saqué la de la Beneficencia. Así que el próximo día 8 a lo mejor me dejo caer por aquí.

-Ese día todavía estaremos abiertos, pero me temo que no pasamos del verano. La crisis y la prohibición del tabaco nos tienen hasta el cuello. Este mes, gracias a los toros, podemos respirar, pero en cuanto pase la feria del Aniversario, esto se queda muerto. Para la feria de Otoño seguramente vas a tener que buscarte otro bar, y yo antes otra cosa. ¡Mira que si tengo que volver a C'an Pastilla!

Nos quedamos hablando un buen rato sobre lo divino y lo humano. Al irme, palpé en el bolsillo las dos entradas sin utilizar. Le di la mía a Remi y me quedé con la de don Venteño, por esa cosa sentimental que todos tenemos, unos más en la piel y otros en lo más recóndito.

Me fui andando a casa y al pasar junto al Gregorio Marañón, saqué la carta que había escrito, la rompí en cuatro pedazos y la tiré a una papelera. ¡Para qué pasarle por los morros a don Venteño lo que se había perdido!

Cuadro de puntuación de la corrida de Cuadri el 02/06/2011 en Las Ventas


Nota. No es habitual, pero por su importancia, he puntuado una corrida que no he presenciado en la plaza, sino a través del televisor.

jueves, 2 de junio de 2011

¡Picoooooooo! Las Ventas 1 de junio de 2011

Andaba Luis Bolívar intentando sacarle algo al complicadísimo cuarto, un toro gazapón, pegajoso e incierto. Probablemente, el colombiano no estaba haciendo las cosas todo lo bien que debiera, pero en lo que evidentemente no podía entretenerse era en darle pases y ponerse bonito como si fuera ese borreguito habitual de una tarde sí y otra también. Y en esos afanes andábamos, cuando una voz desde la grada del 3 recrimina al diestro: ¡Picoooooo!

Son lo perniciosos efectos del triunfo de la torerimaquia.

Los papelillos en el 4. La faena, en el extremo opuesto. ¿Para qué los echan?

Me apresuré a llegar al "Rincón de César" porque tenía interés en conocer la opinión de don Venteño sobre la corrida. Tanta prisa me di, que hube de esperar un rato hasta que compareció. Me pareció avejentado.

-Buenas tardes. Perdone el retraso pero esta cuestecita me ha fatigado. Hoy prefiero un vaso de agua.

-Tome asiento y descanse. ¡Remi, un vaso de agua especial para el maestro!

-Ya no tengo fuerzas ni para cabrearme. Porque mire que ha habido razones para ello. Empezando con don Joao Folque. Claro, que en el pecado lleva la penitencia, porque ha dado munición a sus enemigos, que tiene muchos y poderosos.

-No ha sido su mejor tarde en Las Ventas, pero tampoco ha sido la peor corrida de la feria.

Se acodó en la barra, limpiándose el sudor de la frente:
-Es igual, mañana leerá usted en el papel y en los medios de internet que ha pegado un petardo, que los presuntos toristas somos unos ignorantes y que todas estas ganaderías no son sino hatos de moruchos. Se les habrá olvidado una buena lista de vacadas que han fracasado, como Samuel Flores, Las Ramblas, El Cortijillo, El Torreón, Parladé, Puerto de San Lorenzo, Núñez del Cuvillo, Vellosino o Valdefresno. Para este atajo de majaderos no habrá habido más petardos que Palha y Partido de Resina, e incluso, alguno de los más estúpidos querrá meter también a José Escolar. Y proclamarán que la auténtica bravura es la de los toritos de las figuras, porque embisten con nobleza y "colaboran", y que eso es lo único que hay que traer a Madrid. Y esto cala en los ignaros espectadores que les siguen y que repiten su matraca como loritos. Y algún jurado acabará dando un premio a "Rodalito", no te jode.

Todo esto lo dijo en voz alta, como queriendo que la concurrencia le escuchase y se abstuviese de decir alguna tontería al uso.

-Sabiendo eso, efectivamente, don Joao Folque debió al menos cuidar la presentación, que ha sido mala. En particular, el avacado tercero no debió ni embarcarlo en la finca.

-¡Claro! Que no estamos en condiciones de perder batallas contra los taurinos, que son los peores enemigos de la Tauromaquia. De lo que no se darán cuenta es que esta tarde pocos se habrán dormido, a diferencia de otras muchas de sonoros bostezos. ¿Eso es lo que quieren estos necios, bostezar? Pues yo no. Ni tampoco ver pegar mil pases a un carretón. Yo quiero ver lidiar a un toro, poderle, someterle y llegar a la creación artística, y no a la falsa pose estética.

Cada vez sudaba más y empeoraba su aspecto, pero hoy parecía dispuesto a defender su verdad con uñas y dientes:
-Mire cadahalseño. Ellos no se conforman con tener el 95% de los carteles de la temporada según su dudoso gusto. Necesitan el 100%, asfixiarnos, no dejarnos ni un festejo con toros de lidia. ¡Coño, que nos dejen vivir! Y así pasa, tanto se ha extendido la torerimaquia, que ni los toreros conocen la técnica de lidiar, ni los públicos saben que hay algo más que el derechazo y el natural. Y sale un toro complicado y en seguida se oye: "No sirve, es manso, mátalo". Y así no sobreviviremos.

-Hablemos algo de la tarde de hoy. Si quiere empezamos por Luis Bolívar.

Volvió a beber agua, mientras se tocaba el pecho con la mano:
-Me ha debido de sentar mal la comida, porque tengo unos gases que casi no me dejan respirar. ¿Luis Bolívar dice usted? Tiene un problema: que luce los toros. Les da distancia y ventajas, y con eso tira piedras contra su propio tejado, puesto que la gente se pone de parte del toro, magnificando sus virtudes. Y si encima no lo aprovecha, peor, como le pasó en el primero, soso, pero que metía la cara. Y con el cuarto, que había que poderle, fue incapaz de meterlo en el canasto.

-Tampoco anduvo muy despierto Salvador Cortés.

Don Venteño se removía en el asiento, como si estuviera incómodo:
-El sevillano lo intentó, pero a ver las condiciones de sus toros: el playero de Carmen Segovia, fue de arrancada, frenazo y derrote, que acabó como uno de Guisando y con el que se puso terco; y con el altísimo y largo quinto, le faltó dar el paso en la faena de muleta, porque se limitó a sobarle y ahí se vio que el toro respondía por abajo. Aunque no estuvo bien, le pitaron injustamente, porque fácil, no era. Un silencio habría bastado.

-Por cierto, que ese quinto fue el único que hizo buena pelea en varas. Los demás, sobreros incluidos, mansearon sin disimulo. Si acaso el cuarto empujó en el peto, pero salió suelto en los dos encuentros.

-Y lo que fueron lanzas del público para el colombiano y el sevillano, se tornaron cañas para el madrileño. Y ya me gustaría saber por qué. David Mora estuvo mal. Así, como le cuento. Al tercero, que, como dicen los taurinos, "se dejó" en las dos primeras series, aunque se colocó bien, le cortó el ritmo con el unipase y sus dudas para no dar el toque y ligar los muletazos, situándose además donde más viento hacía. Y con el sexto de Aurelio Hernando dio un auténtico mitin en la brega, que en otros tiempos habría desencadenado el escándalo en los tendidos. Pero hoy, ya ve, lo único que celebran los tendidos es la resurrección de don Hilarión en la grada del 8. Ese jabonero, que se volvió tres veces a toriles, era abanto y descastado, y lo primero que debió hacer, y no hizo, fue fijarlo con el capote. Hasta que no salió Domingo Navarro por la tronera del burladero del 10 y le citó dos veces desde allí, ese animal fue durante muchos minutos a su libre albedrío. Después, tras permitir demasiadas entradas al caballo, en la muleta dio mil pases a un "charolés" que llegó a quedarse dos veces a medio pase, sin torcer un milímetro el cuello, como buey uncido al yugo. Y mató tan mal como sus compañeros. Si algo hay que poner en su haber, amén de su valentía, es el de realizar el único quite "artístico" de la tarde, al sobrero de Carmen Segovia, aunque las chicuelinas quedaran deslucidas.

-Sí, porque el que se infló a quites fue Domingo Navarro, al que ha mentado antes. Tres, a una mano, en el segundo tercio del tercero, otro más en el del sexto, más otros tres quites echando el capote oportuno desde el callejón: uno, a la salida de un par en el quinto (tendido 10); otro, en el primer tercio del sexto (tendido 2); y el tercero, a David Mora a la salida de la suerte de matar en ese mismo toro (tendido 5). Qué afición tiene este hombre.

-Así es, mereció saludar, como lo hicieron Juan José Domínguez y Pedro José Mariscal por su gran exposición para clavar en la cara del segundo, a milímetros de ser prendidos.

Se calló de repente e hizo un gesto de dolor, llevándose la mano al pecho.

-¿Le pasa algo?

-No sé, estos gases...

Me alarmé: -Déjeme que llame a un taxi y le llevo al hospital.

-No, déjelo. Iré, pero antes tengo que pasar por casa, para hacer un llamada.

-Tome mi móvil y llama de camino.

-No, necesito unos datos que tengo en casa.

Remi, que parece distraído, pero siempre al loro, me ofreció el coche para acercarlo a su casa. Don Venteño se montó torpemente:

-Qué injustos somos, cadahalseño. Al final, despidideron con pitos a Bolívar y a Cortés, y con aplausos a Mora. Pero si solo con anunciarse con los palhas merecen un respeto. Que piten y exijan a El Juli, a Morante, a Manzanares, a Cayetano, etc., porque estos figuritas nunca se acartelarán con ganaderías así. Ni por hacer un gesto.

Le ayudé a bajarse. Se negó a que le acompañara hasta su piso, asegurándome que en cuanto hiciera la llamada, su hijo le llevaría a Urgencias. Me despidió en el portal, emocionado, con los ojos brillantes y la voz quebrada:
-Amigo, ha sido un auténtico placer. Adiós.

Me abrazó unos segundos, apretándome fuertemente. Le vi meterse en el ascensor y me invadió la amarga sensación de que algo se acababa irremesiblemente.

Cuadro de puntuación de la corrida de Palha el 01/06/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

miércoles, 1 de junio de 2011

Vuelve a abrirse el postigo. Las Ventas 31 de mayo de 2011

Dos orejitas no pueden, no deben, abrir la Puerta Grande de Las Ventas. Hay que cambiar de una vez por todas esa regla para evitar que se devalúe aún más la categoría de esta plaza. O cambia el Reglamento Nacional o la Asamblea de Madrid toma cartas en el asunto. Pero esto no puede seguir así. Entretanto no la llamemos Puerta Grande sino postigo.

Fernando Téllez, por fin, consigue poner orden en la capea

Coincidimos en la misma puerta del "Rincón de César", porque don Venteño se había entretenido en curiosear:
-Hace muchos años que no iba a ver salir a un torero por la Puerta Grande, y a fe de que en mi vida se me volverá a ocurrir. Los policías de a pie y, sobre todo, a caballo, se emplean contra la gente como si hubieran de reprimir la más violenta y numerosa manifestación de la que se tenga memoria en Madrid. Me río yo de los grises.

-No sabe cómo me alegro por ello.

Me miró incrédulo, mientras pasábamos dentro:
-¿Se alegra de ese exceso policial?

-No, hombre. Me refiero a que le haya echado ganas para irse allí. Eso demuestra que está mejor.

-No del todo, pero no le voy a jeringar con mis males. -Se dirigió a Remi: -Buenas tardes, Remi. Una de las mías y una caña bien tirada, que es para el cadalseño, por favor.

 -Y sin favor -respondió el templado camarero.

De improviso se echó a reír:
-También hacía tiempo que no reía tanto. ¿Ha visto correr al alguacilillo por el callejón, como alma que lleva el diablo, buscando desesperadamente el burladero de los areneros? Ya no tenía peligro, porque el portero había cerrado el paso al toro con una hoja de la puerta, pero él no miraba para atrás.

-Pues alguno lo pasó mal en ese salto del cuarto al callejón, y si no que le pregunten a un arenero que andaba por donde no debía.

Se acomodó en un taburete, pinchó un pepinillo de aperitivo:
-Estuve a punto de irme cuando murió el tercer toro, pero por no mover a toda la fila del tendido, me quedé. Y acerté, porque la segunda mitad ha estado entretenida.

-¿No le gustó el segundo?

-Por supuesto que no. Un torito justo de presencia y de fuerzas, al que apenas se picó y que fue un carretón en la muleta, ¡cómo me va a interesar! Me pareció más un cuvillito que un ibán.

-César Jiménez lo toreó...

Me cortó de inmediato:
-¡Pulcro! que es lo peor que se puede decir en estos casos. Bueno, eso por la derecha, que por la izquierda, ni eso. Y de capote ¿recuerda algo? Si por eso le quieren dar una orejita, a mí me resbala. Al fin y al cabo, la entrada me cuesta lo mismo. Como usted dice, torerimaquia pura y dura. Por cierto, que hoy ha vuelto a su época lozanística y ha inciado la faena de rodillas. ¿Recuerda que lo hablamos anteayer?

-Sí, perfectamente. Pero esa actuación últimamente aquí se premia con una oreja.

-Ya, y faenas como la del quinto también se han premiado con una oreja, y como oreja más oreja, según el Reglamento, es igual a Puerta Grande, pues por ahí ha salido. Yo no le habría dado dos orejas, precisamente para evitarlo, pero no soy el presidente de Las Ventas, para mi ventura y para desgracia de la plaza.

Me reconfortaba verle en ese plan. Pero quise chincharle: -No estoy de acuerdo con que necesariamente tenía que salir por el "postigo". En primer lugar, aisladamente considerada, la faena al sobrero de Carmen Segovia no era de oreja. ¿Qué hizo para ello? Un quite insulso por chicuelinas; empezar mal la faena por arriba, cuando el toro en el caballo y en banderillas había llevado la gaita por los cielos, y, cuando descubrió cómo se entregaba por abajo, no se quiso tampoco meter en muchas honduras, y menos con la zurda. ¿Qué mató bien? No es suficiente.

Hice una pausa para liquidar la caña: -Pero supongamos por un momento que esa faena era de oreja, justita, pero oreja. Pues bien, aplicando el Reglamento se puede negar, aunque haya petición, si ésta no es rotunda.

Don Venteño levantó las cejas, en un gesto entre guasón e incrédulo:
-Me lo explique el señor jurista.

Aparenté solemnidad: -Vamos a ver ¿usted cree que en Las Ventas ha venido exigiéndose que la Puerta Grande se abra solamente cuando la actuación del diestro ha sido especialmente importante?

Contestó sin convencimiento:
-Yo le diría que en los últimos tiempos lo dudo, pero supongamos que sí, que es lo que se ha venido exigiendo.

-Si consideramos que esa exigencia es una costumbre, el presidente puede valorar si la petición de una oreja que puede abrir la Puerta Grande, es o no mayoritaria, atendiendo precisamente a esa circunstancia, porque se lo autoriza el art. 40.4 del Reglamento: "Sin perjuicio de la exigencia de que se cumpla con exactitud el Reglamento, el Presidente tendrá en cuenta los usos y costumbres del lugar". Digamos que para conceder esa segunda oreja que descerroja la Puerta de la calle de Alcalá, el usía debe comprobar que hay una especie de mayoría reforzada de pañuelos, y no una justita.

Se quedó un poco descolocado. Cortó por lo sano:
-Bueno, dejémonos de los despojos, que ya le dije que no me interesan. Para mí, lo mejor de la tarde han sido los dos pares de Jesús Arruga en sus dos toros. Y, además, atento y oportuno en el quite a Pedro Vicente Roldán en el primero.

-Es cierto. Y no nos olvidemos de José Daniel Ruano, tan torero en el cite del primer par y tan expuesto en su segunda entrada al quinto de la tarde. Y de Llaverito. Pero vayamos a los toros; el encierro de Peñajara, ¿qué le ha parecido en conjunto?

-Variado de juego, con la nota común de su mansedumbre, y de desigual presencia. Ya hemos hablado del carretón segundo. El primero manseó de libro en sus tres entradas al penco, aunque derribase en la segunda, y en la muleta solo tuvo media arrancada, siempre a la defensiva. Ahí, Eugenio de Mora demostró que sólo le cabe una faena en la cabeza: la de derechazos, naturales y los de pecho. Pero claro, si el toro no es el habitual, esos pases no sirven. Y lo mismo le pasó en el cuarto, en que además dejó que le dieran de lo lindo en la segunda vara. Llegó bronco y dando hachazos a la muleta y sólo se le ocurrió tocarle por arriba. El resultado fue que en uno de esos derrotes le lesionó la mano. Pues ese toro de genio tenía su lidia, que no era la que le dio el toledano.

 -No sé que va a dejar para Javier Cortés.

-Lo que yo no sé es que méritos acredita para anunciarse en la feria. Misterios de los despachos. No es que tuviese material para el lucimiento estético, precisamente, pero sí tuvo para torear, que no es lo mismo que poner la pañosa en la cara del toro a ver si le da por pasar. El tercero sólo tuvo dos arrancadas, que el madrileño no aprovechó, dejándole tropezar en la muleta. Y el sexto, encastado, que le robó el percal de salida, metía la cara con cierto genio, y, sin embargo, Cortés le hizo parecer un marrajo con sus dudas y destoreo. Y, como Eugenio de Mora, mató mal.

Se me hacía tarde: -Ciertamente, me gustaría haber visto a estos toros en otras manos para saber qué juego pudieran haber dado, dentro de su mansedumbre. Pero tal cosa nunca lo sabremos. Si le parece, nos vamos, que tengo aún cosas que rematar.

Se incorporó:
-Remi, cóbrame que el cagaprisas se me escapa.

Sonreí, sobre todo por comprobar que hoy don Venteño se me estaba viniendo arriba: -Por cierto, no sé si se ha fijado en el detalle del mono cuando el sexto ha derribado a Joaquin Sevillano. Estaba todavía caído el picador, y el toro encelado en el caballo caído. Pues bien, para evitar algún perjuicio al equino, no se la ha ocurrido más que colearlo. De haber salido a la primera, el toro se habría llevado por delante a Sevillano.

-Sí, lo vi, y también de qué forma se vengó el varilarguero después, masacrándolo con la puya.

 Ya en la acera le comenté: -Espero que mañana don Joao Folque nos regale uno de sus grandes encierros.

-En los corrales sólo había tres palhas, mal asunto.

-No es buena señal, no.

-Está bien, cadahalseño, vaya a sus cosas, no me lleve yo las culpas.

-Se las llevará, en cualquier caso. Hasta mañana.

Cuadro de puntuación de la corrida de Peñajara el 31/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

martes, 31 de mayo de 2011

Ni un novillo negro. Las Ventas 30 de mayo de 2011

Desde que el predominio de los encastes de la ráiz Vistahermosa puso la geografía taurina de luto, es raro presenciar una corrida como la novillada de esta tarde en que no salga, al menos, un ejemplar de pelo negro o cárdeno. ¿Será una casualidad o una nueva moda en la selección?

Un americano (Richard Pickers) fotografía la voltereta de otro americano (Diego Silveti) en Madrid

En las novilladas del ciclo isidril es habitual encontrarse con cuadrillas de amigos que inician la tarde de toros por la mañana y la terminan según el carácter y la libertad de cada cual. Este era el caso de un grupo que se dio cita en "El Rincón de César" al terminar el festejo, y cuya euforia se hacia notar. Por eso, don Venteño me condujo hasta la mesa del fondo, donde los decibelios quedaban más amortiguados.

-¿Qué tal se encuentra hoy?

Me miró a la cara:
-Cadahalseño, no se le oculta que llevo unos días mal. No sé qué me pasa, pero me encuentro fatigado. Tendré que ir al médico, como todo jubilado que se precie.

Traté de restarle importancia al cansancio: -¡Bah! es que la feria es demasiado larga, y al final se hace cuesta arriba, sobre todo, cuando ha habido tanto malo y tan poquito bueno. Digo esto para mí y para usted, que estamos vacunados de triunfalismo.

Tenía esa mirada triste de quienes saben que los ánimos de los demás sólo servirán para tranquilizar su conciencia. Cambió de tema:
-He dicho a Remi que le ponga una caña. Yo tomaré una manzanilla, por hacer gasto, ya sabe.

-¿Qué le han parecido los novillos?

-En general, un asco. No sé qué coño estarán haciendo los de Edificaciones Tifán, y si los ruidos de la Operación Malaya han hecho eco en el cuidado y en las tientas de los últimos años. O si dejan lo bueno para toros y lo malo para novillos. Lo cierto es que cuatro de los seis utreros son para enviar a sus madres al matadero, y los otros dos, para ponerlas en cuarentena.

-¿Se refiere al tercero y al sexto?

Remi siempre atento y servicial, nos acercó lo pedido; eso sí, sin prisas. Nos informó que Ortega Cano seguía estable.

-Este hombre, me refiero a Ortega, me da muchísima pena, porque es buena gente y la vida hace tiempr que le trabucó su destino natural. Hoy tenía que haber estado en el callejón, como apoderado de Rafael Cerro. Y volviendo a su pregunta, efectivamente, lo único salvable fue el lote del debutante. Lástima que el tercero se quedase cojo de la mano izquierda al inicio de la faena. ¿Sabe? no me gusta que traten de torear a un toro lesionado. Son ventajas que desequilibran aún más la lid, la pelea entre toro y torero, que es consustancial a la Tauromaquia.

-Esto no lo entenderán los aficionados a la torerimaquia.

-Ese es su problema; no el mio. Tampoco me gustó en el sexto, pero se lo perdonó por ser novel. Ese jabonero sucio, o barroso, según se mire o no el morrillo, estaba cuajado y era cómodo de cara. Como fue un  un manso redomado en el caballo, quedó poco castigado y llegó alegre a la muleta, arrancándose desde lejos y desplazándose varios metros. Pero la embestida era rectilínea, no ofrecía problemas, salvo atemperarle la velocidad. Y el de Navalmoral de la Mata no solo no se lo trajo para dentro, sino que descargó la suerte a partir del primer pase de cada serie, llevando la pierna contraria muy atrás para alargar aún más si cabe la embestida del utrero. Fue una faena muy larga, de muchas series y ninguna redonda. Y no se puede matar tan feamente.

-Ya se vio en banderillas como perseguía. Que le pregunten a Yesteras, que le olió dos veces el trasero y la segunda a poco lo estrella en el burladero.

Se echó la manzanilla a la taza, exprimiendo el sobrecito con el hilo enrollado a su alrededor.
-Con su veteranía, Yesteras podría haber zigzagueado algo en la carrera. Claro, que a lo mejor pensó que alguien le haría el quite.

-El que menos suerte tuvo fue el mejicano. Enlotó dos novillos poco propicios. El primero, huidizo; y el cuarto, que se acabó en la tercera serie. Claro, que tampoco aprovechó las dos primeras, dándole demasiada salida. Luego se rajó de plano. Por cierto, que me ha dicho un amigo aficionado y apasionado que no sacó el capote de paseo con el que un día antes en Cáceres salió a hombros. Era el del premio Racimo de Oro 2010 que obtuvo en Cadalso de los Vidrios.

Sacó el programa de mano y leyó la página de Diego Silveti:
-Pues aquí no dice nada de ese premio.

-Y no fue el único premio que consiguió. Que no lo digo porque sea mi pueblo. O sí. Sino para que vea lo desinformada que está la empresa.

-Y de estoque lleva un excalibur, que los peones no fueron capaces de rescatarlo del cuarto, por más intentos que hicieron. El que anduvo espeso fue Víctor Barrio.

-Creo que anduvo digno con lo que pechó. Al segundo le robó unas series, a fuerza de templar y bajar la mano, y eso que no era franco en la embestida, hasta que se paró. Y el quinto era un inválido con el que debió abreviar y no ponerse delante a quitarle las moscas. Y, encima, pinchó seis veces.

Hizo ademán de levantarse, como si estuviera incómodo.

-Don Venteño, si quiere nos vamos, que está todo hablado.

Acabó de incorporarse:
-Sí, poco ha dado de sí una novillada que prometía sobre el cartel.

Dejé unas monedas en la mesa y nos despedimos de Remi. No quiso que le acompañara a su casa:
-Bueno cadahalseño, esta "magnífica" feria da para poca conversación.

-Efectivamente. Por cierto que hoy hemos tenido el récord de quites. Cinco hizo Rafael Cerro, y tres Silveti y Barrio, aunque ninguno fue bueno. Barrio que dejó de recibir en los medios por tafalleras, como suele, y se decidió una vez a portagayola y otra con larga cambiada de rodillas en los medios.

-No me gustó ese galleo eléctrico del segoviano en el quinto con el capote a la espalda.

-Y de peones, destaco a Miguel Martín, que pareó con mérito al segundo y a Teodomiro Caballero, picando al sexto. Por el contrario, qué mal echó la vara Rubén Elías Cerro.

Me dio la mano derecha, mientras me apretaba el antebrazo con la izquierda:
-Adiós, amigo. Si no fuera por estos ratos, quizás a estas alturas me hubiese ya rajado, como un manso.

-No se preocupe. Usted embestirá hasta el final.

Cuadro de puntuación de la novillada de El Ventorrillo el 30/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

lunes, 30 de mayo de 2011

Ganado mular con esparavanes. Las Ventas 29 de mayo de 2011

El adjetivo "mular" era muy usado por Rafael Cabrera, para definir a aquellos presuntos toros "de lidia" cuyo comportamiento asemejábase al de una ruda caballería de campo. Y hoy ha habido grandes ejemplos en los de Samuel Flores. Lamentablemente, no es una novedad en los últimos tiempos que los samueles parezcan bueyes.

Y ya que me he referido a Rafael Cabrera, cómo lamento no poder leer sus detalladas crónicas. ¿Por qué silencian a los mejores? Me queda Domingo Delgado de la Cámara y poco más.

Imagen tomada de "bachiller.sabuco.com"

Fui hasta el "Rincón de César" detrás de dos aficionados veteranos, que iban contándose sus cuitas y renegando de la hora en que les entró este gusanillo, lamentando no haberles dado por los conciertos de música clásica, en los que invariablemente todo el auditorio aplaude al final, como si nunca la orquesta lo hiciese mal.

De nuevo me encontré a don Venteño sentado en la primera mesa, con una botella de cerveza sin encentar, y una tapa de crustáceos sobre lecho de salsa de mahonesa en canapé de panecillo, como bautizó Remi jocosamente a una rebanadita de pan con mahonesa y una gambita cocida. Le saludé, al tiempo que tomaba asiento a su lado: -Buenas tardes, por decir algo.

Me respondió con su mirada perdida hacia la calle:
-Pues no lo diga. ¡Remi, un vaso vacío, por favor! Es que no me apetece la cerveza, así aprovechamos la botella. Y tómese la tapa.

Me sorprendió tanto su desgana en beber como su arranque de austeridad.

-Me parece bien. Además, como domingo que es, ya tengo hecho el cupo. ¿Le apetece hablar de la corrida?

-No, pero me temo que usted se va a empeñar. ¿Acierto?

-Hombre, no lo vamos a dejar a estas alturas, cuando la feria está a punto de concluir, pero ganas me dan, desde luego.

Se volvió hacia mí, y como resignado contestó:
-De acuerdo, que por mí no sea. Al tema.

-Pues yo diría que la tarde se ha ajustado al guión temido, porque la mansada de Samuel Flores a estas alturas a nadie puede sorprender. Y completa, porque los toros rehuían capotes y petos, se dolían en banderillas, ponían los pitones por encima el estribo, y buscaban sin disimulo su querencia a toriles.

-Alguno se dolió tanto que parecía una mula con esparavanes. ¡Qué cabriolas al sentir los arponcillos y qué coces para defenderse en las ansias de la muerte!

-Y si unimos a ello las carreras atléticas de Padilla y Ferrera en banderillas, el cuadro completo de una película movida.

Me interrumpió ásperamente:
-¡Movida y mala! Es inaceptable que banderilleando los dos matadores, deba el de brega pegar mil capotazos para colocarles al animal. Y tanto par y tan poco bueno. Padilla sólo el tercer par, al sesgo, en el cuarto de la tarde. Y Ferrera, todo a demasiada velocidad y con ese horrible saltito al clavar, que deja deslucida la exposición de sus pares al quiebro y con re-quiebros. Me quedo con los pares de José Daniel Ruano al tercero, también de mucha exposición, y más toreros.

 En la mesa quedaba la muestra de nuestra desgana. Yo apenas había bebido un sorbo del vaso, don Venteño no se había llevado la botella a los labios, y la gamba seguía durmiendo en su lecho.

-A Ferrera le ayudó, en su aclamado segundo tercio al quinto de la corrida, la alegría del sobrero de Los Chospes, de la línea Algarra, un toro discreto de cara, cuajado y ancho de pecho, que manseó descaradamente en el caballo y que llegó rebrincado a la muleta, probablemente por el poco castigo, pero que tuvo posibilidades no aprovechadas por el extremeño de Ibiza, escondiéndole la muleta e incapaz de mandar y templar la embestida decidida del morito, de nombre tan poco agradable como "Impuesto".

 Se llevó la mano al bolsillo para buscar unas monedas. Mientras seleccionaba las precisas para pagar a Remi, me habló de César Jiménez:
-El que me desconcierta es el de Fuenlabrada. Cada cierto tiempo cambia de forma de torear. Cuando andaba con los Lozano, abusaba del toreo de rodillas. Cuando Joselito, se ponía desmayado y plomizo en faenas sin fin. Y ahora no sé a qué se dedica. Creo que ha perdido su personalidad, si es que alguna vez la tuvo. Le ha caído el único samuel manejable, el colorao tercero, otro manso, pero éste pasaba y se dejaba ligar, aunque sin codicia y sin humillar, y Jiménez ha estado toreándole por los suburbios. Lo mejor, el remate de su quite al quinto. Es de agradecer que al menos hagan el intento, porque es algo que empieza a ser excepcional. Eso sí, debería pensar en recortar un poco ese capote "de matrimonio" que usa.

Me despidió en la puerta:
-Lo que es imperdonable es tanto bajonazo infame. Y apenas se recrimina. Se está perdiendo todo, amigo cadahalseño. Y, lo que es peor, se nos va la vida sin casi darnos cuenta. Yo ya no estoy para luchar por esto, ni por nada.

Hice ademán de contestar algo para animarle, pero me volvió y me dio una palmada en la espalda:
-No diga nada y no me haga caso, que yo, como el toreo, ya no tengo solución. Vaya usted con Dios.

-Está bien, pero no se me deprima. Mañana no me falle.

Echó a andar despidiéndose con la mano. Y yo me alejé en la grata compañía de mi soledad.

Cuadro de puntuación de la corrida de Samuel Flores el 29/11/2011 en Las Ventas

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sábado, 28 de mayo de 2011

Mucha leña y poco fuego. Las Ventas 27 de mayo de 2011

A veces me da la impresión de que la empresa de Madrid se guía en la compra del ganado por los mismos criterios que, según gustaba decir a Fernández Salcedo, tenían las comisiones de festejos de muchos ayuntamientos. Hoy probablemente han traído a Las Ventas lo más aparatoso en arboladuras que pacía en Las Ramblas. Faltó que les hubiesen mirado también lo demás, porque no eran dignos de una plaza de primera. Y escasearon la fuerza y la casta, por supuesto.

Azulejo en recuerdo del maestro César Rincón, descubierto hoy.

No hizo falta llegar hasta la barra. Don Venteño estaba plácidamente sentado en la mesa de al lado de la puerta del "Rincón de César", concentrado en la lectura.

-No se me aparenta verle leyendo un libro en el bar.

Levantó la vista:
-¡Pero bueno! ¿es que acaso me toma usted por un anafalabeto o por un ministro, que viene a ser cosa parecida?

Me senté a su lado: -¿Puedo mirar qué lee?

Hizo ademán de dármelo:
-Lo vi el otro día en la biblioteca y lo saqué para curiosear y al final me lo voy a embaular entero. Es la "Correspondencia" entre Miguel Delibes y su editor barcelonés entre 1948 y 1986. Hay alguna pincelada taurina que hoy en dia jamás escribiría ningún editor catalán, ya ve como ha cambiado el ambiente taurino en esas tierras del Reino de Aragón. Por ejemplo, déjeme buscar... Aquí. En 1954 José Vergés escribe sobre la cuantiosa inversión hecha para una Guía de Madrid, y la necesidad que ello supone de desplazarse "a la capital", porque "es preciso salir a la plaza personalmente a vigilar el toro". También Delibes escribe con metáforas taurinas. Por citar una, en ese mismo año se refiere a la conveniencia de acelerar el pase de la censura para su libro "Diario de un cazador", y escribe: "Ya sabes que conozco a Pérez Embid y con Sisí [Mi idolatrado hijo Sisí] lidié el toro muy bien".

Remi me arrimó una caña, que hacía de contraste a la taza de café que hoy, de forma excepcional, era la elección de don Venteño: -Sí, mucho han cambiado las cosas en Cataluña. Por lo que veo, hoy anda usted de recuperación.

 -Ya sabe usted: "Días de mucho, vísperas de nada". Y como a mi edad no se recupera uno bien de algunos excesos, he decidido quedarme en casa y devolver la entrada.

-Habrá aguantado una cola espantosa.

-No, se la di a un vecino para que me hiciera la gestión. Pero dígame, ¿cómo ha estado la cosa?

-Desastrosa. Cuatro hierros han desfilado, los tres Pirris en las cuadrillas y tres veces se ha paseado Florito por el ruedo. Y podrían haber salido alguna vez más, no crea. Tanta variedad de hierros y una sola sangre: la bodeguera.

Se echó hacía atrás como resignado a oír al aficionado pesado que tiene que pegar la vara con su cantinela. Le tranquilicé: -Mire, tanto que criticamos a tanto coletudo que se pone plomo con la muleta ante un animal derrengado, y no quiero caer yo en la misma falta.

-¿Entonces, me va a hacer una de aliño?

-Exacto. El primero bis, de José Vázquez. Lo de "Aleas, ni los veas" pasó a la historia. Flojísimo y pastueño. El Cid pulcro y sin apenas tocar la zurda. Media caída y tendida. El cuarto tris, de José Luis Iniesta, también flojo y al que el de Salteras empezó la faena toreando ya por naturales, y apenas tocó la diestra. Todo sin historia. Necesitó de cuatro pinchazos sin soltar para fulminarlo con una estocada en su sitio. Se había anunciado con Las Ramblas y no mató ninguno.

No hizo ademán de intervenir. Proseguí: -Al segundo, de Las Rambas, le cuidaron en el peto, no le perdonó el quite Saldívar por chicuelinas rematadas doblemente sin enmendar y sufrió el segundo tercio de El Fandi, con un tercer par al violín que quedó en la arena haciendo una uve, por ese feísimo truco de unir los arpones con una goma. Me callo la faena. El quinto, del mismo hierro, apenas fue picado, facilitó un buen par a la moviola. La faena fue pueblerina, y se lo dice un paleto; tanto como el recibo de larga cambiada de rodillas y verónicas de paso atrás. Estocada fulminante, sin hacer la cruz, con golpe de pitón en la cintura.

Siguió callado: -Escaso de atrás el cuarto de la ganadería titular, manseó en peto y palos y anduvo "aborricao" en la muleta. De Saldívar recuerdo que lo recibió de rodillas con un giro previo y que se ayudó innecesariamente en los naturales. Estocada tendida, saliendo desarmado. Grandón y de casi 6 años era el sexto, con el que anduvo en el saludo. Le dio Almodóvar más de lo necesario en la primera vara. Atento El Fandi en los quites a los banderilleros. En la faena no hizo sino defenderse a cabezazos, y el mejicano le plantó cara, aunque sin someterle. Tardó en hacerlo pasar a mejor vida.

Cuando comprobó que había terminado, se decidió a hablar:
-Mire cadahalseño, esto no es de aliño. Lo habría solucionado como dicen en su pueblo.

Quedé expectante. Hizo una pausa y sentenció:
-Ná.

Cuadro de puntuación de la corrida de Las Ramblas el 27/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

Taurodelta tiene barra libre en Madrid

Desde el 8 de mayo, Taurodelta sabe que Curro Díaz no podría cumplir su compromiso esta tarde en Las Ventas, por la fractura de peroné que sufrió ese día en La Maestranza sevillana. Y ha esperado hasta la noche de ayer para anunciar su sustitución por Arturo Saldívar, elegido gracias a su actuación el 15 de mayo, según la nota de la empresa.
Se quiere justificar esta demora con el argumento de que la empresa esperó hasta finalizar la corrida de ayer, por si triunfase alguno de los actuantes. Seamos inocentes y creamos que esto es cierto. Ello deja en evidencia la categoría del sustituto, pues la empresa ha esperado hasta el último momento para decidirlo, al no encontrar algo mejor. Esas dudas de la propia Taurodelta con la idoneidad del mejicano para la sustitución de Curro Díaz, debían haber llevado a la deducción de que serían muchos los abonados que devolverían sus entradas. Y como solo dispodrían de unas horas para ello, lo mínimamente exigible es que la empresa hubiese habilitado un número suficiente de taquillas, en especial en la hora previa al festejo, para atender debidamente a los señores abonados y espectadores que deseaban devolver su localidad, al no estar conformes con la sustitución, devolución que necesariamente había de instarse antes de la 7 menos cuarto de la tarde, según previene el art. 33.3 del Reglamento Taurino Nacional:  
Artículo 33. 3. Los espectadores tienen derecho a la devolución del importe del billete en los casos de (...) de modificación del cartel anunciado. A estos efectos, se entenderá modificado el cartel cuando se produzca la sustitución de alguno o algunos de los espadas anunciados o se sustituya la ganadería o la mitad de las reses anunciadas por las de otra y otras distintas.

La devolución del importe del billete se iniciará desde el momento de anunciarse la (...) modificación y finalizará (...) quince minutos antes del inicio del [festejo]. Los plazos indicados se prorrogarán automáticamente si finalizados los mismos hubiese, sin interrupción, espectadores en espera de devolución.
Yo me malicio otra razón, que cualquier lector mínimamente avispado compartirá: si la sustitución se anuncia con una antelación de varios días, todos los abonados se habrían enterado con tiempo y muchos podrían haber optado por devolver sus entradas con comodidad cualquier otro día, sin tener que desplazarse ex-profeso a Las Ventas hoy viernes para conseguir la devolución del importe de su entrada. Pero claro, eso habría reducido los ingresos de la empresa, lo que no casa con la finalidad de lucro que persiguen las entidades mercantiles. Y Taurodelta S.A., lo es.

El resultado de todo esto son estas imágenes de la puerta de la plaza:

No es una concentración de "indignados" ¿o sí?
Es la "Cola de caracol" de abonados esperando obtener la devolución de sus entradas. 18.51

 Cabeza de ese caracol. Misma hora: 18.51

 Menos de 10 personas interesadas en sacar entradas para el festejo. Misma hora: 18.51
El número de taquillas es idéntico para despacho y para devolución de entradas.

 Cola de abonados aún pendientes de la devolución de su entrada. 19.03


Los miembros del Cuento de Arreglos Taurinos no tienen ninguna preocupación: ni están vigilantes ante la gestión de la empresa concesionaria, tan poco respetuosa con los consumidores, ni tienen necesidad de pedir la devolución del importe de sus pases de callejón. ¡Yo también quiero ser feliz!

viernes, 27 de mayo de 2011

La insufrible falta de casta. Las Ventas 26 de mayo de 2011

La volubilidad es una característica indisociable a lo taurino: por ejemplo, un toro puede cambiar radicalmente durante la lidia, el público puede pasar de abroncar a un artista a elevarlo al séptimo cielo sólo con un pase inspirado (de ahí nace el término "quite del perdón"), etc. También puede cambiar el juego de una ganadería de una tarde para otra. Ya transcribí el comentario de Fernando Cuadri sobre dos corridas de una misma ganadería celebradas el mismo día y a la misma hora, en plazas distintas, naturalmente, y una fue superior y la otra de matadero. Hoy la volubilidad se nos ha vuelto en contra: con dos antecedentes interesantes, como la ganadería hermana de Alcurrucén de ayer y la propia de El Cortijillo del año pasado, esta tarde ha estallado el petardo ganadero en Las Ventas.

La claridad de las últimas luces del día

Con una expresiva mirada Remi apuntó a la mesa del fondo. Allí estaba don Venteño sentado entre dos mozas de tipo rubio-teutón que bien podrían ser sus nietas. Al verme se levantó torpemente y me señaló una silla de otra mesa:
-Cójala y venga acá, que le voy a presentar a Erika y a Giselle. Erika, Giselle, este es un cadalseño, es decir, de Cadalso de los Vidrios, un pueblo de por aquí cerca, que debe ser de mentira porque no tiene patíbulo ni cristales. Yo, cuando fui, solo vi piedras, pinos y vino. Cuando me volví, quedaban las mismas piedras, los mismos pinos, pero bastante menos vino.

Las rubias, con caras de pan y de no enterarse de nada, reían nerviosamente como implorando que alguien se decidiese a sacarlas del atolladero. Traté de serenarlas: -Encantado señoritas, pero quien miente es este viejo cascarrabias, que no le gusta el vino, sólo bebe cerveza.

No había terminado la frase cuando comprendí que las teutonas no entendían palabra de español y me percaté de que don Venteño estaba para el arrastre, porque al ir a sentarse a poco se cae a un lado, al tiempo que con un brazo tiraba dos botellas que había en la mesa. Había que actuar urgentemente. También Remi se había dado cuenta, acudió diligente y demostró su don de lenguas:

-Plis fraulen, camón, de mister is kao. Cenquiu veri mach en gudbay.

Las rubias se despidieron con un gesto de alivio y salieron zumbando. Remi, orgulloso, me explicó:
-Es que estuve un verano currando en un bar de C'an Pastilla.

-Se nota. Por favor, sírveme una caña y trae un vasito de agua para don Venteño, que el café le subiría aún más la tensión.

-Al momento.

Me senté en la mesa, reordené las botellas y le pregunté: -¿Se encuentra bien?

Se irguió:
-No, porque este Remi me ha espantado a las palomitas... Le cuento. Estaban a mi lado en el tendido, veía que sufrían y al terminar el primer toro se han levantado . Yo me he dicho que no debían irse con una idea falsa y sangrienta de la fiesta, y me fui detrás. Conseguí con mi inglés castizo convencerlas de que tomasen algo conmigo, y entre Remi y yo hemos intentado explicarlas mejor lo que son los toros.

-Me temo que habrá sido peor el remedio que la enfermedad. Ande, tome un poco de agua.

Bebió un pequeño sorbo:
-¿Me he perdido algo?

-Pues sí. Un monumental petardo ganadero.

Se encogío de hombros:
-Ya lo ve, no somos nadie.

-Eso deben de pensar los hermanos Lozano. Pero es que hoy lo de El Cortijillo no hay por donde agarrarlo. Bueno, se salva el segundo, tan manso como sus hermanos en los dos primeros tercios, pero que se acabó entregando con codicia en la muleta. Lo aprovechó Morenito de Aranda en dos series ligadas de naturales muy por abajo, tras quitarle el defecto del cabeceo al embestir. Lo estropeó con una estocada arriba, pero atravesada, al no entrar por derecho.

Me pareció que no me hacía ni puñetero caso; estaba como ido. Era el momento de llevárselo: -Y no hay más que contar, así que mejor le acompaño a casa.

Traté de ayudarlo a incorporarse, pero se zafó orgulloso:
-Deje, que don Venteño es más fuerte que un palha.

No quiso despedirse de Remi, y salimos a la calle:
-Hombre, diga algo más, que esto se supone que es de toros, y se nota demasiado que no sabe cómo liquidar el asunto. Hágalo por mí.

Ya se sabe que los niños y los, ejem, alegres, siempre dicen la verdad: -Lo haré por usted y de un tirón. La presentación ha sido mala, cada uno hijo de su padre y de su madre, especialmente en cornamentas. Dos de ellos, segundo y cuarto, con unas caritas tan pobres que nunca debieron lucirse en Las Ventas. Y hasta salió alguno acabestrado. Escasos de fuerza, especialmente el primero, y aún más de casta. En fin, una mansada en toda regla, a la que apenas se picó. Diego Urdiales no tuvo opciones, a pesar de lo cual se puso más pesado que un collar de melones. De Morenito de Aranda ya le he dicho el segundo, y nada pudo hacer en el quinto.  Miguel Tendero forzando la figura y aliviándose en exceso, con dos toros que simplemente pasaban, más insípidos que el queso de Burgos. Y de cuadrillas, poco también: Manuel José Bernal picando al quinto, y Rafael García y Alberto Molina en los palos. Malas bregas de diestros y peones, hasta el punto que segundo, tercero, cuarto y sexto recibieron la primera puya en toriles.

Don Venteño abrió la cerradura de su portal. Estaba a lo suyo:
-Si me pilla la Erika con 20 años...

-Bueno, descanse que mañana quiero verle en forma.

No me respondió. Entró cantando:
-Adiós Lilí Marlen...

Cuadro de puntuación de la corrida de El Cortijillo el 26/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...