Mostrando entradas con la etiqueta Carlevaris. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carlevaris. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de mayo de 2011

lunes, 25 de abril de 2011

Un toro, un picador y un banderillero. Las Ventas 24 de abril de 2011

Y todo se redujo al quinto de la tarde; no hay frase más manida: no hay quinto malo. Y no lo hubo. Adorado tenía por nombre, bien armado, cuajado, armonioso y más bonito que un San Luis (a pesar de ser rabicorto).

foto

Metió con nobleza la cara y permitió lancear a Leandro. Entró con la cabeza por las nubes en su primer encuentro con Agustín Sanz, que lo agarró bien y en buen sitio; la reunión fue larga, el toro apretó con fijeza y el castigo fue respetable. Bien citó el varilarguero en el terreno adecuado y ofreciendo los pechos del caballo, y el de Los Recitales entró con alegría en su segundo encuentro, empujando ahora ya humillado. Se oyó una ovación cuando el equino se disponía a abandonar el ruedo.

foto

En el segundo tercio se lució ese gran banderillero que es Miguel Martín, dejándose ver en sus dos pares, cuadrando en la cara, clavando reunido y saliendo con torería. Tuvo que desmonterarse.

foto

Lástima que el riojano no fuese capaz de estar a la altura de las excelentes cualidades del toro, con clase por ambos pitones. El diestro se olvidó de las distancias y en las cercanías ahogó las francas embestidas de Adorado, que acabó parándose. Lo pasaportó malamente con media atravesada, una estocada en los blandos y un aviso. Se ovacionó el arrastre.

De lo demás me da pereza escribir, porque aquello fue un tostón.

Los cinco toros restantes (bien presentados) de Los Recitales fueron mansos en sus diversas modalidades. Desde el aborregado primero, hasta el insípido sexto, pasando por el inválido y descastado segundo, el defensivo tercero y el peligroso cuarto (la variedad menos aburrida de la mansedumbre). Aunque primero y sexto derribaron, suspendieron en su pelea en varas.

Curro Díaz no tuvo suerte. Ciertamente, fue el autor de lo único estético de la tarde, lanceando por verónicas "adelantaladas" e iniciando vistosamente su faena al primero; pero no había material para más obra. El cuarto salió embistiendo con la cara alta y colándose descaradamente por el izquierdo al matador y a Francisco Javier Crespo, su peón de brega; después, cuando se le citó de cerca con la muleta, obedeció por ambos pitones, a pesar de lo cual el de Linares mantuvo su desconfianza inicial. Mató mal y con riesgo. Mantiene su crédito, aunque me desespera que no termine de rematar en gran figura.

A Leandro, como se ha dicho, se le fue el buen quinto, y apencó con un inválido segundo, al que lanceó bien en el saludo. Mató bastante mal. Perdió parte del crédito que traía.

Morenito de Aranda como que no estuvo. Le tocó un suerte un tercero que salió defendiéndose a base de derrotes y al que no podía someter, so pena de dar con los huesos del morito en el albero. Con el sexto anduvo medroso y sin ideas. Mató muy mal. Se quedó casi sin crédito.

Las cuadrillas, salvo las dos excepciones destacadas, suspendieron, sin paliativos, en una tarde en que molestó el viento, donde las faenas se plantearon en casi todos los terrenos, menos en el lugar donde se concentraron los papelillos (que no echaron hasta el tercer toro): tendidos 2 y 3. Y volvió a demostrarse que cuando sale un toro con complicaciones, el cuarto, el personal anda a la deriva.

Así fue la primera corrida a la que he asistido este 2011, y por la que no pagué un euro a Taurodelta.

Las fotos, tomadas desde el 4, son de Rafa Carlevaris

Cuadro de puntuación de la corrida de Los Recitales en Las Ventas el 24 de abril de 2011:




(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

lunes, 8 de noviembre de 2010

Yonnet en Cenicientos

Gracias a la colaboración de Rafa Carlevaris, he actualizado con sus fotografías la entrada de la corrida de Yonnet en Cenicientos el pasado 15 de agosto, que puede leerse pinchando en este enlace: Toros para taxidermista. Cenicientos 15/08/2010

lunes, 16 de agosto de 2010

Toros para taxidermista. Cenicientos 15 de agosto de 2010


Cartel: Toros de Hubert Yonnet (6º bis de Alcurrucén); Iván García, Luis González y David Mora. Sombra: 35€, Sol: 25€. Abono (en tarjeta ilegal) de dos días: 56€ sombra y 40€ sol. Presidió don Gonzalo de Villa Parro, quien ejerce labores de delegado gubernativo en Las Ventas.


Una tarde de toros en Cenicientos empieza por la mañana y termina por la noche en Cadalso, no sólo para los cadalseños, sino también para conocidos aficionados venteños y franceses. Y también de otras zonas, como un matrimonio valenciano, peregrinos de fiestas de toros por esas tierras de Dios, con los que tuve la oportunidad de compartir un agradable aperitivo de tertulia taurina acogidos a la hospitalidad de Alfredo y familia en la Ermita de Santa Ana.


Este 2010 la feria de Cenicientos ha quedado reducida a dos corridas de toros, y ninguna de encastes apetecidos por los aficionados “toristas”. De las tres programadas, la de Samuel Flores quedó en la finca. La primera de feria, con toros de Alcurrucén, se anunciaba una terna que invitaba a quedarse en casa, durmiendo plácidamente la siesta. Y es que allí donde predominan las influencias, amiguismos o enchufes, sientan sus reales la mediocridad y la injusticia. Cenicientos, taurinamente hablando, capta la atención de muchos aficionados como para entregarse a tejemanejes localistas, en este caso de apoderados locales (Mariano Jiménez y Raúl Montero, que colocaron a José Ignacio Ramos y a El Califa, respectivamente), con el añadido de la alternativa, un tanto tardía, de Fernando Tendero.


Pese a una inoportuna cojera vacacional, pude llegar a la plaza de toros Cenicientos –tras la obligatoria visita al Bar Parro– en la unidad móvil de Santi-Cam Productions, para presenciar la segunda de feria. Antes de tomar asiento en los amplios y comodísimos tendidos de la plaza corucha, casi llena, comprobé con satisfacción que sigue sin pasar el siglo XXI para Epifanio "Mozo" (ese chaval de casi 90 años), pero también eché en falta a algún aficionado que no ha podido acercarse hasta el Valle. El callejón, de bote en bote, y 9 cadalseñ@s, 9, ubicados allí. Temperatura muy agradable en el ecuador de agosto.


Había expectación por ver a la ganadería francesa de Hubert Yonnet, que solo conocía de nombre. Su presentación no decepcionó, impresionantes defensas astifinas y ofensivas, con dos toros acapachados de cuerna, cuajados los cuatro cinqueños de seis yerbas que salieron de toriles, y vareados los cuatreños, que hicieron segundo y tercero. Cuestión distinta fue su comportamiento, en general descastado, que no gustó ni a toreros ni a la afición. Por cierto, ¡qué feos los crotales en las orejas!

La terna permitía albergar esperanzas, a diferencia del cartel de la tarde anterior. El resultado, sin embargo, no fue el esperado. Vamos a ello.


Iván García, que no banderilleó, anduvo medroso, lleno de dudas y bailarín toda la tarde. Su primero se frenó ya en el cuarto lance de saludo, y aunque empujó en el peto, con derribo incluido, no dio apenas opciones en la muleta, sin humillar y parado; eso sí, el diestro lució muy bien sus defectos; abrevió y se alivió descaradamente en el pinchazo y la estocada baja con que liquidó a Arlaten. La poca disposición de Iván García se evidenció aún más en el cuarto, al que no puso bien en suerte en el caballo, en el que el animal se dejó pegar sin empujar, y al que pretendió castigar con un tercer puyazo, a todas luces innecesario, manteniendo al picador en el ruedo a pesar de haber sido cambiado el tercio; asumió la brega en un segundo tercio donde el toro, a la defensiva, dio guerra a Rafael González y J.A. Fernández; el animal quedó flojo, con escaso recorrido, noblote y, como se dice ahora, manejable, pero el diestro anduvo sin ideas, muy desconfiado y sin quietud, y tanto se notó que levantó la protesta del respetable a la banda de música, que se había arrancado con Nerva; de nuevo se fue en la suerte suprema, cobrando una media baja y eficaz; el manso, mire usted por dónde, se tragó la muerte de pie. Por ahorrarse la demasía de las banderillas modernas recibió un fuerte golpe en la cara con una banderilla rígida.


Luis González tuvo el lote con más posibilidades. El segundo de la tarde salió codicioso y humillando; sin perderle la cara lo sacó al tercio para atemperar su embestida; lo dejaron entrar al caballo por los adentros, le taparon la salida y apretó; tenía posibilidades pero el cebrereño no acertó a darle recorrido con el capote, aunque le dejó bien en suerte para la segunda vara, en la que tardeó, le dieron trasero, antes de rectificar, y ya no se empleó; brindó al respetable un toro que necesitaba –y no obtuvo– ayuda, porque se desplazaba poco, y, aunque mirón, obedecía a los toques, especialmente por el pitón derecho; con habilidad colocó una honda, que necesitó de un golpe de verduguillo. Casi seis años tenía el quinto, y en el cuajo se notaba, al que recibió sin decisión y dejando tropezar en el capote; le cogió bien Carlos Prieto y le dio lo suyo en la única vara; el segundo tercio fue visto y no visto; quedó mirón, a la defensiva y algo crudo para la muleta, al que el abulense no consiguió someter; Bolineto era un toro para tirar la moneda al aire, que Luis González se guardó en el bolsillo, limitándose a conseguir únicamente dos buenos pases a un toro que pareció tener muchos más, por su embestida humillada y entregada; huyó descaradamente al entrar al matar, pero sirvió la estocada honda atravesada.


Muy poca fortuna tuvo David Mora, y fue una pena, porque demostró su buen gusto en los pocos lances que tuvo la oportunidad de dar. El tercero de la tarde demostró su flojedad nada más concluir las preciosas y asentadas verónicas en los medios con que le saludó; claudicó en el simulacro de vara y en el tercio de banderillas, que se complicó por su inmovilidad; noble, pero inválido imposibilitó el lucimiento del enfermero, digo del diestro, que recetó un estoconazo en las péndolas, entrando por derecho, de los que se ven pocos por esos ruedos de Dios. El sexto, tan inválido como el tercero, volvió a los corrales con un par de banderillas clavadas; los tres cabestros lucían un impresionante trapío. El sexto bis, de Alcurrucén, fue un manso de libro, frenado de salida, repuchándose y haciendo sonar el estribo en el caballo, a la defensiva en palos y marmolillo sin codicia ni malicia en la muleta; quedó baja la espada, aunque entrando por derecho, y el manso murió paradójicamente en los medios.


Casi dos horas y media duró el festejo; y los diestros, una vez más, no encontraron ocasión para hacer un solo quite. Y nadie se lo demandó.

Cuadro de puntuación de la corrida de Hubert Yonnet del 15/08/2010 en Cenicientos




(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)


Nota: Las preciosas fotografías que ilustran esta entrada han sido cedidas por Rafa Carlevaris, a quien agradezco su generosidad.

martes, 11 de mayo de 2010

Rafa Carlevaris, desde el cielo

En la entrada correspondiente a la primera de feria, publiqué una foto donde aparecían tres fotógrafos, acreditados en burladero de callejón, completamente ajenos a lo que sucedía en el ruedo, concretamente, el derribo de un caballo de picar.

Rafa Carlevaris, cuya afición al toro y a la imagen sólo puede competir con su maestría de fotógrafo, ha de buscarse la vida para poder tomar fotos y después dar vida en su blog a una tarde de toros.

Es común a todos los profesionales de la foto (y a los maestros que no se ganan la vida con esto, como Carlevaris) buscar un lugar próximo al ruedo y a la menor altura posible para sus instantáneas. Más de una vez le he comentado que desde las alturas hay una perspectiva que permite apreciar mucho mejor la colocación de toro y torero en lances y pases. Y ahora, con la potencia de los teleobjetivos, el problema de la distancia queda resuelto.

En la corrida del pasado domingo, Anto me señaló el lugar donde Carlevaris había conseguido entrada, junto a Álvaro (pertinaz seguidor de Joselillo), en la andanada del 9. He estado esperando con impaciencia que publicase el reportaje en su blog, y el resultado no puede ser mejor.

Lo siento por tí, Rafa, pero, de forma egoísta, me alegro de que no estés acreditado en Las Ventas, porque si no, el domingo no habrías hecho fotos desde las alturas.

El reportaje completo puede verse pinchando en este enlace. Aquí sólo una muestra.



Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela
Comentarios a esta entrada

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...