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viernes, 16 de mayo de 2014

¿Hasta cuándo seguirá el incompetente? Las Ventas, 16 de mayo de 2014

La contumacia en el error tiene premio en el palco de Las Ventas. Prácticamente no hay tarde que presida don Julio Martínez que no mantenga en el ruedo algún toro no apto para la lidia. En cualquier otro puesto de libre designación, la autoridad competente (si es que existe), habría mandado al Sr. Martínez al tendido a ver los toros. Para nuestra desgracia, seguiremos soportando la incompetencia de don Julio y de la "autoridad" que lo nombró y lo mantiene.

Un señor incompetente al que le sigue saliendo gratis mantener inválidos en el ruedo.
A su derecha, de asesor veterinario, otro clásico en esto: don Cipriano Hebrero

Y como lo malo tiene premio en Madrid, el doble petardo de Jandilla del año pasado ha tenido la recompensa de repetir en esta Feria, colándonos otro encierro manso, escaso de fuerzas y mal presentado. Manso porque ninguno aprobó en el primer tercio. Escaso de fuerzas, porque un toro carecía en absoluto de ellas y otros dos apenas podían andar a pesar de no haber sido apenas castigados en varas. Y mal presentado porque fue muy desigual, con un "tercerito" que el Sr. Hebrero y sus colegas nos colaron. A pesar de todo, los tres últimos se prestaron a algo más de lo que sacaron los diestros.

El Fandi estuvo mal hasta en su especialidad. Horrible tercio en su primero, algo mejor en el cuarto, aunque sin ajuste. Tampoco estuvo lucido con el capote, con el que suele estar digno y mantuvo su desesperante vulgaridad con la muleta, tanto con el rebrincado y calamocheante primero, como con el noblón cuarto. Efectivo con el estoque, aunque hubiera de utilizar el de cruceta en el que abrió plaza.

No tuvo su tarde Iván Fandiño. En primer lugar, porque intentó justificar la desafortunada decisión presidencial ya comentada, tratando de dar pases a un inválido absoluto. Y en segundo, porque desaprovechó la boyante embestida en la muleta del quinto, un toro que se venía solo a la muleta y metía la cara con claridad y boyantía. Sólo al final de la faena cogió el aire con la zurda al jandilla. Lo pinchó y perdió una oreja que el fácil y benévolo público venteño habría pedido con toda seguridad.

Joselito Adame estuvo valiente. Y punto. Valor seco, tragando y pasándose por la barriga a un toro que en la tercera tanda de muleta se puso bronco y a la defensiva. Terminó con un arrimón. No entendió al sexto, un toro de media arrancada que requería tirar de él para vaciar los pases, y no codillear y echarse al toro encima. Lo intentó en quites con el capote, pero sin relieve. Se tiró por derecho con la tizona, aunque pinchó en su segundo.

Discretas y grises las cuadrillas. Destacaron para bien, pero sin exageraciones, Miguel Martín, en palos, y Juan de Dios Quinta, con la vara larga.

Mañana, día de descanso. Falta hace.

Cuadro de puntuación de la corrida de Jandilla (4) y Vegahermosa (2)
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
 al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

Tradicional minuto de silencio en recuerdo y homenaje al más grande: Joselito "el Gallo"

José Manuel pica bajo a caballo atravesado...

... y el jandilla aprovecha para derribar

El Fandi cuadra a más de un metro de la cara de "Capuchino" y clava muy trasero

¿Atleta o torero?

Definitivamente, atleta

También a Rafael Agudo le cayó baja la puya

Jesús Arruga, a toro pasado

Miguel Martín se ajusta

"Cizañero" no podía con el rabo. Todo el mundo lo vio menos don Julio y su asesor veterinario...

... y el estúpido paripé ante el inválido le pudo costar caro a Fandiño


Héctor Vicente recibiendo al tercerito

"Jarocho" no se estira

Kaito, de medio sobaquillo

Numerito de Adame, al cuadrar a "Fariseo"

Juan de Dios Quinta coge por delante y bien al cuarto

El Fandi concluye la serenata de garapullos con un violín al de Vegahermosa

Estocada de El Fandi a "Jopeo"

Manuel José Bernal, a caballo atravesado

Pedro Lara deja un par desigualado

Fandiño embarca a "Fascinador" para el de pecho

Entrando a matar con muleta

Óscar Bernal da los pechos pero la vara cae baja

Tomás López se alivia

Kaito en la suerte "de-cualquier-forma"

Joselito Adame, enfrontilado con "Sacudido"

Formación poco compacta de la cuadrilla de Fandiño

Los últimos rayos de sol

domingo, 26 de mayo de 2013

De raseros y Reglamentos. Las Ventas, 26 de mayo de 2013

Los seguidores de este humilde blog ya conocen mi debilidad por el personaje. Me refiero, claro está, a don Julio Martínez, ese presidente que tiene por costumbre ciscarse en el Reglamento Taurino cada tarde que sienta sus reales en el palco de Las Ventas. Cuando no aprueba toros sin trapío (art. 55.1), mantiene en el ruedo animales no aptos para la lidia (art. 84.1). Son "pequeños" detalles que rebajan sustancialmente la categoría de un coso. Hoy ha decidido pasarse por el forro de sus caprichos el democrático art. 82.2 "la concesión de una oreja se realizará por el Presidente a petición mayoritaria del público". Yo, que soy un simple espectador pagano, puedo opinar libremente que la petición de oreja para Alberto Aguilar era generosa, y también he constatado que esa petición era mayoritaria, sin duda ninguna. Pero cuando alguien es Presidente del festejo, no tiene libre decisión, sino una estricta obligación: cumplir y hacer cumplir la Ley y el Reglamento. Si no lo hace, como se empecina don Julio en demostrar cada tarde, la autoridad competente debe echarlo definitivamente fuera del palco.

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Chechu se desploma tras la cogida en el toro de su confirmación
Foto tomada del blog de Rafa Carlevaris

La tarde agradable se ha ido tornando fría y las gentes han cogido el camino más derecho a su casa. Si unimos a eso que hoy es domingo, se explica que en el Rincón de César estuviésemos en familia. Tan en familia que Remi compartió con nosotros las cervezas de rigor, acompañadas esta vez de unas croquetas de cabrales suaves y recién hechas. Don Venteño venía de riguroso protocolo de primera comunión. Traje y corbata de tonos pastel y en la mano un chubasquero verde botella. Los excesos de la celebración pretendía compensarlos con total abstinencia vespertina, para fastidio de Remi, que había sacado las croquetas con toda la ilusión del mundo. Traté de compensar, exagerando la valoración: -Increíbles, Remi, ya quisieran las estrellas Michelín ofrecer en su carta una exquisitez como esta.

El viejo aficionado tenía ganas de posar su esqueleto en el catre:
-Bueno, déjese de gastronomia, y al toro.

Remi frunció el ceño, pero, de natural pacífico, decidió no contrariar a su fiel cliente. Yo entré al trapo: -Pues en corto y por derecho. Dos toros, primero y tercero, absolutamente descastados; uno, el segundo, reservón; otro, el cuarto, manso y complicado; el quinto, bravo en el caballo y apto para el lucimiento; y el sexto,  encastado.

Creí que me iba a hacer alguna apostilla o reconvención, pero quería abreviar:
-O sea, una corrida mansa y deslucida de Montealto. De los toreros, le diré yo. Chechu ha pecado de novato con ese pobre y parado animal, cornalón y de silueta parecida a un jabalí, con el que lo único que se puede llevar alguien que se empeñe en mantenerse delante, es una cornada, porque un pase no tenía. El Capea es como la alergia al polen, un algo molesto y forzoso cada primavera, sin saber por qué viene ni cómo evitarlo. Alberto Aguilar se ha inventado un toro y a base de inteligencia, aguante y tesón ha ido metiendolo en el canasto, ayudando al toro y sabiendo resolver sus problemas, hasta lucirse con la zurda. Como la estocada, aunque pasada y desprendida, ha sido suficiente, lógica es la rotunda petición de oreja, apéndice justo por estar muy por encima de "Fandanguero" y, además, porque que no quede agraviado con los precedentes de esta Feria.

-Efectivamente, si hemos de medir a todos por el mismo rasero, he de darle la razón.

Sonrió:
-Ya sabe que no me gusta que me dé la razón, que para eso Remi se basta y se sobra. Pero repase usted los que se han llevado despojos, salvado sea Iván Fandiño, y verá como se ha premiado la pura estética, el destoreo o el toreo bajo la lluvia. Si los presidentes, ellos solitos, han puesto el rasero a la altura del betún, el palco no puede hacer otros días distingos, y menos con las más modestos. Y a Alberto Aguilar le han agraviado, después de haber estado por encima de sus tres enemigos. Ya he opinado del segundo. Hizo un buen quite por chicuelinas en el tercero de El Capea. El cuarto no hizo otra cosa que defenderse pegando tarascadas y gañafones. De un derrote a poco le lleva un ojo. Y al sexto lo recibió con larga cambiada de rodillas y lanceó bien por verónicas, aunque con la muleta no pudo sacar series rotundas, habida cuenta de que el toro iba algo rebrincado y reponía. Pinchó en lo alto, entrando por derecho, para cobrar después la estocada que pasaportó a "Novillero". Ahora me repasa lo que han hecho Perera, Bautista, del Alamo, Silveti, Manzanares y Castella, que han llevado el mismo premio, y lo que ha hecho Talavante que ha salido por la Puerta Grande, y dígame si hay o no afrenta con Alberto Aguilar.

Remi hizo el último intento porque su admirado don Venteño catase, al menos, una croqueta:
-Mira Remi, no te pongas tan plomo como los toreros al uso, y deja ya de intentarlo, que el toro no tiene un pase. Y usted, Cadahalseño, diga lo de sus subalternos que este cura se va.

Hice un repaso mental y este fue el resultado -Los picadores, en general, mal. Se aplaudió con fuerza a Francisco Javier Sánchez por citar bien en el sexto, pero no supo consumar el puyazo. Bien los peones de Alberto Aguilar: Raúl Ruiz, Rafael González y Jesús Robledo "Tito" y los banderilleros de Chechu, El Jaro y José Antonio Prestel. Por cierto, el sexto, que correspondía a Chechu, no fue banderilleado por su cuadrilla sino por los referidos Rafael y Tito.

No había concluido mi frase cuando ya don Venteño enfilaba hacia la puerta, levantando la mano derecha en señal de despedida. Me quedé con Remi hablando de quesos. Falta de fijeza se llama a eso.

Cuadro de puntuación de la corrida de Montealto
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
 al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

Extenso y excelente reportaje gráfico de la tarde en el blog de Rafa Carlevaris

La torre de TVE que no emite señal de toros, a pesar de todas las promesas

El viento soplaba del este. La policía guarda la Puerta Grande.
El comisario había tomado medidas en un día de modestos

Fernando Cruz presentó parte facultativo de encontrarse indispuesto

Nublado antes de un pequeño chubasco

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Jesús Vicente con la escopeta cargada (Foto de Rafa Carlevaris)

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José Antonio Prestel se asoma al centro del balcón  (Foto de Rafa Carlevaris)

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Francisco Javier Sánchez da los pechos al segundo  (Foto de Rafa Carlevaris)

A Carlos Pérez se le va la mano con el tercero

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Juan Carlos Sánchez no sujeta al cuarto, con la puya, baja  (Foto de Rafa Carlevaris)

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"Colgado" mete los riñones  y Manuel Vicente se recargaría con la puya caída
 (Foto de Rafa Carlevaris)

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Francisco Javier Sánchez, pie a tierra por el empuje del sexto
 (Foto de Rafa Carlevaris)

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No siempre humilló el sexto
 (Foto de Rafa Carlevaris)

La petición de oreja en el  sexto fue mayoritaria

Alberto Aguilar se va por la puerta de caballos

Ángel Otero, Prestel y "El Jaro", sin su matador

viernes, 10 de mayo de 2013

Don Julio y los Bueyones. Las Ventas 10 de mayo de 2013

Don Julio Martínez, presidente de Las Ventas, se ganaría a pulso, si existiera, la medalla de oro de las Bellas Cuentas de Taurodelta. Ya he perdido la cuenta de los toros que tozudamente ha ahorrado a la empresa y, consiguientemente, ha sustraído a los espectadores. Hoy ha devuelto uno, pero ha mantenido un inválido, el cuarto, que no era apto ni para la lidia ni para dar dos pasos. Y que nadie le cese...

Buena entrada en la segunda de feria

Cuesta prolongar la tarde taurina tras un festejo tan plúmbeo, pero no iba a faltar a mi cita con don Venteño a las segundas de cambio. El Rincón de César estaba lleno de una concurrencia joven y animada. Nadie diría ni que hay crisis económica, ni tedio en Las Ventas. No vi a mi amigo, así que busqué un hueco en la barra y me dispuse a desparramar la vista buscando algún punto atractivo donde posar mi atención. A un lado, un grupo de varones de mediana edad se lamentaba de no haberse quedado echando un mus. Al otro, un chico mostraba orgulloso el móvil a una amiga, enseñando la foto que se había hecho con Mario Vaquerizo. Así de fácil se contenta la gente. No tardó en llegar don Venteño, acalorado:
- Nada, que casi le doy así a un agente que se ha empeñado en que no cruce la calle Alcalá con el muñeco verde. Aquí, siempre le dan una gorra al más tonto de la clase.

Le dejé apoyarse en la barra, y al minuto teníamos delante las cervezas y un plato de aceitunas preñadas. El cambio de humor es una de sus mejores virtudes:
- ¿No pretenderá que hablemos de la presunta corrida de toros?

- Hágase usted cargo de que tengo que garrapatear la pantalla. Si no me ayuda, me temo que la dejaré en blanco.

Soltó una carcajada:
- Pero hombre de Dios, ni que le pagaran.

Preferí no continuar por ese camino y cambiar el tercio: - Supongo que hoy sí se ha aburrido.

Me guiñó un ojo: - Pues no. Pero porque pronto me he desentendido del ruedo y me he concentrado en una morena de grandes y profundos ojos azabaches del tendido bajo, que se ha pasado la tarde hablando con una amiga sentada un fila más atrás. Así que hoy me lo cuenta usted.

Me resigné: - Ya veo que no está por la labor de colaborar. Aunque, la verdad, poco hay que contar.

Me puso paternalmente una mano en el hombro:
- Pero mire que es usted serio. A ver, que le ayudo, que sí he visto el ganado de Los Bayones, una pasarela de bueyes mostrencos, mal presentados, podridos de casta y que harían volver a su tumba si reviviese a ese gran criador de cerdos que fue don Lisardo Sánchez. De lo que aburre a las gallinas.

- Sí, pero como no hay regla sin excepción, ni pijo sin "aifón", el tercero ha sido al menos un toro colaborador, que ha metido muy bien la cara en la muleta. Bien es cierto que "Linero" era terciado y no le sobraban las fuerzas, a pesar de que apenas se le castigó en varas.

Barrunté que me tendía una trampa:
- ¿Y cómo vio usted a Antonio Nazaré?

Respondi, escrutando su mirada: - Ha sacado buenas tandas por ambos pitones, templando con mano baja y alargando la embestida.

Aguardé su comentario con impaciencia. Bebió, se limpió los labios con una servilleta y al fin dijo:
- Ya. Dígame: ¿era un toro tan abanto como para empezar la faena en el 9, entrar a matar en el 5, y acabar descabellando en los medios? ¡Que hay que mirar esas cosas, coño! Antaño se hablaba de la estructura de las faenas. Hogaño se trata solo de dar series y más series, para allá o para acá, donde sea. Además, ha abusado de ese toreo de tío-vivo que ya sé que entusiasma, pero que tiene menos mérito que el de rematar los pases en la cadera y citar de nuevo para ligar el siguiente. Y ha de prestar atención en la brega pues no puede dejar que los toros corten al picador en el tendido del 10, como pasó en el sexto.

Efectivamente, me había echado el lazo con la pregunta. Traté de aliviarme: - Pues para no haber prestado atención al ruedo, se explica usted con mucho detalle.

- ¡Bah! eso lo ve hasta un ciego. Como que en el sexto cualquier esfuerzo era estéril, porque cualquier parecido con un toro de lidia no se daba ni por pura coincidencia. Aunque visto lo que hay, no me extrañaría que le cayese alguna sustitución al sevillano. Además le provocó la réplica en el segundo a David Mora con un buen quite por chicuelinas.

 - Pues lo del sexto de Nazaré le pasó también a Matías Tejela  en sus dos toros, un primero que fue un marmolillo y un cuarto absolutamente inválido, que, eso si, trató de tapar, poniéndose pesadísimo, que para eso es de la cuadra de Simón Casas.

Pedí a Remi que me cobrara. - También puso voluntad David Mora, arriesgando en las gaoneras de réplica al quite de Nazaré, con el pundonor de jugársela después de haber sido volteado. Lo que no se entiende es que brindase la público ese sobrero de Fraile Mazas, manso de solemnidad, al que intentó obligar, con demasiados enganchones, pero que se rajó a las segundas de cambio. Con el quinto buey, se puso insoportablemente terco, alargando un trasteo imposible.

Nos abrimos del bar y caminamos calle Alcalá arriba, hablando de los subalternos: - Con los garapullos, bien Félix Jesús Rodrñiguez y Victor Manuel Martinez, y rematadamente mal Adolfo de los Reyes, colocándolas a una mano, como los rejoneadores. Mal "El Puchi" en la brega del sobrero. De los picadores, que tan poco picaron, nada que decir.

Se despidió: - El domingo nos espera la de Escolar, que mañana hay caballos.

- Le pido el favor de que vaya, que confirma el cadalseño Mariano Rojo y yo tengo un compromiso ineludible en Ávila.

Contestó sin volverse, elevando su brazo derecho mientras se alejaba: 
- Quien para, que envuelva.

Cuadro de puntuación de la corrida de Los Bayones (5)
y Aurelio Hernando (1)
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
 al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

Manón en el centro de la rueda de caballos

Héctor Vicente levanta el brazo al primero

El segundo de los Bayones era una ruina

Mario Herrero también levanta el brazo al sobrero

Teo Caballero, al tercero

Luciano Briceño, al cuarto

Israel de Pedro, al quinto

y  José Antonio Flor, al sexto

Fin del muermo

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...