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domingo, 9 de septiembre de 2018

Una corrida de toros de verdad. Las Ventas, 9 de septiembre de 2018

Para la gran mayoría de espectadores y para toda la crítica, el ideal del toro es el torito desmochado y feble que, tras un simulacro de tercio de varas, acuda con prontitud, nobleza y humillación a la muleta del torero. Pero hay un sector de aficionados que buscan un toro de lidia en el más amplio sentido de la palabra, un toro serio que tenga fuerza para aguantar tres puyazos, que se mueva y demuestre acometividad en su embestida, que sea exigente y no colaborador para el torero. De la primera clase de toros "artistas" se crían muchos y pueden verse casi todas las tardes. De la segunda de toros "de lidia", van quedando cada vez menos ganaderías y apenas hoy se corren en las plazas.

El Legionario se agarra en el cuarto de la tarde, de Valdellán

La corrida de toros de Saltillo y Valdellán ha sido como un oasis en el desierto del descaste actual. Toros de imponente presencia que han soportado alevosos tercios de varas y ni han doblado una pezuña, ni se han parado en el último tercio, moviéndose y acometiendo con movilidad a la muleta. Casta, más en Valdellán, y nobleza, más en Saltillo, que han mantenido el interés del escaso cuarto de plaza que se ha congregado para ver el desafío ganadero y que al finalizar el festejo ha sacado a saludar a los dos mayorales.

Para su lidia, ha hecho el paseíllo una terna acostumbrada a lo duro, que ha tenido suerte dispar: Fernando Robleño ha protagonizado el triunfo, al arrancar una oreja con valentía y oficio ante el galán de Valdellán que se corrió en cuarto lugar; José Carlos Venegas se ha llevado la bronca del respetable por permitir a Gustavo Marcos masacrar al extraordinario tercero de Saltillo, y las luces y sombras del confirmante, Cristian Escribano, que se llevó una oreja del primer Saltillo por el estoconazo que recetó, pero no acabó de redondear su faena, ni supo sacar partido al buen sexto de Valdellán.

Comencemos con lo más lamentable, ese funesto tercio de varas a 'Horquitillo', el tercer saltillo, que salió haciendo un extraño en el capote de Venegas, para después seguirlo con nobleza y humillación en celebrados repetidos remates. En la primera vara, empujó con fijeza en el peto, soportando un puyazo bajo que Gustavo Marcos no rectificó y en el que se recargó sin disimulo, tapando la salida del cárdeno. No se le colocó bien en suerte para el segundo, en el que volvió a ser pegado a placer. Un toro para verlo colocado de lejos para un tercer puyazo que, sin embargo, Robleño metió al relance, mientras Venegas reclamaba airadamente al alguacilillo el cambio de tercio, después de haberse inhibido en la masacre que su picador infligía al toro. Con razón, el público abroncó al jienense cuando intentó brindarle el toro, después de hurtarle un tercio de varas  que se antojaba espectacular. A pesar del castigo, 'Horquillito' aún tuvo fuerzas para regalar templadísimas y humilladas embestidas por ambos pitones. La gran ovación al toro en el arrastre y la bronca al matador y al picador resumen todo. Muy frío tuvo el ambiente para el quinto, de Valdellán, un toro serio y ofensivo de cara, que le permitió lucirse con el capote y al que también barrenó Tomasete en la primera de las tres varas, en las que se repuchó y salió suelto. El de Beas de Segura intentó estar firme con la muleta, pero quedó la sensación de que el graciliano tenía mucho más. Se tiró a matar casi con desesperación, pero encontró hueso.

Sigamos con lo mejor, la gran faena de Fernando Robleño a 'Navarro' de Valdellán, un pavo berrendo en negro, cuyo comportamiento de salida no hacía presagiar nada bueno, pero que fue mejorando en el caballo, cumpliendo en sus tres entradas, bien picado por El Legionario. Lástima que tampoco lo pusiesen de largo para la tercera. Comenzó bronco la faena de muleta y acertó con valor y oficio el madrileño a suavizarlo, para sacar buenas tandas por la derecha y una final por naturales de mucho mérito. El pinchazo evitó al usía la presión de abrirle la puerta grande. El segundo de Saltillo fue el toro más deslucido del encierro, que comenzó saltando al callejón, manseó en el caballo y quedó sin codicia y con la cara alta en la muleta por el derecho e imposible por el izquierdo. Lo mató feamente de rinconera tras pinchazo. En el sexto destacó la media verónica de remate de su quite.

Confirmaba alternativa Cristian Escribano, otro habitual de corridas duras, que enlotó un primer saltillo de buena lámina, distraído en el capote, y con el que se le fue la mano a Adrián Navarrete, para acabar saliendo suelto del peto. La faena fue de más a menos, desde unas buenas series con la diestra de inicio a las muchas dudas con la zurda. El estoconazo, con el pero del desarme, le valió para cortar una oreja al toro de su confirmación. El sexto de Valdellán salió abanto y se quedó en el peto, aunque cabeceando, remiso en la segunda y tercera entradas. En la muleta acometió con viveza, pero el getafeño no supo solventar lo pegajoso del toro que en lenguaje moderno, "reponía", perdiendo continuos pasos y cortando las series. Se le fue un toro importante, al que no mató con acierto.

Destacaron con los palos Ángel Otero, que saludó por el tercer par al primero, y Raúl Cervantes, que hizo lo propio por los pares al sexto, además de César del Puerto asomándose al respetable balcón del cuarto. De picadores sólo anduvo afortunado El Legionario, como ha se dicho. En corridas de este tipo, con esa vitola de "desafío ganadero" es vital el tercio de varas y, por ello, es muy importante que los picadores sepan dosificar el castigo y "torear" con el caballo para con el cite provocar la arrancada de los toros. Desgraciadamente, casi todos los varilargueros no han estado a la altura del compromiso que hoy tenían, especialmente el mentado Gustavo Marcos, que debería estar una buena temporada sin montar un caballo en esta plaza.

¡Qué alegría volver a presenciar una corrida de toros de lidia!

LA TARDE CONTADA EN IMÁGENES (Próximamente)

Cuadro de puntuación de la corrida de toros de Saltillo y Valdellán


miércoles, 15 de agosto de 2018

La terna, por encima de una mansa corrida del Conde de la Maza. Cenicientos, 15 de agosto de 2018.


Con una gran entrada y en tarde calurosa se ha celebrado la segunda y última corrida de abono de este ferial 2018 de Cenicientos, con toros del Conde de la Maza, algunos de impresionantes cabezas, todos llamativamente astifinos y variados de lamina, una “tía” en el argot, que ha derrochado diversos tipos de mansedumbre.


Octavio Chacón ha demostrado solidez y oficio con el peor de los tres malos lotes de la tarde. El primero, un auténtico perchero cornivuelto, salió distraído y entró sin celo las dos veces que fue al caballo, para quedar parado y terminar echándose en tablas, donde hubo de ser apuntillado. De forma sorprendente, entre mayoría de pitos, se oyeron algunas palmas en el arrastre. El quinto permitió al gaditano lucirse con verónicas en el saludo, pero tampoco se empleó en el peto, quedando con media arrancada en la muleta de un Chacón que demostró voluntad y solvencia, para pasaportarlo de estocada. Dio una vuelta al ruedo después de que la presidencia desoyese la petición de una oreja merecida.

Complicado ha sido el lote con el que ha tenido que pechar Alberto Lamelas, nuevo en esta plaza. El segundo, también un galán bien armado, se paró ya de salida y con esa condición permaneció durante toda la lidia, para terminar muy a la defensiva, y Lamelas, con entrega y valor, pasó la faena sorteando derrotes y sin suerte con el estoque. El quinto demostró su querencia a toriles ya de salida, alternando con arreones por toda la plaza que descompuso la labor de la cuadrilla. Lamelas intentó separarlo de la querencia, pero la lidia hubo de desarrollarse en zona de chiqueros. Fue un auténtico duelo entre un torero que nunca volvió la cara y un manso que arreaba con violencia en la embestida, que terminó con victoria del jienense, que acabó sacando pases meritorios y una estocada delantera de efecto fulminante, que le valió para pasear una oreja de mucho peso.

El mejor toreo de muleta corrió a cargo de José Carlos Venegas que hubo de vérselas con dos mansos de distinta condición. Se lució en el saludo al tercero, un toro castaño vareado y muy astifino, que se movió mucho durante toda su lidia, sin entrega en los engaños ni en el peto. El jienense, con su familia y muchos seguidores en el tendido, alargó en exceso la faena y por tal motivo el burel se fue complicando antes de cazarlo con una estocada de mucha exposición, que le ocasionó una pequeña cornada en el brazo. Se le premió con una justa oreja. La lesión no le impidió lidiar al sexto, el toro más entipado en Núñez, que empujó bien hasta derribar al jaco en su primera entrada. En la segunda, se le fue la mano al varilarguero y el toro lo acusó. Venegas puso voluntad, pero el lucimiento era tarea imposible y tras un largo trasteo, lo liquidó de pinchazo y estocada.

En cuadrillas destacaron Francisco Javier Rodríguez, con un buen par al segundo, y, sobre todo, David Adalid, pareando al tercero. Es una auténtica lástima para el aficionado que el de San Martín toree tan poco, por razones que no se alcanzan a comprender.

De nuevo, Cenicientos ha ofrecido la oportunidad al aficionado de presenciar festejos serios, algo poco habitual y que se agradece, pero deben pulirse algunos defectos, buscando más el trapío que la fachada e impidiendo la utilización de caballos antirreglamentarios, tanto por peso como por raza, que desbaraten el tercio de varas.


LA TARDE CONTADA EN IMÁGENES (Próximamente)


Enlace: Excelente reportaje gráfico, como siempre, en el blog de RAFA CARLEVARIS

Cuadro de puntuación de la corrida de Conde de la Maza



domingo, 27 de mayo de 2018

La corrida de Dolores Aguirre contada en imágenes. Las Ventas, 27 de mayo de 2018

Se alza el telón

En tarde nublada y ventosa, con tres cuartos de plaza...

 ...se guardó un minuto de silencio por la muerte de Marcos de Celis

El primero no dio ninguna facilidad en el saludo

 'Botero' se arrancó sin cite en la segunda entrada...

...y metió los riñones en el caballo de Daniel López

 Miguel Martín se ajusta en el tercer par

El de Dolores aguantó con poder a pesar del castigo y de un cuarto de banderilla clavada

Rubén Pinar cuajó buenos derechazos a un toro importante

Cadalseños en el 4...

...y niña cadalseña muy atenta al ruedo, en la piedra de Ana y Juan Miguel

 Segundo de la tarde

 'Caracorta' también se empleó en el peto...

 ...pero al salir se fue a terrenos de nadie

 Juan Carlos Tirado pone una...

... y Curro Vivas pone la otra

 El toro buscó su querencia al inicio de la faena de muleta...

..y en su terreno buscó la muleta de Venegas

Coruchos en el 9

El tercero despreció a Gómez de Pilar, que había ido a portagayola

'Carafea' fue abanto desde el principio

No es faena de acoso y derribo, aunque lo parezca

 El madrileño tuvo que perseguir al manso...

 ...hasta que pudo fijarle y torearlo con mucho mérito...

 ...hasta que cambiaron las tornas y el toro persiguió al torero

 Estocada de Gómez del Pilar

 Tablilla del toro de más peso (menos mal que no se llama 'Puro Habano')

El cuarto quiso escaparse, pero los dos picadores le acabaron dando estopa

 Candelas tirá una y falla

 Juan Carlos Tirado tira una y acierta

Rubén Pinar no se alivió con 'Pitillo' 

 Desde el 4 preguntaban...

 ... a este señor, qué iba a decir de la corrida

Otro toro más que se vino al caballo de puerta

 El único quite de la tarde

 David Adalid le echó un par...

'Cigarrero' fue manso y con mal estilo 

Cadalseños y valenciano en el 4

 Gómez del Pilar recibió a portagayola al único toro que salió con pies

 'Bilbatero' no escondió su condición de manso...

  ...en ningún tercio

...y se fue a echar a toriles

La ganadera parece no querer verlo 

Noé Gómez del Pilar toca madera al terminar la corrida

Más sobre la tarde en "La otra Tauromaquia"

La otra Tauromaquia. Las Ventas, 27 de mayo de 2018

La actual Tauromaquia está absolutamente dominada por la dictadura de la uniformidad. Uniformidad en el comportamiento noble y colaborador de un toro flojo y mimado en el caballo. Uniformidad en el toreo estético de muleta. Y uniformidad en los gustos de los espectadores, acorde con lo que se les ofrece y con la opinión publicada por los adláteres de los taurinos. Si algo se sale de esta uniformidad debe saber que contará de antemano con el rechazo frontal de unos espectadores adoctrinados en el pensamiento único. Todo lo que se escape de tan estrechos límites es otra Tauromaquia. Por ejemplo, la de esta tarde en Las Ventas.

Lo habitual y deseable no es que el torero deba correr detrás del toro,
pero dos no pelean si uno no quiere

El domingo por la tarde es la agonía del fin de semana y ello se nota en la concurrencia a los bares tras la corrida. No había problema en el Rincón de César para llegar a la jurisdicción de don Venteño. Al verme con la bolsa de patatas fritas del churrero de Cadalso se levantó y llamó a Remi.

- Mira Remi, llena un plato de estas patatas y el resto me las guardas celosamente para las próximas tardes. Y ahora nos pones una lata de mejillones Escuris de los grandes, de las de 6 piezas.

El bueno del camarero hizo un saludo militar y se fue leyendo la bolsa de patatas.

- Ha cumplido su palabra, Cadahalseño. Le debo una.

- Calle, que a usted no le va el postureo. El deudor soy yo, porque toda una Feria de cervezas por la cara me da un poco de vergüenza.

- Tampoco va el postureo con los toros de hoy. A ver quién es el guapo que se pone bonito. Lástima que los peores toros hayan salido al final y que el último haya puesto el peor colofón al encierro, yendo a echarse a la puerta de chiqueros. Le contaré una cosa. Al final de la corrida, la ganadera se encontraba rodeada de muchos amigos dándole ánimos. ¡Qué contraste con ese pobre portero del Liverpool ayer arrodillado llorando sólo al final del partido!

- Me sorprende, don Venteño, que hable usted de fútbol.

- No le hablo de fútbol, hombre de Dios, le hablo de valores: compañerismo y solidaridad. Cuando hay triunfo, sobran los de las palmaditas en la espalda y las enhorabuenas, que son hasta inoportunas. Cuando se fracasa es cuando se necesita una mano sobre el hombro, que a veces cuesta encontrar. A eso me refiero. Pero mejor hable usted de los toros, mientras le preparo la tapa como es debido.

Había aparecido Remi con los platos de mejillones y de patatas fritas, que dejó cuidadosamente sobre la mesa, al tiempo que advertía socarronamente:

- Maestro, cuidado con el derrote del mejillón que la mancha no sale.

Don Venteño, sin reparar en el comentario, se puso a colocar cuidadosamente los seis mejillones sobre las patatas más grandes, mientras yo me arrancaba.

- Qué quiere que le diga. Que en conjunto no ha sido buena. Esta ganadería tiene una cualidad muy definida, que es la transparencia en la mansedumbre, porque los mansos no se esconden. Al contrario, lo proclaman abiertamente y no dejan el más mínimo resquicio para la duda, como los cuatro últimos, Son toros que huyen sin complejo alguno de su condición cobarde. Cualquier aficionado lo sabe. Lo que no suele suceder es que la mansedumbre descastada llegue hasta el culmen de cruzar la plaza para ir con derechura a echarse en la puerta de toriles, como usted ya ha apuntado del sexto de la tarde.

Me ofreció un mejillón de trapío imponente sobre una patata grande.

- Pruebe, pruebe esta delicia. A propósito, que leo últimamente eso de "cierraplaza" con que se refieren al último de la tarde y me paso a la siguiente página. Pero volviendo al tema, ¿usted cree que el personal se preocupa de saber qué ganadería es Dolores Aguirre, o cualquier otra? Nada, hombre, aquí vienen a digerir el menú del día y punto, Y a pedir la devolución de toros por mansos, que don Jesús María Gómez está sentando cátedra, además de precedente. Que se simula el tercio de varas a un torito bodeguero, perfecto y todos contentos. Que es difícil meter un abanto en el penco, a pedir su devolución, ¡faltaría mas! Da igual que después el toro acabe empujando con todo en dos varas inmisericordes, como el cuarto, al que han dado más cera que a toda la camada de Zalduendo en una temporada. Ni el personal ni el presidente están acostumbrados a esto, porque ya me dirá cómo es posible que se deje crudo a un tercero que no se picó, por más que entrase siete veces a los caballos y se rebotase otras tantas, sin ordenar banderillas negras. O cómo es posible que habiendo dos toros muy interesantes en la suerte de varas y con poder suficiente, como los dos primeros, se nos prive de ver una tercera entrada.

- Ha hablado usted de esa condición de fuerza que hoy no se valora. Si un toro sale noble y fijo, aunque esté inválido, se le aplaude. Si sale manso y con poder, se le protesta.

- Es la Tauromaquia del siglo XXI, y yo soy del XX, ésa debe de ser la explicación: que en los tiempos que corren no tiene cabida otra cosa. Por eso cuando aparece el toro-toro en el ruedo, y me refiero al segundo, todos los de luces andan de cabeza y sin saber cómo meterle mano. Mira que le ha masacrado el piquero, y los banderilleros navegando, y Venegas sudando la gota gorda. Aquí quiero yo ver a los figuras, que son los que estarían capacitados para esta lidia, pero el que puede elegir, ya se sabe, mejor el toro para ballet que para la pelea, como dice don Tomás Prieto de la Cal.

- Sí, hoy se anuncian los toreros que no pueden elegir, los de las lentejas, si quieres los toreas y si no los dejas. Ya es mérito hacer el paseíllo con ellos. Sin embargo, creo que se han equivocado en la lidia, porque con el toro huidizo y fuerte hay que doblarse, a ver si con eso al menos se fija. De los tres, me quedo con Gómez del Pilar en el tercero, ése que quedó completamente crudo y brusco, al que no le volvió la cara y se jugó el tipo con él, de manera seca y sin aspavientos. Aunque la estocada quedó caída, no era fácil entrar a por él en la puerta de toriles, y mereció dar una vuelta al ruedo de las de verdad, pero esto es algo ya en desuso y acabará perteneciendo al mundo antiguo. Rubén Pinar tardó en aprovechar la encastada media arrancada del primero, pero de mucha emoción, porque metía la cara muy por abajo, antes de pegar el derrote. Al final, con la muleta retrasada logró pases más limpios y las tandas probablemente más intensas que hayamos visto en esta feria.

El viejo aficionado dio cuenta del "cierralata", se limpió la comisura de los labios, y me invitó a levantarme.

- Podemos irnos, Cadahalseño, no sea que también acabemos en la puerta de arrastre, como los toros de doña Dolores. Allá penas a los que dicen que se aburren en tardes como ésta. Ya me aburro yo en muchas otras que ellos se van tan felices. Pero no me ha dicho nada de picadores ni banderilleros.

Salimos sin prisas, hablando del gran par de David Adalid al quinto, de la falta de pericia para banderillear a este tipo de toros, sin saber aprovechar las querencias y los relances ni intentar pares al sesgo, ni tener claro que hay que meterlos por dentro al caballo cuando es imposible hacerlo colocados fuera de las rayas. Aunque el personal no lo entienda, ¡coño! 

Cuadro de puntuación de la corrida de Dolores Aguirre



Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...