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martes, 20 de junio de 2017

Iván Fandiño y una foto para el recuerdo. Miguel Moreno

Me dedicó una fotografía enmarcada que me hizo llegar por mediación de mi hermano José Luis: “Para Miguel Moreno, con todo mi cariño, por ser tan buen aficionado”. Jose me la entregó la Nochevieja de 2014 y presidió aquella cena familiar desde la chimenea de su chalet del Piquillo.


Al llegar a mi casa la colgué entre otros recuerdos taurinos queridos. Observé detenidamente que se la tiraron en Bilbao, su tierra, y le está dando un natural primoroso a un toro de Jandilla sobre la cenicienta arena bilbaína de Vista Alegre. Allí le vi por primera vez con un toro de gran trapío de “El Ventorrillo”. Me gustó como primero dominó y luego lidió aquel toro complicado.

Era un torero luchador, poderoso, de corte lidiador que se atrevía con cualquier ganadería. El domingo de Resurrección de 2015 se anunció en Madrid con seis toros de hierros prestigiosos (Palha, Pablo Romero, Victorino Martín, Cebada Gago, José Escolar y Adolfo Martín). Esa apuesta no le salió bien y le hizo “perder el sitio”. Poco a poco lo iba recuperando junto a su fiel apoderado Néstor García.  Iván Fandiño no era ningún corrupto, ni ningún político “cantamañanas”, ni ninguna persona de esas que esperan que los demás les den de comer. Él se ganaba el pan con su sangre -¿existe mayor dignidad?- Una tarde primaveral se quedó sin ella en un pueblo taurino francés que se llama Aire, el que ya no respira... Un toro que no sabía de poesía le arrebató la suya que llevaba cincelada con su propia sangre embelleciendo su corazón.

Desprecio a quien defiende la vida deseando la muerte, a quien pide apagar tu luz para que tu hija viva a obscuras. Yo quiero que sepas que a mi casa cadalseña siempre la alumbrará tu recuerdo. Acaso fuera por eso que aquella Nochevieja coloqué tu foto entre Belmonte, Joselito “El Gallo” y “Antoñete”. Quizá intuía ya entonces que todo mi paisaje taurino acabaría iluminado por el tuyo. ¡TORERO!

 Miguel MORENO GONZÁLEZ

jueves, 18 de mayo de 2017

Plaza de talanqueras. Las Ventas, 18 de mayo de 2016

Que Las Ventas en muchas ocasiones es una plaza de talanqueras no es la primera vez que se escribe. Hoy ha sido una de esas ocasiones durante la lidia del quinto, sobrero de El Montecillo, un toro avisado que ha puesto a prueba a los de luces y la emoción en los tendidos. El toro de lidia tiene estas particularidades, no siempre es el animal previsible y colaborador al que estamos acostumbrados. Precisamente por la falta de costumbre de ver salir toros con todo el peligro, el personal olvida que a los toreros hay que valorarlos por el animal al que se enfrentan. Luego está el tema de la oreja...

Víctor Manuel Martínez o la dignidad torera

Don Venteño y Remi se encontraban en animada discusión, uno a cada lado de la barra. Bueno, no era tal la discusión porque dos no regañan si uno no quiere. Al verme, el viejo gruñón se giró a mí:
-Hombre, Cadahalseño, me viene usted al pelo. Aquí este cabezón de Remi que se empeña en que las banderillas, las de comer, valen de aperitivo para el agua con gas. ¿Qué opina usted?
Miré a Remi, que se encogió de hombros con una media sonrisa:
-Hombre, no sabría contestarle, no me gusta el agua con gas.
Don Venteño se volvió airado, cogió su botella de agua y el plato de banderillas y se fue a la mesa. Cogí mi tercio de Mahou y me senté a su lado. El viejo tenía el día torcido.
-Hoy soy yo el que tengo prisa, así que apunte lo que le voy a decir y lo publica usted tal cual, no me lo cambie a su gusto.
Pensé que lo mejor era asentir con la cabeza y no responder.
-Esto de Parladé, por mucho que el Domecq Morenés se empeñe en decir que es distinto a Juan Pedro, es más de lo mismo. Falta de poder y falta de casta, los dos atributos básicos del toro de lidia, no del torito que gusta a las figuras, a sus voceadores y a los que pagan un pastón por verlas torear. El resumen de Parladé en la Feria 2017 es: imposibilidad de aprobar seis toros; de los que salen, uno, el tercero, es un gato, otros dos son inválidos, de los que el presidente sólo ha devuelto uno, otro es descastado y el último, un toro que duró tres tandas de muleta. Todos mansos en el caballo ¡Como para irse contento para Portugal!
Intenté meterle el pico:
-Pues ya ve, con eso, si David Mora anda listo, sale por la Puerta Grande.
En qué hora lo hice:
-¡Mire, Cadahalseño, no me toque las orejas, que soy un bicho resabiado! Con este personal, cualquiera puede salir por la Puerta Grande. ¿Cómo se puede pedir una oreja por menos de una media faena por el derecho, y la otra llena de enganchones y medios pases por el izquierdo? ¿Cómo se puede conceder una oreja con una petición ni mucho menos mayoritaria? ¡Si llega a hacer algo le dan el rabo!
Aguanté la embestida, y me atreví a provocarle.
-Ya, pero reconozca usted que la estocada fue buena y se decía que una buena estocada es una oreja.
Se engalló aún más, levantando la mano derecha con el dedo índice hacia arriba.
-Eso de que la estocada es una oreja es historia de abueletes, de cuando la suerte suprema, de ahí su adjetivo, se valoraba más que la faena. Pero incluso entonces, la estocada debía ser más que buena y meritoria.¡ Así que a otro perro con ese hueso! Además, el madrileño de Borox estuvo muy irregular con el tercero, un torito colaborador, con el que igual lo echaba para fuera en el primer pase de las series, como lo recogía ajustado en los siguientes, pero siempre con la muleta retrasada, y así solo pueden darse medios pases.
Como me había avisado intenté abreviar.
-De Curro Díaz, poco hay que decir, con un primero manso y sin fuerza y un cuarto de El Montecillo muy deslucido.
Por primera vez le vi dibujarse una sonrisa en la tarde.
-Sí, de los que "sueltan la cara" que dicen ahora todos los taurinos.
Sabía que estaba esperando a entrar en materia, el lío del quinto, así que le cité:
-Tampoco Fandiño pudo hacer nada con ese segundo segundo descastado y que se mantuvo gracias a que no lo picaron, y encima le tocó el sobrero de El Montecillo, que vaya pájaro.
Volvió a ponerse serio y solemne.
-Sí señor, un pájaro, uno con peores ideas que una zorra en un corral de gallinas. Pero tenía su lidia, complicada, pero su lidia. Pero ya no hay costumbre. Especialmente en el personal, que cree que la Tauromaquia se reduce a los pares al cuarteo, derechazos, naturales y pases de pecho. Y si los de luces hacen otra cosa, protestan como pueblerinos en plaza de talanqueras. Yo no sé si 'Acobardado', que el nombre no le caía bien, había sido tocado, si había sido tentado, si era burriciego o qué, pero era un barrabás. El caso es que hacía regates al capote, se quitaba el palo, intentaba dar cornadas a Juan Melgar sobre el caballo y pegaba gañafones a los banderilleros en cuanto entraban en su jurisdicción. Que hay que ver a un banderillero consumado como Jarocho pasando las de Caín intentado dejar algún palo. Y aquí es donde me descubro hoy.
Interrumpió el discurso, se puso de pie, inclinó la cabeza haciendo ademán de quitarse el imaginario sombrero.
-Con ese "jarabo", Víctor Manuel Martínez puso dos pares en la cara, el segundo espeluznante, solo y en rayas del 6, con el toro viniéndose, levantó las manos y clavó arriba, saliendo por los aires porque el gañafón del pitón izquierdo le enganchó en la taleguilla. Eso es vergüenza torera.
Volvió a sentarse. Aproveché la ocasión.
-Ese par no tenía que haberlo puesto. Es cierto que el toro no tenía dos pares clavados, pero el presidente debería haber sido más sensible y haber cambiado el tercio, dadas las condiciones del toro.
Me miró fijamente:
-Mire usted, mientras haya Reglamento, el presidente ha de cumplirlo "con exactitud" y una de dos: o el toro no es apto para la lidia, en cuyo caso hay que devolverlo, o es apto con todas las consecuencias. Yo ya sabe, esto del Reglamento no es santo de mi devoción, pero si se mantiene ha de aplicarse. Y a Fandiño le faltó darle una lidia más antigua, de andar por la cara y doblarle el espinazo con la muleta en los dos ijares. Pero pitarle, como hicieron, es para que se lo hagan mirar.
Se levantó, dijo que hoy no pensaba pagar a Remi, por lo del aperitivo, y me invitó a salir con él.
-Don Venteño, no me espere hasta el lunes. Mañana marcho al pueblo en cuanto termine la corrida de la Prensa. Por cierto, un amigo de allí me ha dado recuerdos para usted en los pasillos de la plaza.
.Me dio una palmada.
-Devuelvaselos y ya me contará qué le dan a usted en ese pueblo, que no puede pasar un fin de semana sin él. Agur.
Cuadro de puntuación de la corrida de Parladé (4) y El Montecillo (2)


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR

Más de tres cuartos en tarde soleada y ventosa

Carrera de Curro Díaz perseguido por el primero

'Noctámbulo' sale de naja

Inválido, además de manso

Primera devolución de la Feria 2017: 'Lingotazo' de Parladé

Iván Fandiño, por fin, brinda a la realeza

Cadalseños por Las Ventas

El tercero, un toro hecho a escala de Ángel Otero

David Mora fue el único que se prodigó con el capote

Vuelo de la montera

Mora quiso repetir el inicio del año pasado, pero esta vez sin voltereta

Curro Díaz no quiso evitar que el cuarto se viniese al caballo de puerta

Pase habitual en Curro Díaz

El sobrero de El Montecillo intentó coger a Juan Melgar e varias ocasiones

Los problemas con 'Acobardado' de un buen banderillero, como Jarocho,

Fandiño, por la vía rápida, mete una atravesada a esta prenda

Remate del saludo de Mora al sexto

Ángel Otero culmina un tercio de palos reunidos

Molinete o "yo no he sido"

Buena estocada

domingo, 9 de abril de 2017

Desigual. Las Ventas, 9 de abril de 2017

Si algo ha caracterizado a esta primera corrida de la temporada venteña ha sido la desigualdad.

Desigualdad en la densidad de espectadores de sol (lleno) y de sombra (menos de media entrada).

Desigualdad de trapío en los toros. Desde un imponente 4º de 631 kilos, de espectacular cara, a un terciado 5º de 103 kilos menos, feo de cara y cuerpo.

Desigualdad en el comportamiento de los albaserradas. Manso, parado y a la defensiva el 1º, encastado y poderoso el  2º, peligroso el 3º, bueno a menos el 4º, soso el 5º y flojo el devuelto 6º. El sobrero de San Martín, flojo y colaborador.

Desigualdad en los coletas. Desconfiado y sin sitio Iván Fandiño, veterano Alberto Aguilar, y sin recursos el confirmante Gómez del Pilar.

Desiguales los tercios. Inexistente el toreo de capote, con el único atisbo en un quite de Aguilar por chicuelinas movidas al 2º. Aceptable el juego en el caballo, salvo el remiso 1º. Variedad en los rehileteros, sobresaliendo Jarocho en el 4º. Discretas faenas de muleta, más jaleada la de Aguilar al fácil sobrero. Y poca fortuna con los aceros, salvo la media en su sitio de Aguilar al 3º.

Bosquimano se arranca en la segunda entrada

Dicho lo cual, y de forma breve, diré que se guardó un minuto de silencio por Adrián el niño que quiso ser torero, antes de que Gómez del Pilar declarase sus intenciones yéndose a una portagayola frustrada por la mansedumbre defensiva y parada de un primero que no cambió su comportamiento hasta su muerte. A Noé le faltó suplir la mansa condición del victorino, que además se metía por dentro, con un toreo más de pies. Poco enganche tenía con el insípido 5º, el más noble de los albaserradas, pero sin posibilidades de llegar a los tendidos.

El 2º tuvo buena pelea en varas, bien picado por Rafael Agudo, y llegó a la muleta muy humillado y con mucha clase por el pitón izquierdo, desaprovechada por Iván Fandiño, incapaz de quedarse en el sitio y con naturales de tirón, para terminar con estocada baja. El 4º peleó con fijeza en el peto y metió bien la cara en los inicios de la faena de muleta, sin que el de Orduña lo aprovechase antes de que el toro de las 55 arrobas quedase andarín yendo a menos.

El 3º fue un toro que acometió al caballo sin entrega, y evidenció un pitón muy complicado, el derecho, que a punto estuvo de enviar al hule a Alberto Aguilar, pero con un muy potable izquierdo del que no supo beneficiarse el madrileño. Su segundo lo dejó para sexto, por pasar a la enfermería, y salió tan blandito que el usía devolvió en el segundo tercio. El sobrero de San Martín no estaba mucho más sobrado de fuerzas, pero a media altura pudo sostenerse en una faena de muleta estética y sin emoción de Aguilar, con altibajos en colocación y temple. A punto estuvo de sonar un tercer aviso que habría dejado en evidencia el habitual abuso y pesadez de los toreros cuando sale un toro noblote, como este santacolomeño a la mexicana que cerró la tarde.

La sensación final es que, al igual que en la Feria de San Isidro pasada, el gris resultado de la corrida de Victorino podía haber sido distinto con otros matadores. ¡Cómo se echa en falta a los especialistas de este encaste!

Cuadro de puntuación de la corrida de Victorino Martín (5) y San Martín (1)


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR
(en construcción)

miércoles, 11 de mayo de 2016

Madrid se rinde a la verdad y calidad de Ureña. Las Ventas, 11 de mayo de 2016

Ureña, a pies juntos, con el tercero de la tarde

Estimado Cadahalseño:

Tápese, que este toro es mío.

Ya sabe usted que se dice que una cosa es torear y otra, dar pases. Y yo digo que una cosa es torear de verdad, y otra, lo de siempre. ¡Qué contraste con el postureo y los alivios de los novilleros punteros!

Por supuesto hablo de Paco Ureña, usted habrá entendido. De los otros ya diré algo, pero lo primero, antes.

Al murciano le ha tocado un tercer toro complicado, sin fijeza, y que si hubiera psiquiatra de toros, sería de consulta diaria. Un animal huidizo, reticente a entrar en los caballos, pero cuando llegaba al peto no había peón que lo sacara. Por algo son animales irracionales, digo yo. Y en la muleta fue desigual, incierto y sin fijeza ninguna; o, como ahora se ha extendido la expresion en el orbe taurino, soltaba la cara a diestra y siniestra. Un toro que, sin ser un barrabás, no aireaba su peligro a los no iniciados. Y ahí está la grandeza de Ureña, consintiéndolo y jugandosela para hacerle pasar, ofreciendo sus muslos en cites de frente, sacando algunos pases realmente buenos. Un toreo de verdad y de calidad, oiga usted. Pinchó y dejó una estocada desprendida que tumbó al bicho.

Faltaba el sexto, un toro de abierta encornadura con el que no supo lucirse en el saludo, y al que Vicente González castigó sin medida en el primer encuentro, para simular la segunda vara. "Ojibello", que así se llamaba en los libros de El Torero, no era toro que se entregara en la embestida,  ni que terminara de humillar, pero lo hacía con emoción y repetía. No sé si se fijaría usted que por el derecho no consentía series largas, y se metía al cuarto pase, impidiendo los remates limpios. Por ese pitón hubo momentos de gran calidad, la planta erguida, corriendo el brazo con naturalidad. Hubo algo de precipitación en algunos momentos, como un deslucido cambio de mano, y también algo de amontonamiento. Pero, déjeme que le diga que hubo toreo y no postureo, hubo cite y no despiste, hubo sentimiento y no retorcimiento. Bajó la faena en dos tandas por el pitón izquierdo, que no era el del toro, para subir al final con unos bellos ayudados, antes de pinchar y cobrar una estocada. La plaza siempre remó a favor, algo que siempre ayuda.

Dicho lo cual, es hora de abreviar porque poco más hubo. Manuel Escribano no vino a toriles, lo cual es noticia, y se le vio fácil con sus toros: un primero irregular, al que banderilleó rápido y pasado, citando al hilo del pitón con la muleta, pero ajustándose en los pases. Lo peor fue un feo bajonazo. En el cuarto de la jugó en un tercer par al quiebro pegado a la barrera y no tuvo opciones con la muleta, por la flojedad y falta de casta. Perdón, sí tuvo una opción, abreviar, pero la descartó.

Y de Iván Fandiño, qué quiere que le diga. Que sigue perdiendo crédito. Bien es cierto que el segundo, bravo para el caballo, cambió en palos y acabó arrojando la toalla en el último tercio. Con el quinto, un remiendo carbonero y rabicorto de Torrealta, dio el mitin. Ya fuera porque estaba disgustado con el sorteo, o con el ganadero, o con el mundo, lo cierto es que se limitó a dejar la tela en la cara del bicho para que le derrotara por arriba. Y digo que debía de estar enfadado, porque hasta el potito sabe que un toro que lanza derrotes demanda que el torero se doble con él y lo obligue por abajo. Si lo sabe hasta el potito, el vasco no puede desconocerlo, esto es de cajón. Él sabrá. Ni con los aceros acertó.

Por lo demás, hicieron saludar a Iván García, un gran banderillero, pero que hoy clavó pasado en el primer par, aunque cogiendo en corto. Y en la segunda mitad, jarréo pero bien. Tanto que los matadores hubieron de recurrir a cambios de muletas empapadas por otras secas.

Y no hay más que contar, que es hora de dormir y yo soy de acostarme pronto. Ahí le dejo eso para sus cuadros y su fotos.

Siempre suyo afectísimo.

El Tío Puntilla

Cuadro de puntuación de la corrida de El Torero (5) y Torrealta (1)


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR

Paseíllo con lluvia


Los monos


José Manuel Quinta con la vara de detener

Par de Escribano al violín... desde el costado

Natural a "Plomazo"

Vecinos de Iván Fandiño que se han acercado a al Monumental

A Rafael Agudo se le va la mano

Media de remate en el quite de Ureña

"Orejuelo" no quería embestir

Fandillo enfrontilado con el toro

Con el tercer toro llegó el diluvio

Saludo de Paco Ureña al tercero

"Marisquero" tardaba en acudir, pero después no se iba

Pureza

De frente

Estocada al segundo intento

Cadalseños por las Ventas

El cuarto entra saltando al caballo de Chicharito

En medio de otro aguacero, Escribano arriesga cerrado en tablas. Un capote ayuda desde el callejón

"Molinero" perdía las manos continuamente

El remiendo

Fandiño lancea al quinto

Juan Melgar cita muy atravesado a "Gladiador"

Hasta en la suerte suprema fueron todo derrotes

 Un cinqueño cerró el festejo

"Ojibello" se arranca en la segunda vara

Ureña corre la mano

La oreja y el ruedo anegado

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...