martes, 31 de mayo de 2011

Ni un novillo negro. Las Ventas 30 de mayo de 2011

Desde que el predominio de los encastes de la ráiz Vistahermosa puso la geografía taurina de luto, es raro presenciar una corrida como la novillada de esta tarde en que no salga, al menos, un ejemplar de pelo negro o cárdeno. ¿Será una casualidad o una nueva moda en la selección?

Un americano (Richard Pickers) fotografía la voltereta de otro americano (Diego Silveti) en Madrid

En las novilladas del ciclo isidril es habitual encontrarse con cuadrillas de amigos que inician la tarde de toros por la mañana y la terminan según el carácter y la libertad de cada cual. Este era el caso de un grupo que se dio cita en "El Rincón de César" al terminar el festejo, y cuya euforia se hacia notar. Por eso, don Venteño me condujo hasta la mesa del fondo, donde los decibelios quedaban más amortiguados.

-¿Qué tal se encuentra hoy?

Me miró a la cara:
-Cadahalseño, no se le oculta que llevo unos días mal. No sé qué me pasa, pero me encuentro fatigado. Tendré que ir al médico, como todo jubilado que se precie.

Traté de restarle importancia al cansancio: -¡Bah! es que la feria es demasiado larga, y al final se hace cuesta arriba, sobre todo, cuando ha habido tanto malo y tan poquito bueno. Digo esto para mí y para usted, que estamos vacunados de triunfalismo.

Tenía esa mirada triste de quienes saben que los ánimos de los demás sólo servirán para tranquilizar su conciencia. Cambió de tema:
-He dicho a Remi que le ponga una caña. Yo tomaré una manzanilla, por hacer gasto, ya sabe.

-¿Qué le han parecido los novillos?

-En general, un asco. No sé qué coño estarán haciendo los de Edificaciones Tifán, y si los ruidos de la Operación Malaya han hecho eco en el cuidado y en las tientas de los últimos años. O si dejan lo bueno para toros y lo malo para novillos. Lo cierto es que cuatro de los seis utreros son para enviar a sus madres al matadero, y los otros dos, para ponerlas en cuarentena.

-¿Se refiere al tercero y al sexto?

Remi siempre atento y servicial, nos acercó lo pedido; eso sí, sin prisas. Nos informó que Ortega Cano seguía estable.

-Este hombre, me refiero a Ortega, me da muchísima pena, porque es buena gente y la vida hace tiempr que le trabucó su destino natural. Hoy tenía que haber estado en el callejón, como apoderado de Rafael Cerro. Y volviendo a su pregunta, efectivamente, lo único salvable fue el lote del debutante. Lástima que el tercero se quedase cojo de la mano izquierda al inicio de la faena. ¿Sabe? no me gusta que traten de torear a un toro lesionado. Son ventajas que desequilibran aún más la lid, la pelea entre toro y torero, que es consustancial a la Tauromaquia.

-Esto no lo entenderán los aficionados a la torerimaquia.

-Ese es su problema; no el mio. Tampoco me gustó en el sexto, pero se lo perdonó por ser novel. Ese jabonero sucio, o barroso, según se mire o no el morrillo, estaba cuajado y era cómodo de cara. Como fue un  un manso redomado en el caballo, quedó poco castigado y llegó alegre a la muleta, arrancándose desde lejos y desplazándose varios metros. Pero la embestida era rectilínea, no ofrecía problemas, salvo atemperarle la velocidad. Y el de Navalmoral de la Mata no solo no se lo trajo para dentro, sino que descargó la suerte a partir del primer pase de cada serie, llevando la pierna contraria muy atrás para alargar aún más si cabe la embestida del utrero. Fue una faena muy larga, de muchas series y ninguna redonda. Y no se puede matar tan feamente.

-Ya se vio en banderillas como perseguía. Que le pregunten a Yesteras, que le olió dos veces el trasero y la segunda a poco lo estrella en el burladero.

Se echó la manzanilla a la taza, exprimiendo el sobrecito con el hilo enrollado a su alrededor.
-Con su veteranía, Yesteras podría haber zigzagueado algo en la carrera. Claro, que a lo mejor pensó que alguien le haría el quite.

-El que menos suerte tuvo fue el mejicano. Enlotó dos novillos poco propicios. El primero, huidizo; y el cuarto, que se acabó en la tercera serie. Claro, que tampoco aprovechó las dos primeras, dándole demasiada salida. Luego se rajó de plano. Por cierto, que me ha dicho un amigo aficionado y apasionado que no sacó el capote de paseo con el que un día antes en Cáceres salió a hombros. Era el del premio Racimo de Oro 2010 que obtuvo en Cadalso de los Vidrios.

Sacó el programa de mano y leyó la página de Diego Silveti:
-Pues aquí no dice nada de ese premio.

-Y no fue el único premio que consiguió. Que no lo digo porque sea mi pueblo. O sí. Sino para que vea lo desinformada que está la empresa.

-Y de estoque lleva un excalibur, que los peones no fueron capaces de rescatarlo del cuarto, por más intentos que hicieron. El que anduvo espeso fue Víctor Barrio.

-Creo que anduvo digno con lo que pechó. Al segundo le robó unas series, a fuerza de templar y bajar la mano, y eso que no era franco en la embestida, hasta que se paró. Y el quinto era un inválido con el que debió abreviar y no ponerse delante a quitarle las moscas. Y, encima, pinchó seis veces.

Hizo ademán de levantarse, como si estuviera incómodo.

-Don Venteño, si quiere nos vamos, que está todo hablado.

Acabó de incorporarse:
-Sí, poco ha dado de sí una novillada que prometía sobre el cartel.

Dejé unas monedas en la mesa y nos despedimos de Remi. No quiso que le acompañara a su casa:
-Bueno cadahalseño, esta "magnífica" feria da para poca conversación.

-Efectivamente. Por cierto que hoy hemos tenido el récord de quites. Cinco hizo Rafael Cerro, y tres Silveti y Barrio, aunque ninguno fue bueno. Barrio que dejó de recibir en los medios por tafalleras, como suele, y se decidió una vez a portagayola y otra con larga cambiada de rodillas en los medios.

-No me gustó ese galleo eléctrico del segoviano en el quinto con el capote a la espalda.

-Y de peones, destaco a Miguel Martín, que pareó con mérito al segundo y a Teodomiro Caballero, picando al sexto. Por el contrario, qué mal echó la vara Rubén Elías Cerro.

Me dio la mano derecha, mientras me apretaba el antebrazo con la izquierda:
-Adiós, amigo. Si no fuera por estos ratos, quizás a estas alturas me hubiese ya rajado, como un manso.

-No se preocupe. Usted embestirá hasta el final.

Cuadro de puntuación de la novillada de El Ventorrillo el 30/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A éstas horas, creo que ya toda la cuadrilla habrá acabado el "día de toros"

Antonio

cadahalseño dijo...

¿Todos?

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...