sábado, 28 de mayo de 2011

Mucha leña y poco fuego. Las Ventas 27 de mayo de 2011

A veces me da la impresión de que la empresa de Madrid se guía en la compra del ganado por los mismos criterios que, según gustaba decir a Fernández Salcedo, tenían las comisiones de festejos de muchos ayuntamientos. Hoy probablemente han traído a Las Ventas lo más aparatoso en arboladuras que pacía en Las Ramblas. Faltó que les hubiesen mirado también lo demás, porque no eran dignos de una plaza de primera. Y escasearon la fuerza y la casta, por supuesto.

Azulejo en recuerdo del maestro César Rincón, descubierto hoy.

No hizo falta llegar hasta la barra. Don Venteño estaba plácidamente sentado en la mesa de al lado de la puerta del "Rincón de César", concentrado en la lectura.

-No se me aparenta verle leyendo un libro en el bar.

Levantó la vista:
-¡Pero bueno! ¿es que acaso me toma usted por un anafalabeto o por un ministro, que viene a ser cosa parecida?

Me senté a su lado: -¿Puedo mirar qué lee?

Hizo ademán de dármelo:
-Lo vi el otro día en la biblioteca y lo saqué para curiosear y al final me lo voy a embaular entero. Es la "Correspondencia" entre Miguel Delibes y su editor barcelonés entre 1948 y 1986. Hay alguna pincelada taurina que hoy en dia jamás escribiría ningún editor catalán, ya ve como ha cambiado el ambiente taurino en esas tierras del Reino de Aragón. Por ejemplo, déjeme buscar... Aquí. En 1954 José Vergés escribe sobre la cuantiosa inversión hecha para una Guía de Madrid, y la necesidad que ello supone de desplazarse "a la capital", porque "es preciso salir a la plaza personalmente a vigilar el toro". También Delibes escribe con metáforas taurinas. Por citar una, en ese mismo año se refiere a la conveniencia de acelerar el pase de la censura para su libro "Diario de un cazador", y escribe: "Ya sabes que conozco a Pérez Embid y con Sisí [Mi idolatrado hijo Sisí] lidié el toro muy bien".

Remi me arrimó una caña, que hacía de contraste a la taza de café que hoy, de forma excepcional, era la elección de don Venteño: -Sí, mucho han cambiado las cosas en Cataluña. Por lo que veo, hoy anda usted de recuperación.

 -Ya sabe usted: "Días de mucho, vísperas de nada". Y como a mi edad no se recupera uno bien de algunos excesos, he decidido quedarme en casa y devolver la entrada.

-Habrá aguantado una cola espantosa.

-No, se la di a un vecino para que me hiciera la gestión. Pero dígame, ¿cómo ha estado la cosa?

-Desastrosa. Cuatro hierros han desfilado, los tres Pirris en las cuadrillas y tres veces se ha paseado Florito por el ruedo. Y podrían haber salido alguna vez más, no crea. Tanta variedad de hierros y una sola sangre: la bodeguera.

Se echó hacía atrás como resignado a oír al aficionado pesado que tiene que pegar la vara con su cantinela. Le tranquilicé: -Mire, tanto que criticamos a tanto coletudo que se pone plomo con la muleta ante un animal derrengado, y no quiero caer yo en la misma falta.

-¿Entonces, me va a hacer una de aliño?

-Exacto. El primero bis, de José Vázquez. Lo de "Aleas, ni los veas" pasó a la historia. Flojísimo y pastueño. El Cid pulcro y sin apenas tocar la zurda. Media caída y tendida. El cuarto tris, de José Luis Iniesta, también flojo y al que el de Salteras empezó la faena toreando ya por naturales, y apenas tocó la diestra. Todo sin historia. Necesitó de cuatro pinchazos sin soltar para fulminarlo con una estocada en su sitio. Se había anunciado con Las Ramblas y no mató ninguno.

No hizo ademán de intervenir. Proseguí: -Al segundo, de Las Rambas, le cuidaron en el peto, no le perdonó el quite Saldívar por chicuelinas rematadas doblemente sin enmendar y sufrió el segundo tercio de El Fandi, con un tercer par al violín que quedó en la arena haciendo una uve, por ese feísimo truco de unir los arpones con una goma. Me callo la faena. El quinto, del mismo hierro, apenas fue picado, facilitó un buen par a la moviola. La faena fue pueblerina, y se lo dice un paleto; tanto como el recibo de larga cambiada de rodillas y verónicas de paso atrás. Estocada fulminante, sin hacer la cruz, con golpe de pitón en la cintura.

Siguió callado: -Escaso de atrás el cuarto de la ganadería titular, manseó en peto y palos y anduvo "aborricao" en la muleta. De Saldívar recuerdo que lo recibió de rodillas con un giro previo y que se ayudó innecesariamente en los naturales. Estocada tendida, saliendo desarmado. Grandón y de casi 6 años era el sexto, con el que anduvo en el saludo. Le dio Almodóvar más de lo necesario en la primera vara. Atento El Fandi en los quites a los banderilleros. En la faena no hizo sino defenderse a cabezazos, y el mejicano le plantó cara, aunque sin someterle. Tardó en hacerlo pasar a mejor vida.

Cuando comprobó que había terminado, se decidió a hablar:
-Mire cadahalseño, esto no es de aliño. Lo habría solucionado como dicen en su pueblo.

Quedé expectante. Hizo una pausa y sentenció:
-Ná.

Cuadro de puntuación de la corrida de Las Ramblas el 27/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...