Jose María Manzanares es la figura emergente. Y se volvió a cumplir la vergonzosa tradición. Dos días se anunció en Madrid y dos días de trasiego de camiones con toros y más toros para completar la corrida. Resultado: las dos únicas corridas hasta el momento en que no se han aprobado seis toros de la ganadería anunciada, han sido las dos suyas. Una casualidad, no vaya a pensar nadie otra cosa solo porque Matilla sea su apoderado.
Como viernes, los bares de Ventas estaban concurrídisimos. Gracias a los buenos oficios de Remi, pudimos hacernos un pequeño hueco en la barra del "Rincón de César".
-Este Remi es un fenómeno. Lástima que no haya sido torero, porque es un hombre imperturbable. Mantiene la serenidad aunque le estén pidiendo cinco al mismo tiempo. Él, a su ritmo. Y ya lo ve, todos estamos servidos.
Me parecía que don Venteño estaba dando largas, como esperando que abriese yo el melón. No me tapé: -Sí, así es. Pero no se me vaya por las ramas, que hoy hay mucha tela por cortar.
-Mucha o poca, según se mire.
-No le queda a usted el traje de gallego. Esperaba verle con la vena hinchada, y, sin embargo, me lo encuentro haciéndose el sueco.
-Si le digo que poca, es que solo ha habido media corrida. Lo otro ha sido media novillada. Y me pregunto: ¿Cómo serían lo de Garcigrande para rechazar 13 de 14 que transportó, cuando han admitido estas sardinas? Y vuelvo a tirar de programa para identificar a los responsables de aprobar raspas. -Sacó el programa y se puso las lentes. -Le leo. Presidente: D. Manuel Muñoz Infante. Veterinarios: D. Manuel Pizarro Díaz, D. Cipriano Hebrero Bravo y D. Fernando David Fuente Fuente. ¿Le suenan los facultativos? Exacto; los mismos que perpetraron la del pasado domingo, con los cuvillos.
-Comentó un vecino que a los tres primeros de Parladé parecíale que les habían quitado sus cornamentas y les habían atornillado las de algunos que tuvieran disecados en la paredes, porque de culata semejaban erales adelantados.
-Sí, y ya sabe que los toros embisten con los cuartos traseros. ¿Y el primero? que no habría servido ni para novillo en Olivenza. Tan vareado que se le podían contar todas las costillas. Y además, inválidos. Vergonzoso. Así que hablemos sólo de la otra media corrida.
Era una invitación a que rompiese yo el fuego, mientras él gestionaba una nueva ronda: -Me parece bien. Vamos a ello. Los dos de Juan Pedro Domecq, porque llevaban su hierro, que si es por hechuras, podían ser animales de cualquier finca de tratante; sobre todo el bastote cuarto, que anduvo a la defensiva y terminó pasando a regañadientes.
Hice una pausa, por ver si recogía el testigo. Ante su silencio, continué: -Castella empezó de guardabarreras, le dio después distancias, logrando una aceptable serie de derechazos ligados para pasar a su toreo, o destoreo, tradicional, incluido un pase cambiado por la espalda que truncaba una tanda por la derecha, y terminando por el arrimón absurdo al toro de Guisando. Por eso, y una estocada, le regalaron, sin petición mayoritaria, una orejita de menos de un gramo de peso.
Como seguía sin arrancarse, me puse más de frente: -¿Qué le ha parecido Manzanares en el quinto?
Y se arrancó:
-Un magnífico actor, que domina la escena como Fernán Gómez. Pero esto es un demérito en Tauromaquia, si en lo sustancial se falla. Bueno el volapié; plástico, el pase genuflexo cambiando de mano al rematar una serie de derechazos; toreo de alivio el resto, citando con la muleta biselada, llevándolo con el pico de la franela y rematándolo allá, hacia Toledo. Lo mejor de Manzanares ayer, su cuadrilla de a pie: Curro Javier "mimó" al toro con el percal, y Juan José Trujillo y Luis Blázquez, contundentes con los garapullos.
-Sí, en este momento Manzanares es el rey de la torerimaquia.
Se refrescó el gaznate y continuó:
-Nos queda el sexto de Parladé, el único bien presentado. Entró dos veces al caballo, pero la primera ni le tocó la puya, porque Tulio Salguero fue incapaz de girarse para ello, a pesar de que dio tres vueltas completas girando caballo y toro; y la segunda fue un puyacito del que se rebotó el toro, como gran manso declarado que era. Así que quedó crudo. Y todo eso se tradujo en poder y bronquedad en la faena de muleta. Talavante no quiso, o no supo, castigarlo con la muleta, que unos doblones pueden hacer más pupa que un puyazo, y le consintió todo. Al final, siguiendo la tauromaquia de Marcial Lalanda, decidió aprovechar la querencia del rajado toro y planteó la faena en las rayas del 3, aguantando impasible tarascadas y arreones. Y ahí llegó lo que me erizó el vello, por primera vez en esta temporada. Le sacó dos tandas de naturales, mandando a ese toro, por las que nadie hubiera apostado. ¡Qué mano izquierda!
Metí baza: -De acuerdo. Pero se equivocó al final. Ni el toro estaba para manoletinas (y tuvo suerte de que no le corneara al prenderle después de la tercera), ni mucho menos para matarlo al encuentro.
-El extremeño tiene la inspiración, la irregularidad y la torpeza de todos los genios.
-El extremeño tiene la inspiración, la irregularidad y la torpeza de todos los genios.
Cuando íbamos a marcharnos, me paró:
-Verá, podemos salir por donde está ese señor bajito, con pinta de educado; eso es lo fácil. O por alli, que tapa la salida ese joven fanfarrón que tantas voces da; ahí podemos tener complicaciones. Sígame.
Se encaminó decidido al lugar en que estaba el fanfarrón. Se paró detrás de él y le tocó el hombro:
-¿Permite?
El grandón se volvió, le miró y apenas se hizo a un lado, dejando un paso angosto. Don Venteño se mantuvo firme y serio mirándole. El joven dudó, pero acabó reculando otro paso más. Entonces don Venteño, estirado, avanzó y dijo secamente:
-Gracias.
Salimos a la calle:
-Si me hubiera ido por donde el educado, dando además un rodeo para no rozarle, podría haberme llamado Manzanares.
-Puede ser. Mañana descansamos. Pero el domingo le espero.
-Verá, podemos salir por donde está ese señor bajito, con pinta de educado; eso es lo fácil. O por alli, que tapa la salida ese joven fanfarrón que tantas voces da; ahí podemos tener complicaciones. Sígame.
Se encaminó decidido al lugar en que estaba el fanfarrón. Se paró detrás de él y le tocó el hombro:
-¿Permite?
El grandón se volvió, le miró y apenas se hizo a un lado, dejando un paso angosto. Don Venteño se mantuvo firme y serio mirándole. El joven dudó, pero acabó reculando otro paso más. Entonces don Venteño, estirado, avanzó y dijo secamente:
-Gracias.
Salimos a la calle:
-Si me hubiera ido por donde el educado, dando además un rodeo para no rozarle, podría haberme llamado Manzanares.
-Puede ser. Mañana descansamos. Pero el domingo le espero.
-Sin duda: en el cartel, los P-R. Así que las figuras ni están ni se las espera.
-Ciao.
Talavante y su cuadrilla dando la vuelta al ruedo tras el sexto de la tarde
Cuadro de puntuación de la corrida de Parladé el 20/05/2011 en Las Ventas
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)
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