martes, 17 de mayo de 2011

El interés del toro de lidia. Las Ventas 16 de mayo de 2011

Mausoleo de Joselito "El Gallo" en el cementerio sevillano de San Fernando, obra de Benlliure.
Como es tradición el 16 de mayo, se ha guardado un minuto de silencio, al cumplirse 91 años de la muerte de Joselito "El Gallo" en Talavera de la Reina. El próximo año será el centenario de su presentación de en la plaza de la carretera de Aragón de Madrid, el 13 de junio de 1912, alternando con otro "niño" sevillano: Limeño. Cuenta Don Modesto en la crónica de ese festejo el "rasgo de vergüenza y amor propio que han tenido, negándose a lidiar novillos de escaso respeto", y eligiendo otros toros de Olea que había en los corrales: ¡Esos son para nosotros!


Eran otros tiempos.

Y finaliza Don Modesto su crónica con este diálogo:

Eso era en 1912, cuando las figuras lo demostraban desde los 16 años, y los apoderados no mangoneaban a su antojo.

Volvamos al presente. Esta noche en el "Rincón de César" las charlas son animadas y polémicas. Digamos que hay una loable división de opiniones sobre la novillada de la tarde. Don Venteño está entusiasmado porque se ha pasado el festejo discutiendo con todo bicho viviente. Cuando aparco en la barra ya ha trasegado su tercio de su Mahou 5 estrellas, y le están sirviendo el segundo.

-Ya era hora de que se presentase, porque estoy hasta los mismísimos de tanto indocumentado.

Me olí una charla calentita: -La polémica es la salsa de los toros. Y hoy ha sido una novillada de muchos matices y...

No me dejó continuar:
Matices, qué matices ni qué leches! lo que ha habido son seis novillos para lidiar, y aquí sobran analfabetos que no saben conjugar ese verbo. Lo que han faltado han sido novilleros.

Preferí precipitar los acontecimientos: -Ha habido cinco novillos de Flor de Jara con complicaciones diversas y uno pastueño, el sexto. Y ha habido un novillero que pinta verde ecologista (Manuel Larios), otro que sobresalió con el capote y aguantó en el ruedo con una cornada, sin alharacas (Jiménez Fortes), y otro que ha tenido el mérito de su decisión, y su capacidad para estar a la altura de un encastadísimo novillo que habría dejado en evidencia a tres cuartas partes del escalafón de matadores (Víctor Barrio).

Se inclinó por la demagogia:
-Vamos, que usted de la habría dado la oreja en el quinto, ¿no?

-No, por dos defectos: el no haber conseguido rematar una tanda de naturales, aunque en su descargo va la dificultad de ese pitón izquierdo; y la colocación del estoque: demasiado caído y atravesado, aunque la ejecución fuera buena. Pero si hay que valorarla en función de la de Uceda  Leal del otro día, no le quepa duda de que la tendría más que merecida.

Se llevó las manos a la cabeza:
-¡Válgame Dios! cadahalseño, que yo le tenía por aficionado cabal, y resulta que ha visto a Víctor Barrio a la altura del quinto.

Traté de serenarle: -Tomeselo con calma, que se lo explico. Para empezar se fue a recibirle a los medios, con dos tafalleras, una chicuelina, dos verónicas y una media más que aceptables teniendo en cuenta la violencia de salida de "Callejón", cuajado y precioso de lámina, por otra parte . Con la muleta volvió a plantear la faena en los mismos terrenos, embarcando las rápidas arrancadas del buendía, y llevándole con mando y ligando por el derecho; ya le he dicho los problemas por el pitón izquierdo. Nunca le perdió la cara. Es más, si lo hubiera hecho, habría quedado totalmente desbordado.

No quedó muy convencido:
-Al menos estamos de acuerdo en que el novillo ha sido muy bravo.

No podía darle el gusto: -Yo ni siquiera le llamaría bravo, sino encastado. Su pelea en varas ha dejado algo que desear, pues aunque se arrancó impetuoso al caballo, lo hizo con la cara alta y se salió suelto rápidamente en la primera vara; y en la segunda, aunque entró con todo, al poco echó la cara arriba, cabeceó y se repuchó. Por cierto, magnífico una vez más Miguel Martín con los palos, cuadrando en la cara y clavando reunido, teniendo en cuenta que el novillo había quedado con muchos pies; y no desmereció Zayas. Martín también estuvo bien en la brega del segundo, con el detalle adicional de cerrarlo a una mano.

Don Venteño se repuchó:
-Esta noche viene con ganas de meterme el dedo en el ojo.

Procuré buscar puntos de conexión: -Lo cierto es que la novillada, y vuelvo a excluir al sexto, ha puesto emoción, esa que falta tantas y tantas tardes. No llegó a cumplir en el peto, en especial el cuarto, aunque no dudaron en acudir con prontitud. Pero dígame, hablando de otra cosa ¿no le ha parecido que los tres primeros han buscado descaradamente el bulto? ¿no habrá visitas nocturnas a "Zahurdón"?

Levantó la mano izquierda en señal de desaprobación:
-¡Quiá! en el siglo XXI ya no hay ni maletillas ni románticos. Aparte de la impericia de los novilleros, son las cosas de este encaste. Si no le sometes y le llevas toreado, te busca o sale como distraido, pero no hay que fiarse. Paco Camino lo sabía muy bien y siempre los llevaba empapados en la tela. Se me hace tarde, dígame que le ha parecido lo demás.

Revisé mis anotaciones: -Muy brevemente: Buen saludo por verónicas de Jiménez Fortes al segundo, que compensa lo accidentado del quite que hizo en el primero. Por cierto, que debe ir pensando en revisar la talla de su montera. Notable estuvo Luciano Briceño citando por delante y clavando en su sitio al segundo. Mal David Oliva en la brega y  Yesteras con las banderillas en el cuarto, antes de que Larios le brindase la faena, que remató horriblemente con un sablazo en las costillas. A José Miguel Flores el sexto le hizo coger el olivo dos veces, y eso que los dos volatines que se marcó el animal le dejaron afectado. Y todo concluyó a las 9 menos 5 con una estocada al encuentro.

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Luciano Briceño citando al segundo buendía. Foto de Rafa Carlevaris

 Liquidó cuenta con el camarero y se volvió solemne:
-Dirá usted lo que quiera, pero los santacolomas son otra cosa.

Le cogí del brazo para caminar hacia la puerta: -No tergiverse, que eso también lo sostengo yo. Pero no todos van por el mismo camino, que otros buendías, como La Quinta, están perdiendo el picante. Como afirma Carlos Aragón Cancela, al que algunos le han dicho que para comprar ganado de Santa Coloma hay que estar amargado, "¡los toreros tienen que tener miedo! si no hay presión, si el toro no les obliga a llegar al límite de sí mismos, eso significa que la casta está desapareciendo, y entonces todo el mundo puede volverse torero, cosa que no le conviene a nadie" (Tierras Taurinas nº 5).

Ya en la puerta, me dio una palmada en la espalda y, a modo de despedida, sentenció:
-Esta semana del clavel sí que vamos a comprobar como la casta ha desaparecido. Aurevoire Voltaire, que vienen dandi.

Cuadro de puntuación de la novillada de Flor de Jara el 16/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...