martes, 24 de mayo de 2011

El novillo derriba y al toro lo cuidan. Las Ventas 23 de mayo de 2011

En todos los oficios a los aprendices se les ejercita con las labores más sencillas para que vayan conociendo la técnica precisa que necesitarán en el futuro cuando hayan de enfrentarse a los trabajos más complejos. ¿En todos? No, siempre hay una excepción, y esa es el toreo.


La barra del "Rincón de César" no estaba muy concurrida, a pesar de lo caluroso de la tarde. En "su sitio" aguardaba don Venteño leyendo un papel. Siempre atento a la clientela, Remi me puso en suerte una caña con su correspondiente tapa, hoy de boquerones fritos, retorcidos a modo de toreros actuales.

-Buenas tardes, le veo concentrado en la lectura.

Sin levantar la vista, se quitó las antiparras y dobló cuidadosamente la hoja:
-Buenas tardes, cadahalseño. Estaba disfrutando de esta hoja que con cariño me han entregado antes de la novillada y que no he podido leer hasta ahora.

-De lo cual deduzco que no se ha aburrido.

-Supongo que usted tampoco. El encierro de Montealto ha sido interesante y los novilleros no se han arrugado.

-Para empezar, la fisonomia podemos convenir que ha sido más que notable, y cortados con el patrón de su abolengo. Y la conducta ha sido tan diversa como el catálogo cromático, con el común atributo de su robustez.

Se levantó del taburete y alzó su mano izquierda como un guardia de tráfico:
-¡Alto ahí! que parece que me va a soltar un rollo político. El otro día me dijo que el romanticismo esta demodé, pero creo que pronto le acompañará la jerga, difusa y confusa, de los políticos. Así que hable usted en cristiano.

Sonreí: -Es cierto, debe de ser un efecto secundario de la campaña electoral. Le decía que han tenido buena presentación, y estaban en el tipo de su encaste, y muy variados de pinta. Han dado distinto juego, pero han sobresalido en fortaleza.

Volvió a sentarse:
-Exacto, hay que ver qué manera de derribar a los acorazados. Sólo fueron dos, pero qué dos. El segundo acudió alegre al peto, metió la cara debajo del estribo y despanzurró a caballo y jinete. Y el quinto, que levantó a esa mole que componen montado, peto y montador hasta que la echó al suelo. Dos tumbos a ley. Pero mientras al segundo tuvieron que sacarlo, el quinto se fue suelto.

-Para mí, el sexto hizo mejor pelea que el quinto, llevando al jaco hasta las tablas, más por genio que por bravura. El cuarto fue más parecido a ese quinto, pero sin derribar. Sin embargo, el primero y el tercero mansearon claramente en varas, y les cuidaron.

-Lo que casi ninguno hizo fue dar facilidades a la terna internacional. Esto es de poca educación con nuestros visitantes extranjeros, cuando a nuestras figuras consagradas les sacamos la vaca tonta y muerta. Cualquier día, nos encontramos con que los gobiernos mejicano y francés llaman a sus respectivos embajadores a consultas.

Ví el peligro de que don Venteño se me dispersase: -¿Qué le ha parecido el francés?

-Hasta que no he leído el programa (por cierto, siempre la tirada se queda muy corta, no sé qué opinarán los anunciantes), creía que este Thomas Duffau era aquel otro Thomas francés del año pasado, que se cambió el nombre a Tomasito. En el primero, un novillo que buscó la huída ya de salida, poco pudo hacer. Recuerdo la excelsa suavidad de los lances de recibo y que en la faena, iniciada al estilo castellista (pases cambiados por la espalda, alternados con los de pecho) y rematada al estilo tomasista (por manoletinas), el toro anduvo trotando a su alrededor.

Intervine antes de pasar al siguiente: -Por cierto, que en el segundo tercio eché de menos a Juan Navazo, porque ese toro aculado en tablas pedía a gritos un par al sesgo, y no el empecinamiento de Juan Rafael Viotti de citar por delante, sin salida.

-Ya le dije que esto cada vez es más rutina que otra cosa, y no saben reaccionar ante lo inusual. Con el cuarto, el francés anduvo muy valiente, pero no consiguió solventar su defecto de derrotar en cuanto se le alejaba la tela; muy mirón y con genio, había que llevarlo muy tapado y tirando de él. No era fácil. Pero, amigo, ¡qué estocada recetó! haciendo perfectamente la cruz, entrando por derecho y enterrando el estoque en el hoyo de las agujas. ¡Chapeau!

Pedí una ronda para refrescar la garganta de don Venteño, que se había soltado.

-Al mejicano le tocó en suerte el mejor novillo de la tarde, el segundo, un precioso colorao ojo de perdiz, con el que se lució en el capote por verónicas rematadas con una larga cambiada y afarolada.

-Ese remate fue para hacer honores al nombre del novillo: "Farolero".

-Que ya hemos dicho de su buen juego en el caballo, bien picado por Sandoval "Tito", y con el que vimos un pique entre el francés y López Simón, cuando aquél replicó con tafalleras y chicuelinas a uno rematado con larga por abajo del madrileño. ¿Le gustó?

-Ojalá fuesen más habituales los quites, para dar importancia al toreo de capote, tan poco valorado. Y también en el cuarto, Sergio Flores no perdonó su quite, esta vez por delantales ajustadísimos.

-Sí. Tuvo este segundo de Montealto un buen son en banderillas y humilló con transmisión en la muleta, con el defecto de puntear al final del pase. Lástima que no llegase a acoplarse el mejicano con este toro, que era de puerta grande. La faena fue a menos para terminar con unas bernadinas finales y otra gran estocada.

-Don Trinidad le dejó sin oreja injustamente.

Hizo un gesto de contrariedad:
-¡Y dale con las orejas!  Eso para los revisteros y las malditas estadísticas. Pero si me preguntan a mí, lo tengo claro: nunca se puede premiar a quien está por debajo del toro.

Intenté volver a congeniar con él: -No, si yo lo decía porque el del palco está para cumplir el Reglamento y en la plaza había petición mayoritaria. ¿Y en el quinto?

Recuperó el semblante sereno:
-Pudo servir, pero este más en encastado. Huidizo de salida, aunque derribó, demostró su mansedumbre en varas, acudió con la cara alta en banderillas, donde destacaron Pablo "Pirri" y Robledo "Tito", y llegó metiendo bien la cara en la muleta, pero había que llevarlo hasta el final, porque era pegajoso. Flores le sacó dos buenas series ligadas, pero acabó el novillo buscándole y sin pasar. No mató bien, y el animal se tragó la muerte de pie. Y ya le dejo a usted al madrileño.

Se volvió a por su Mahou 5 estrellas, mirándome de soslayo mientras se la echaba al pico.

-La verdad es que López Simón debe corregir algunas cosas, lo que es natural en esta etapa de aprendizaje. No se puede empezar las dos faenas de hinojos, aunque toree bien en esa postura. Bien está calentar al público de esa forma al iniciar la faena, pero con una vez, suficiente. Y también ha de enmendar esa pose arqueándose hacia el toro cuando ha pasado. De cómo camina al salir del plaza, me callo.

Me interrumpió:
-Al grano, que me tienen la cena lista.

-¡A la orden! El tercero, más que jabonero veragüeño, resultó descafeinado con leche desnatada charolés. Nada que decir, salvo anotar que Duffau hizo un quite insustancial. Y del sexto, manso con chispa de genio, a destacar la actuación de la cuadrilla de a pie: Vicente Osuna en la brega y César del Puerto y David Peinado con las banderillas.

Me sacó a la carrera:
-Venga, que para ser una novillada hemos echado buena parrafada.

-A lo mejor mañana tenemos que hablar del tiempo.

-O de la caravana de camiones de toros que están esperando en las afueras de la plaza, a ver si alguna corrida les vale a Matilla y a Curro Vázquez.

-¿A que ningún toro de mañana derriba como hoy los novillos?

-Calle, que usted nunca acierta.

-Ya me lo dirá. Adiós.

Puntuación de la novillada de Montealto de 23/05/2011 en Las Ventas

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

2 comentarios:

tony monton dijo...

Es que me contento solo con disfrutar de este nuevo estilo de relato que te marcas. Y lo disfruto tanto que no me apetece romperlo con mis comentarios. Gracias Jose.

cadahalseño dijo...

Se te saluda Tony. A mí con lo que me gustaría disfrutar es con la Tauromaquia, pero esto empieza a entrar en el reino de los sueños.

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...