extrapicurciela: El lío de corrales nos regaló un toro bravo. Las Ventas, 6 de junio de 2017

martes, 6 de junio de 2017

El lío de corrales nos regaló un toro bravo. Las Ventas, 6 de junio de 2017

Hace 42 años que la ganadería de Victorino Martín ganó los premios al mejor toro y ganadería más completa de San Isidro y de las Corridas Generales. Desde entonces este hierro ha estado en lo más alto del escalafón ganadero, en el interés del aficionado y hoy en día es la única ganadería capaz de llenar una plaza de toros. Su artífice, Victorino Martín Andrés, aún vive y sería de justicia reconocerle su mérito mediante un gran homenaje de todos los estamentos taurinos: ganaderos, toreros y aficionados. Probablemente sin su intervención el encaste albaserrada habría desparecido, con todo lo que ello habría conllevado en el devenir de la Tauromaquia contemporánea.

'Pastelero', tercero de la tarde, un toro bravo

En el Rincón de César no cabía un alfiler. Don Venteño, de pie, discutía acaloradamente con dos hombres agitando su sombrero con una mano para dar más énfasis a sus argumentos. Llegué hasta él y lo empujé hacía su mesa. Una vez asegurado de que se mantendría sentado me acerqué a la barra a por el tercio, el agua y un platito de ensalada de alubias de la Granja.

-Cálmese, que no merece la pena.

Hizo como un intento de levantarse, que aborté poniendo mi mano en su hombro.

-¡Será posible que tenga yo que aguantar esto!

-A ver, dígame que ha pasado.

-Pasar no ha pasado nada, pero iba a recoger mi botella de agua en la barra y oigo que ese gili de la camisa blanca le dice al otro: "Tío, qué toro el cuarto, cómo ha ido al caballo". Yo sólo le he dicho que es lo único que ha hecho el toro: ir. Y le dice por lo bajo el otro, pensando que yo no lo oía: "bah, déjalo, este viejo qué va a saber de toros". Y ahí sí que no me callo ni delante de un entierro.

Dejé que bebiese un trago y se fuese calmando.

-Usted lo que tiene que hacer es pasar de estas cosas. Que cada uno diga lo que le parezca y entienda que es algo que no se ve nunca, ir tres veces un toro al caballo y desde 15 metros. Eso le gusta a todo el mundo y, sin embargo, los toreros casi nunca lo hacen y nadie les protesta. Hoy Paco Ureña nos ha hurtado ver eso mismo en el tercer toro, dejándolo en las rayas y mirando para el palco. Ahí sí que habría yo querido ver a 'Pastelero', que seguro se habría arrancado y con fuerza y, además habría hecho una buena pelea en varas.

-Nunca lo sabremos, pero lo que sí se ha comprobado es que el cuarto nada más llegar al peto se repuchaba. Pero la historia hoy ha sido otra: la de ese 'Pastelero', un toro fiero que ha ido a más durante toda la lidia. Ya salió metiendo el hocico por la tronera del burladero y volviéndose en cuanto vio movimiento detrás de él. No permitió ya desde el saludo ni un sólo fallo. No fue espectacular su pelea en varas, porque lo pusieron en corto, pero fue pronto y quedó fijo en el peto del caballo de Iturralde, que lo picó bien y con tiento. Arreó en banderillas y fue creciéndose durante la faena de muleta, sin admitir una sóla duda de Ureña, revolviéndose, de forma especial por el izquierdo, pero siguiendo con codicia la tela si le corría la mano con mando. Un toro como tienen que ser los toros bravos. El murciano no se arrugó, toreó firme, pero en algunos momentos lo desbordó ese torrente de casta. ¡Ay, la casta! la que casi ha desaparecido y a éste le salía en cada movimiento. Un toro al que se le debió dar la vuelta al ruedo, pero en los palcos se tiene más en cuenta la nobleza que la casta. Igual pasó en Sevilla con otro toro de Victorino, 'Platino', un toro de bandera que tampoco mereció los honores del pañuelo azul. Y ya me callo, que le llevo mucho hablado y yo con haber visto la lidia de este toro me doy por más que satisfecho por esta tarde y alguna otra.

Se llevó el vaso de agua a la boca, se limpió con su pañuelo y se echó para atrás en el sillón.

-Lástima que no doblara con la estocada, que quedó tendida. Paco Ureña debió llevarse un premio mayor que la vuelta al ruedo, aunque le ganase la pelea 'Pastelero', pero aguantar sin aliviarse ya tiene un enorme mérito. Y encima se llevó en el lote un sexto de pocos amigos, que se revolvía sobre las patas, con el que, de nuevo, expuso una enormidad, aguantando las coladas y gañafones. Con esto se entiende que los que pueden, no se apunten a esta corrida.

Carraspeó antes de responderme.

-Alguno que puede evitarse el trago se ha apuntado, como Talavante, que además ha toreado muy bien con la izquierda al segundo, el toro más agradecido del encierro, pero que era una raspa. En el quinto se ha quitado de en medio, lo que agradezco, porque era un toro manso sin posibilidades. Como agradezco a Urdiales que no alargase la faena a ese primer toro andarín y descastado. A lo mejor es un influjo de su seguidor, Curro Romero, que no perdía el tiempo, ni le hacía perder a nadie cuando no veía posibilidades. A ver si cunde el ejemplo y dejan de alargar faena a toros parados y moribundos.

-De todas formas a Urdiales se le ve en un momento bajo. Además le ha tocado el lote más desagradecido, porque el cuarto, que tanto lució en el caballo, no tenía codicia ninguna, pero metía la cara si se le hacían las cosas a favor. No lo hizo el de Arnedo y se alivió en exceso, toreando muy despegado. Confiemos en que vuelva a deleitarnos con su corte de torero clásico.

Se levantó y cogió su sombrero.

-Ande, Cadahalseño, vámonos que no quiero seguir viendo el careto de estos dos barandas.

Y tiramos calle Alcalá arriba hablando del lío de corrales, de lo mal presentado del encierro, de su interés, de lo bien que han picado Iturralde y Burgos y de la mala tarde de Agustín de Espartinas y Azuquita.

Cuadro de puntuación de la corrida de Victorino Martín