Después del reto de Talavante en 2013 con seis victorinos, un hombre-G se anunciaba en Madrid con adolfos. y eso es algo que me congratula y que deberían imitar el resto de hombres-G del escalafón taurino. Y digo yo que viendo el dulce comportamiento de los albaserradas en esta tarde calurosa, es fácil que se animen en el futuro. A menos que Adolfo Martín sustituya de nuevo el azúcar por la guindilla.
Salvando al silleto y montado primero y al anovillado (aunque con cara de mayor) tercero, la presentación ha sido correcta. En cuanto al comportamiento, han debido de recordar que el ganadero que dio nombre al encaste, don Hipólito Queralt, era Marqués y, como tal, de rancia nobleza. De la casta, sin embargo, se olvidaron. Es cierto que no rehuyeron las entradas al caballo, pero con escasa codicia, especialmente en el segundo encuentro. Y después fueron a menos, salvo los dos últimos. No es esto lo que yo esperaba, pero es lo que hay.
Antonio Ferrera era el director de lidia, y a fe que ejerció de tal. De hecho, en la actualidad quizás sea el único, salvando a Padilla, que se ocupa y preocupa de esa función. Ha estado siempre muy atento a todos los pormenores de la lidia, tanto en sus toros como en los ajenos. También ha intentado practicar el toreo de capote, si bien no con el lucimiento esperado. De sus movidos tercios de banderillas, solo se salva el último par al cuarto de la tarde, al quiebro por los adentros. En cuanto a la muleta, pocas opciones le han dado el deslucido primero y el sosito cuarto. La espada no ha sido amable con él tampoco.
Diego Urdiales no anda en su mejor momento, es verdad, y eso le ha privado de tocar pelo en el quinto, un toro que salió barbeando tablas, pero que llegó nobilísimo a la muleta. Le faltó corazón para ligar las series, aunque no renunció a intentar el toreo clásico, sacando algún pase lucido. Quedó por debajo de su oponente. El segundo, maltratado por el piquero, quedó flojo y apagado. Mal también con el estoque, dejando una chalequera al segundo y teniendo que recurrir a la cruceta tras pinchar repetidamente al quinto. En su haber, anotamos el único quite de la tarde: uno por delantales al cuarto.
Miguel Ángel Perera no se movió un ápice de su forma de entender el toreo, ni tampoco fue necesario. Se olvidó de que el capote, ese de talla XXL que usa, es también para hacer faena y no solo para llevar de acá para allá a los toros en el primer tercio. Hizo caso omiso a la previsión reglamentaria de que los lidiadores no han de situarse a la derecha del caballo en la suerte de varas. Con la muleta sobó al tercero, un toro tan falto de trapío como de codicia. De cierre, le tocó en suerte un albaserrada excepcional para la muleta, haciendo surcos por ambos pitones, fijo en el engaño y templado y entregado en la embestida, con el que tardó en acoplarse por la derecha, tirando demasiadas líneas, y al que sacó una gran tanda de naturales y algunos otros sueltos bien rematados y engarzados con los pases de pechos, pero de forma irregular, alternando con enganchones incompatibles con la boyantía de "Revoltoso". En definitiva, no fue una faena redonda. Mató de estocada, de efecto fulminante, lo que le sirvió para la dádiva presidencial de las dos orejas, incumpliendo don Javier Cano lo establecido en el Reglamento, pues la condición del toro era excepcional, no fue buena la dirección de la lidia en el primer tercio y no hubo faena de capote. Ni siquiera la faena de muleta fue redonda. Recordemos los que previene la norma:
Artículo 82.2. (...) la segunda oreja de una misma res será de la exclusiva competencia del Presidente, que tendrá en cuenta la petición del público, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada.
Siguiendo los gustos de determinada afición y de los espectadores, el usía ha extendido el acta de defunción del capote, relegándolo a mero instrumento de auxilio en la conducción de las reses durante los primeros tercios. Descanse En Paz.
Cuadro de puntuación de la corrida de Adolfo Martín
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)
12 minutos antes de las 7 no quedaban programas, como tantos días.
Prescripción XIX del Pliego : "La empresa adjudicataria vendrá obligada a garantizar la distribución gratuita del progama oficial (...) de forma que todos los espectadores dispongan de él al acceder a su localidad"
¿Qué dicen los del Cuento de Arreglos Taurinos?
Canal+ puso el estudio en el preciso lugar donde debían entrenar los caballos
Ni Adolfo ni Perera llenaron la plaza
¿Un debutante en Las Ventas?
La sombra del silleto es alargada
Ferrera recorta innecesariamente el viaje del primero
Alonso Sánchez clava trasero, no rectifica y cierra a "Buscador"
La segunda vara, caída
Antonio Ferrera asciende a los cielos
Lanzazo en el lomo de Óscar Bernal al segundo
Con dos puyazos, uno trasero y otro traserísimo, "Malagueño" vuelve al caballo
Más barrabasadas al albaserrada: Juan Carlos Tirado, de sobaquillo
"El Víctor" alarga los brazos. Ferrera, atento a la salida del par.
Flojo y maltratado: el resultado no podía ser otro
Miguel Ángel Perera recibe al gato con cuernos
Perera, descolocado, observa el puyazo de Ignacio Rodríguez
"Tomatillo" mira como Joselito Gutiérrez las pone a su lado
Guillermo Barbero, queriendo imitar el escorzo ferreriano
Una zapatilla mira para Toledo; la otra, para Segovia; y el torito, en Alcalá
El cuarto está detrás del jaco de Dinosio Grilo
Ferrera inicia el quite en la misma salida del peto
Quite por delantales de Diego Urdiales
Ferrera arriesga en un par al quiebro por los adentros
Pinchazo caído a "Baratero"
El quinto salió barbeando tablas
Manuel Burgos ofrece los pechos a "Escribiente"
"Yo no he sido", parece decir Víctor Hugo "Pirri"
Tirado, ahora pasado
Urdiales, al natural, con las zapatillas casi paralelas
Natural cargando la suerte y rematado atrás
Adolfo Martín, con cara de preocupación antes de salir el sexto
Perera no dio un lance mejor que este en toda la tarde
Francisco Doblado coge delanterito al cárdeno, con Perera descolocado nuevamente
En la segunda entrada, catapultó al varilarguero. Ferrera, al quite
Ferrera, después de recoger a Doblado y ponerlo a buen recaudo, se lleva al toro a una mano
Juan Sierra cuadra en la cara, aunque el par no queda reunido
Guillermo Barbero cuartea en exceso
Mismas direcciones de las zapatillas y del toro, que araba el ruedo con el morro
Perera alarga la embestida humillada y fija del buen "Revoltoso"
Estocada del pacense. "Revoltoso" colaboró descubriéndose con la cara en el suelo
El OVNI del 3
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