Llaman corrida "goyesca" a algo que poco tiene que ver con Goya y su época, salvadas sean las vestimentas de los actuantes. Aunque lo cierto es que esta tarde acudieron muchas "majas" y "majos", a juzgar por la bondad de los que tanto aplaudieron y tanto trapo agitaron. Digo yo si no sería bueno para todos, ya que los petos de los caballos son innegociables, respetar la tradición de aquella época de no conceder orejas.
La plaza de toros de Madrid en tiempos de Goya
Imagen del Blog Dominguillos
No ha mucho tiempo que la corrida del dos de mayo en Madrid despertaba expectación, la plaza se engalanaba y era televisada en abierto. Nada de todo eso queda hoy. Sólo una cámara sobre la puerta de arrastre, ningún adorno en la plaza y menos de un cuarto de entrada. Cartel de toros habituales y de toreros que apuntan y no acaban de disparar.
Los bichos de los hermanos Lozano han sido de lo más dispar en presencia y comportamiento, y ya se sabe que en la variedad está el gusto. Dicen. Para poco gusto, la lámina del tercero, de encornadura abrochada, acapachada y vuelta, y con cuerpo de limusine. Pero a fe que tres de ellos, los pares, han dado posibilidades de triunfo. Y todos, salvo el tercero, se movieron, ¡sí, señores! En estos tiempos que corren, toda una bendición. El resultado, con la complacencia del personal, fue de tantas orejas en una tarde... ¡como en todo el largo ferial de San Isidrejo 2012!
El segundo de la tarde, "Gaitera" por mal nombre, era justo de presencia, abrochado y silleto, frío de salida y sin emplearse en varas, rompió a bueno en el segundo tercio, donde se lució Luis Carlos Aranda con un buen primer par y un meritorio tercero en que prefirió arriesgar a pasar en falso. Antes, Morenito dibujó unas buenas verónicas en su especialidad capotera y Alberto Aguilar encadenó un quite de chicuelinas demasiado movidas, aunque bien rematadas. Con la muleta, el arandino acompañó más que toreó la noble y repetidora condición del animal, abusando del cite oblicuo. Hubo más posturas que fondo y poca fortuna con la zurda. Entró a matar por derecho, al tiempo que daba un horripilante grito de kárate, quedando la espada pescuecera, la muleta en la arena y Morenito trompicado.
El cuarto era astifino y de poco respeto. Sin codicia en el capote se escupió en las tres veces que se acercó a los petos. O sea, que no se picó ni en regla ni medio en regla. Hace mucho que no vemos las viudas en la plaza, y a fe que por este camino nunca más las veremos. Antonio Ferrera comenzó con los palos de forma circense, para mejorar en los otros dos pares. Planteó la faena en los terrenos de toriles, los apropiados a la mansa condición de "Arquero II", que no obstante era noble, pastueño, humillado y repetidor. Tan propicias aptitudes para el lucimiento estético fueron abortadas por un toreo electrizado, retorcido, forzado y de pierna retrasada, del que solo se salvan, ya erguido, un par de naturales y un pase de desdén. La estocada quedó rinconera.
El sexto, de buena presencia, buscó las tablas de salida y empujó en varas. No se confiaron en palos ni Rafael González ni Raúl Ruiz, que entró dos veces. Desarrolló acometividad y repetición en el último tercio, embistiendo con los cuartos traseros. Alberto Aguilar prefirió plantear la faena en las rayas, y consiguió buenas tandas, pero cortas, por el derecho, sin llegar a acoplarse al natural. Volvió a lucirse ya pegado a las tablas, después de los amagos de "Pianista" de rajarse. La estocada quedó tendenciosa, con algún alivio en la entrada. Necesitó de un golpe de cruceta. La oreja tiene el pero de no estar a la altura del buen toro de Hermanos Lozano.
Y esto es todo, porque de los impares mejor no me acuerdo.
Cuadro de puntuación de la corrida de El Cortijillo y Lozano Hermanos
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)
Coches de dos caballos por Manuel Becerra
Una buena idea de Taurodelta (sin que sirva de precedente)
Corrida Goyesca con caballos acorazados (un anacronismo)
Dionosio Grilo, serio.
El patio de caballos y monosabio con redecilla
Monosabios sin redecilla
Los de a pie
Paseíllo ¿goyesco?
Picadores y monos
El primero embiste con mal estilo al caballo de Dionisio Grilo
Una tónica de los primeros tercios
El caballo de Héctor Pina se las sabe todas
Arquero I, el toro feo, feo, feo, se va de naja...
... y después empuja de lado
Alonso Sánchez parando con la vara al cuarto (como debe ser)
El cuarto se escupía en los petos
Manuel José Bernal cariocando en el quinto
Sólo el sexto metió los riñones (Francisco Javier Sánchez)
Un buen "Pianista"
Unos desfilaron sin capotes y otros con ellos. ¿Quiénes lo hicieron adecuadamente?
Si don Francisco levantase la cabeza y viera la ilustración del cartel...
Otros puntos de vista
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