martes, 4 de septiembre de 2018

El momento dulce de Paco Ureña. El Casar, 3 de septiembre de 2018

Se repetía el cartel de aquella corrida de Luis Algarra en la pasada Feria de San Jaime de Valencia, que probablemente haya sido la tarde más redonda de Paco Ureña. Por ello, el aficionado se desplaza hasta El Casar, en Guadalajara, donde se celebran las Fiestas en honor de la Virgen de la Antigua, cuyo plato fuerte en lo taurino es un mano a mano de Ureña y Román, que residen en esta localidad, con 4 toros de Juan Albarrán.

Desplante de Paco Ureña como remate de una tanda de rodillas al cuarto

La cómoda plaza de toros de El Casar es de construcción moderna, con un aforo de 3.000 localidades, que sólo tiene el pero de carecer de pasillo en las gradas. El coso se cubre en algo más de tres cuartos de entrada en una tarde calurosa pero pasable en la sombra. Al final Paco Ureña se hace cargo de la lidia y muerte de los cuatro toros, por la cornada sufrida por Román en Bayona.

Acompañan al murciano en el paseíllo, el sobresaliente, Álvaro de la Calle, su habitual cuadrilla y otra más, de la que el aficionado identifica a Agustín de Espartinas y a Juan Carlos Tirado. No se reparte programa de mano, pero se anuncia cada toro con una tablilla en la que se hace constar el peso, aunque no es obligatorio en una plaza de 3ª.

Los cuatro toros de Juan Albarrán eran bajos, cuajados y excesivamente cómodos de cara, escasos de poder y de raza, desarrollando tanta nobleza que Paco Ureña convirtió la tarde en un entrenamiento, vestido de luces y con público. Realizó lances variados, con delantales, verónicas y gaoneras y faenas completas por ambas manos, siempre demostrando su concepto puro de toreo, a veces roto, sin cite de perfil, sin retrasar la pierna, sin perder pasos cuando no lo necesita el toro, sin buscar el unipase y pasándoselos muy cerca, sin esos alivios y ventajas que son moneda común de tantos toreros a los que nadie les echa cuentas por ello. Demostró el sitio que tiene, aguantado sin inmutarse los pocos parones de algún toro y echándose de rodillas al final de la faena al cuarto, cuando ya sabía que el toro no iba a pasar y se iba a quedar con los pitones en su cabeza.

Tampoco se alivió en la suerte suprema, entrando siempre por derecho y volcándose sobre el morrillo, aunque la colocación del estoque fue defectuosa en dos de sus toros.

La presidenta concedió en total 4 orejas, una en primero y segundo y dos en el cuarto y el de Lorca salió por la puerta grande, rodeado de una nube de chavales, otra buena noticia en una tarde festiva de toros.

LA TARDE CONTADA EN IMÁGENES (Próximamente)


 Cadalseños por El Casar

 Sus convecinos se agolparon para hacerse una foto con el diestro

Más de tres cuartos en tarde soleada y calurosa

Ureña corresponde a la ovación de inicio

Primero de la tarde

'Monedero' (así se llamaba el toro) tuvo poco celo

 Inicio del quite

Lance a pies juntos

 Inicio de la faena de muleta

Ajuste en el derechazo

 Natural de frente

 La alguacililla entrega la oreja

 Segundo de la tarde. Despúes de 'Monedero' tocó a 'Bobo'

Bajo y atacado de kilos

 Inicio del saludo...

 ...y remate

 Puesta en suerte

 Par de Azuquita

Otro derechazo ajustado

El palco, sin paridad de género

Larga de recibo al tercero

 'Careto' empujó en el peto, pero salió suelto

 Agustín de Espartinas

 Manoletinas de cierre

 El mentón en el pecho

 Ahñi le puso la cara el toro al entrar a matar

Hermana y novia de Ureña

 El mono se la jugó en el cuarto, como si el caballo fuera suyo

 Verónica del quite a 'Maullan'

 Víctor Hugo 'Pirri' citando

 Inicio de faena en los medios

Otro derechazo

Los niños escoltan a Ureña en su salida por la puerta grande

Cuadro de puntuación de la corrida de Juan Albarrán

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...