viernes, 5 de junio de 2015

Crónica triste de un fracaso anunciado. Las Ventas 5 de junio de 2015

Manuel Jesús El Cid tuvo una época dorada que alcanzó su cénit en aquella histórica tarde del Aste Nagusia de 2007, cuando se encerró en Vista Alegre con seis victorinos. A partir de ahí comenzó un lento declive que se ha cerrado hoy en el pozo de San Isidro de 2015. Salvo algún éxito esporádico, sus últimas temporadas han sido menos que discretas y su última actuación en esta Feria había evidenciado que el de Salteras estaba sin sitio, como se dice en argot. Por eso, hoy hacía el paseíllo la sombra de aquel maestro, del que fui fiel seguidor, incluso escapándome clandestinamente de una boda en El Escorial para verlo, porque, vaya por delante, que yo soy cidista.

La sombra de El Cid

Repasando mentalmente lo ocurrido esta tarde en Las Ventas estoy convencido de que El Cid no habría triunfado, incluso si los toros de Victorino hubieran sido boyantes, que, desde luego, no lo han sido ni por asomo. Como homenaje a quien tantas tardes de TO-RE-AR nos ha regalado en esta plaza y con este hierro, el cartel ha llegado muy a destiempo, y el homenaje, si es que se perseguía tal, se ha trocado en triste calvario y penitencia de nazareno y oro.

Por si no bastase que a El Cid le haya acompañado su peor enemigo, que en estos momentos es él mismo, le ha caído encima un manso, complicado y deslucido encierro de Victorino Martín, al que tampoco le ha ayudado nadie a salvar la cara, porque ni el diestro, ni los picadores, ni los banderilleros han estado ni afortunados, ni comprometidos.

Solo dos toros, por su nobleza, brindaron alguna posibilidad para el lucimiento estético, el primero que se paró pronto y tuvo el defecto de puntear, algo que no pudo soslayar ni corregir el sevillano, y el tercero que también se apagó en la segunda tanda de muletazos.

Otros dos albaserradas no dieron prácticamente opciones: el segundo, que era de menos de medio pase y con el que abrevió; y el quinto, que salió defendiéndose sin pasar y terminó de igual forma, con el que se imponía una faena de aliño, que algunos protestaron. Tal y como se lo cuento.

Pero hubo otros dos toros, nada sencillos, muy al contrario, pero que El Cid de hace ocho años probablemente habría aprovechado, como otros especialistas del encaste lo hicieron en décadas pasadas.

El cuarto, de justa presencia, fue un toro manso, al que picó peor que mal Espartaco, y que causó la desbandada de los banderilleros, cazando incluso a David Pirri en la axila cuando intentaba ponerle una banderilla a la carrera. El presidente se compadeció y cambió el tercio con solo tres palos en la piel de "Mojonero". Un toro al que había que atacar ganándole la acción y que así podría haber respondido, eso nunca lo sabremos, porque El Cid intento darle pases sin mucho sentido.

Al sexto lo picó bien Tito Sandoval en la única vara que puso, pues la primera se la dio el de puerta, con el toro apretando en las dos. Fue un toro suelto con el que hubo de sudar Javier Ambel y que llegó con transmisión y peligro al último tercio. Sin ser una alimaña, es de los toros al que una buena lidia y robarle cuatro pases puede dar el triunfo a un torero. Pero El Cid no está con la seguridad y el arrojo necesarios para intentarlo.

De capote no hubo nada y con los aceros estuvo irregular pero efectivo: un metisaca al primero (que si hubiera dejado el estoque prendido no habría quedado mucho más abajo que aquél de Castella por el que le dieron dos orejas); una media en su sitio que tumbó al segundo; una estocada caída tras un pinchazo al tercero; una arriba y atravesada al cuarto, que necesitó el complemento del verduguillo; otra media arriba al quinto; y otra más al sexto.

Cuenta la leyenda que Rodrigo Díaz de Vivar "El Cid Campeador" ganó una batalla a los moros después de muerto. No habrá entonces que perder la esperanza de cantar algún día un triunfo de Manuel Jesús.

Cuadro de puntuación de la corrida de Victorino Martín

LA  TARDE  A  TRAVÉS  DEL  VISOR

El cónclave


 Solo quedaron unas pocas entradas sin vender

 El Cid, nazareno y oro, corresponde a la ovación de la plaza

 "Murrieto"

 Juan Bernal pica...

 ...ahí (el toro probablemente lo acusó, porque no es de cartón piedra)

 Curro Robles en el balcón, tras fallar antes

 Emocionadas receptoras del brindis

 La especialidad de El Cid, en la que hoy no brilló

Metisaca, que no fue en los bajos como decían muchos

 Aficionado cadalseño (que se casó en El Escorial) buscando... ¿al verdadero Cid?

 El segundo topaba, más que embestía

Tulio Salguero clava caído en la segunda vara. Véase el agujero de la primera al otro lado

 Pablo Pirri se ajusta con "Petrarquista" y las deja donde no molestan

 Paso atrás de El Cid


Carlevaris, ilustre fotógrafo cadalseño

 Nadie cortó al tercero y se llevó este picotazo corrido

 Francisco María cita bien a "Platirrino". Después también lo picó bien


 Javier Ambel puso los dos pares caídos. El Cid bebe y mira

 Brindis al respetable

 Paso atrás de El Cid en el primer muletazo de la faena

 El toro se mete

 Al joven no le faltó detalle de típica merienda española

 Espartaco no dio una a derechas...

...clavando reiteradamente en  un sitio donde hace mucho daño

 El pitón de "Mojonero" alcanza la axila de David Pirri, concejal de las Rozas de Puerto Real

 Muerte en toriles

Victorino, Victorino (hijo) y María Pilar (nieta), tres generaciones conversando

 Quinto de la tarde

 A Raúl Reyes se le fue el palo...

 ...y "Corretón" salió como su propio nombre indica

 Muy mal Rafael González y Pascual Mellinas (en la imagen, tirándolas)

 Una media que bastó

 El sexto

 Verónica (por poner una foto de un lance)

 Tito Sandoval prepara la vara después de citar a "Mentorrillo"...

 y la clava en su sitio

 A Mellinas lo ayudó el toro a levantarse después de haberse resbalado

 Cándido Ruiz

 El Cid tira la toalla

Las cuadrillas arropan a El Cid, mientras gente de poco más o menos siembra el ruedo de almohadillas

Récord de brevedad

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reflexión para estudiosos del tema taurino :

He visto casi todas las corridas de la feria en el Canal Plus, hasta la corrida de Baltasar Ibán, el comentarista (Molés) y uno de sus ayudantes (Caballeo), no han comentado nada de los toros a no ser de alguno que saliera medio bueno, pero sin meterse con los malos ni con sus ganaderías. Fue aparecer el morro del primero de Baltasar Iban y hasta el arrastre del último de Victorino ( con el paréntesis de los de Victoriano del Rio),y empezar los comentario negativos sobre todo lo que hacían los toros, no valía ninguno, ésto no se puede torear etc. ¿ Hay campaña de éstos "entendidos" para desprestigiar éstas ganaderías que no gustan a las figuras que tan amigos son de los comentaristas, o me lo parece a mí ?).
Los toros , es verdad que no han sido en su gran mayoría,buenos, pero el 80% de las ganaderías comerciales, tampoco, y éstos señores no han dicho ni mú en ésos casos.

Antonio

cadahalseño dijo...

Efectivamente, Antonio, el problema es que se está imponiendo un estilo en función de la comodidad del torero, a base de ensalzarlo en los medios de comunicación más seguidos: TVE en Tendido Cero, Canal +, SER y portales taurinos Mundotoro, Burladero o Aplausos. Y eso ha creado un estado de opinión que ha calado, fundamentalmente porque esos medios son los únicos a los que llega la información a muchos aficionados y curiosos. Sólo algunos portales hechos por y para aficionados se separan de ese "pensamiento único" y explican su visión de la Tauromaquia con independencia del taurinismo rampante.
Un saludo.

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...