Qué importante es que un torero ilusione, que lleve seguidores a la plaza, que se hable de la corrida de mañana, que los toros sean un tema de conversación...
¡Ya tengo entradas para ver a Morante! publicaba en Facebook una buena aficionada, con la fotografía de los boletos. Y es que Morante es una religión y los morantistas peregrinan allá donde el de La Puebla se anuncia. Solo por eso ya sería importante el maestro, como lo han sido otros en la historia del toreo. Ocurre, sin embargo, que las religiones taurinas no son monoteístas. Siempre hay otros toreros que tienen sus fieles y que en tardes de competencia hacen "humanos" a los "dioses" de luces. Ya dijo alguien que el mejor torero es aquél a quien le caben más toros en la cabeza, lo que otro aprovechó para asimilarlo al aficionado que hace otro tanto con dar cabida a más toreros en su sesera. No creo que esto sea así, pero me venía al pelo. Por eso, puse un comentario a esa foto de Facebook, preguntando si las entradas eran "solo" para ver a Morante. Y se vio más, ya lo creo.
Un toro con el que no se entendió el sevillano, otro que no servía y el compañero de terna que no venía a rellenar el cartel, han humanizado al "dios", y, aprovechando el viaje, diré que no era su tarde; o al menos ha habido detalles que parecen indicarlo. Ya en el primer toro de Finito anduvo lento y despistado para ocupar su lugar en los medios en el segundo tercio. En el segundo de la tarde, que era suyo y al que no había hecho quite artístico (no haría ninguno en toda la tarde), se desentendió de replicar el buen quite de Talavante por chicuelinas. Y no tuvo reflejos para salirse de las tablas, cuando el quinto toro (por decir algo a un animal avacado y culipollo), con síntomas de burriciego, se frenó en el saludo capoteril y le achuchó contra ellas.
Un toro con el que no se entendió el sevillano, otro que no servía y el compañero de terna que no venía a rellenar el cartel, han humanizado al "dios", y, aprovechando el viaje, diré que no era su tarde; o al menos ha habido detalles que parecen indicarlo. Ya en el primer toro de Finito anduvo lento y despistado para ocupar su lugar en los medios en el segundo tercio. En el segundo de la tarde, que era suyo y al que no había hecho quite artístico (no haría ninguno en toda la tarde), se desentendió de replicar el buen quite de Talavante por chicuelinas. Y no tuvo reflejos para salirse de las tablas, cuando el quinto toro (por decir algo a un animal avacado y culipollo), con síntomas de burriciego, se frenó en el saludo capoteril y le achuchó contra ellas.
Por lo demás, la tarde de José Antonio Morante Camacho se resume en una trinchera y un derechazo al segundo, en hacer que se diera un tercer puyazo una vez cambiado el tercio y en su deserción absoluta de la dignidad en la suerte suprema.
Resumen gráfico de la situación actual de la Turomaquia.
Los periodistas expectantes por la llegada a la plaza del artista, dando la espalda a los picadores
El ya mentado Alejandro Talavante vino con otra disposición. Ya ha quedado reflejado que hizo un buen quite por chicuelinas, rematadas con media, en el segundo. Recibió con lances airosos al tercero y con la muleta demostró por qué es la mejor mano izquierda del toreo actual. Dejando crudito al manso, y despreciando el obstáculo del fuerte viento, se fue a los medios a instrumentar la primera tanda de naturales, para continuar en el tercio con un toro rajadito pero que cuando embestía lo hacía con transmisión, llevandolo templado con la mano baja, por dentro, ligando los naturales, algunos excelentes, y rematándolos de manera muy torera. Falló con la espada y se le escapó el trofeo. Le faltó personalidad para dar una vuelta al ruedo, merecidísima por esos naturales de ensueño, que ya había iniciado y que abortó al oír unos silbidos de cuatro ignorantes. En el sexto, un toro feo sin cuello, no tuvo posibilidades ni con el capote, ni con la muleta, al rajarse en la segunda tanda.
Hablar de Finito de Córdoba es mentar la desgana y la falta de valor y de pundonor. Vergonzoso lo del cordobés nacido en Cataluña, que no merece más que el olvido y la ausencia definitiva de futuros carteles en esta plaza. Pero como es de la cuadra de la Taurotroika, volverá.
De la podredumbre de Montalvo no se salva nada,un auténtico petardo de José Ignacio Pérez-Tabernero. Muy desigual presentación, con bonitas láminas, como la del primero, y cabezas ofensivas, junto con animales indecorosos como el cuarto y el quinto, del que algo escribí antes. En cuanto a comportamiento no se libra ninguno: los dos primeros más próximos a la raza ovina que a la de toro de lidia, rajados tercero y sexto y complicado el quinto, con síntomas de estar reparado de la vista. El cuarto bis, sobrero de Núñez del Cuvillo, mal presentado, fue tan insulso como su matador, José Serrano Pineda. Por cierto, que salió por devolución de un toro flojo, cuando se suelen mantener otros completamente inválidos.
Tulio Salguero tiró bien la vara al sexto y parearon bien Trujillo y "el Lili", éste con mérito al no querer pasar en falso.
Mañana volvemos a la expectación y al clavel. Ya veremos.
Cuadro de puntuación de la corrida de Montalvo (5) y Núñez del Cuvillo (1)
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)
Llegada de Morante de la Puebla. Tarde de expectación
No se cabía en las escaleras cercanas a la puerta de cuadrillas
Soledad en el patio de caballos
Esta vez se mantuvieron las rayas en blanco
Segundo lleno de "no hay billetes"
"El Patilla" da los pechos al primero
Entre las rayas colocaron a "Lunero" para la segunda entrada
Álvaro Oliver poniendo las banderillas, con Morante en la puerta y no en los medios, donde correspondía
Jaime Padilla, al lado de la cabeza del toro
Finito en la suerte de matar llamada "a paso de banderillas"
Aurelio Cruz marca bien al segundo de Montalvo
Desmayada chicuelina de Talavante en su quite a "Avisador"
Primer par de "El Lili"
Morante cargando la suerte en un buen derechazo
Sablazo
Miguel Ángel Muñoz parando al tercero
Valentín Luján se estira para dejarlas contrarias
Natural poderoso de Talavante a "Saqueador"
Natural con naturalidad
El cuarto no sabía a quién acudir: Finito, Álvaro Oliver, el caballo de "Jabato" o Carlos Chicote
Finito y sus muchachos volvieron a dejar al cuarto bis entre las rayas
Carlos Chicote se las tira al de Núñez del Cuvillo
Hasta el tercio salió "Aurelín" para seguir dando al quinto. Morante y "el Lili" contemplan impasibles
Aurelio Cruz pone una tercera vara a "Cristalino" después de cambiado el tercio
Araujo huye del incierto torito
Carretero, que había estado mal en el primer par, quiso reivindicarse en este tercero
Tulio Salguero echa bien la vara al sexto
Juan José Trujillo expone
Talavante da el medio pecho a "Campanera" (sic)
El viento no quiso perderse la tarde de expectación
Morante parece buscar a quien tiró la almohadilla
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