lunes, 3 de octubre de 2011

Mucho ruido y pocas nueces. Las Ventas 2 de octubre de 2011

El toro es un animal bello, también por su armonía. Incluso en la cornamenta. Lo abierto y lo vuelto será  muy llamativo y espectacular, pero no es armónico.

Los pitones no cabían en la muleta de Rafaelillo

Los últimos claros del día y la temperatura invitaban a quedarse comentando la tarde en los alrededores de Las Ventas. Los bares se veían muy concurridos y el Rincón de César no era una excepción. Intentaba abrirme paso para entrar cuando una voz grave y algo ronca, inconfundible, me detuvo:
-¡Cadahalseño, venga acá!

Volví la vista y, en una mesa de la terraza, sentado, reinaba don Venteño. Y digo reinaba porque era de ver la felicidad que irradiaba. Traje claro, corbata y pañuelo a juego, sombrero blanco con el ala caida sobre la cara, apoyado con los antebrazos en la mesa, y en ella una cubitera con una botella de albariño "Pazo Piñeiro", dos vasos y dos platos y una gran fuente metálica repleta de mariscos. Su sonrisa, de oreja a oreja.
-Menos mal que ha venido, porque ya me temía tener que embaularme todo esto yo solo.

-No se preocupe, para estas tareas tan penosas siempre se encuentran voluntarios... o voluntarias. ¿Desde cuando está aquí?

-El otro día me quedé para hacer el encargo a Remi, con la prohibición de abrir la mui. Y por su cara de sorpresa, veo que ha cumplido. Échese el vino y póngase la servilleta que estos bichos son traicioneros y, aunque muertos, lanzan derrotes al pecho. Me salí en el quinto para tener todo preparado para este fin de fiesta. ¿Qué ha pasado en el último?

Empecé con las quisquillas. -Nada que relatar del sexto. Un toro ofensivo que salió sin fijeza, buscando la salida, que se quedó en el peto sin empujar; lo banderillearon a destajo y quedó gazaponcito y sin pasar, lo que hizo aflorar dudas en Serafín Marín. Necesitó un golpe de cruceta porque la media pasada y tendida, aliviándose, no valió.

Él había dado cuenta de un carabinero. Enganchó una cigala, la tanteó y la descabezó:
-Esta de las pinzas es una hembra magnífica. Se ha portado el jodido Remi. Bueno, ¿y qué me dice de los adolfos?

-Para empezar, que parece que Adolfo ha llenado el granero y ya comen. Fuera de bromas, la presentación ha sido aceptable, aunque desigual. Dos toros de testas abiertas y cornivueltas, muy aparatosos, y que, misterios de corrales, fueron al mismo lote: el de Rafaelillo. Bajaron la nota de la presentación el segundo y el quinto. Y de juego, pues una ensalada, con un poco de todo: una alimaña -el primero-, un buen toro, el cuarto, y los demás con poco fondo. O sea, llamativa fachada pero algo vanos por dentro. Y de edades, pues todo un muestrario: hasta tres guarismos en la paletilla, con dos toros de seis años menos un mes, segundo y sexto.

Dejó las pinzas de las dos cigalas a un lado:
-Estas me las llevaré a casa para trabajarlas con tranquilidad, hoy que puedo que estoy solo. Pero a lo que vamos. Yo deseo vivamente que de vez en cuando salgan toros aparatosísimos y marrajos, solo sea por compensar tanto minimalismo taurino y tanta borreguería como inundan nuestros cosos. ¡Coño, que ya es hora de recuperar la emoción que hizo nacer y crecer a este espectáculo! ¿Usted cree que con las corriditas de estos tiempos habría arrancado la fiesta? Así que vivan las perchas, las puntas y la mala leche. Como le digo esto le digo también que a la corrida le ha faltado casta, porque la poca que tenían se la han dejado en el peto.

Yo andaba enfrascado con las gambas rojas. -Estoy de acuerdo con usted, pero lo deseable es que las figuritas también pechasen con esto.

-No me sea pardillo, cadahalseño. Si les va tan bien con sus toritos bondadosos, y tanto se les ensalza y tanto se les paga, sería de memos jugársela con corridas duras. Pero a mí que luego no me vengan con que si figuras, que si toreros de época y gilipolleces de este jaez.

-Esa batalla está perdida. De todas formas esas velas son muy aparatosas pero nada certeras. Si el "Aviadorcito" hubiera sido apretado y cornicorto, a José Mora con los derrotes que le pegó cuando estaba en el suelo le habría enganchado por muy mal sitio, y se fue solo con la primera cornada en el muslo.

Liquidó la segunda cigala, se chupó los dedos.
-A propósito de esa cogida. Ese primero había sembrado el pánico, no sé si por pregonao o burriciego, y cuando Mora estaba a su merced en el suelo nadie fue capaz de echar un capote a los ojos del marrajo, ni de llevárselo después lejos, que hubo de salir el herido corriendo y cayendo antes de llegar a la barrera. Y lo peor de todo, allí el personal, con la excusa de ayudar al herido, se metió para el callejón, y cuando el toro fue a por el caballo de Antonio Muñoz en el uno, solo andaban por allí Abraham Neiro y Rafaelillo. Los otros dos matadores estaban metidos en el burladero del 8. Y no solo eso, en el tercio de banderillas Antonio Barrera abandonó su sitio en los medios para irse reculando a las rayas del 3.

-Lo que fue impresionante es la fuerza de ese primero, soportó cuatro señores puyazos, y quizás le faltó uno, porque llegó con poder al último tercio, aunque con menos humos, entre otras cosas porque Rafaelillo le echó dos pares, y se puso en un terreno que ya me gustaría a mí que pisaran las figuras con un bicho así, inlcuido el de Galapagar. Incluso lo intentó por el imposible pitón izquierdo. Y después de la estocada en todo lo alto, que clavó con mucho mérito y habilidad el murciano, murió con la boca aún cerrada. Y que no se me olviden los arrestos que le echaron Mellinas y el Niño de Santa Rita con los palos.

-Si es que estas cosas no se valoran. El castigo que llevó este con la puya es superior a la suma de todos los toros indultados esta temporada en España. Así nos va.

Dejé que siguiera con las quisquillas, que había dejado para el final. -Y tanto que no se valoran, que Rafaelillo no dio ni la vuelta al ruedo, y no soy sospechoso de "rafaelillista". Y en el cuarto, qué bien lanceó en el saludo, rematada con media a pies juntos y larga, aunque acabó desarmado. Aunque metió los riñones en el peto, se quedó después sin empujar y le cuidaron en la segunda vara. Tardó el diestro en encontrarle el pitón izquierdo, después de no acoplarse por el derecho. El animal se rajó en cuanto Rafaelillo le obligó y le pudo. Lo que quedó feo fue el metisaca en los sótanos, que bastó. Pero, amigo, sea en su descargo el fielato que tenía que pasar.

-No me han gustado Antonio Barrera y Serafín Marín, pero, ¡ojo! merecen el respeto de todo aquel que hace el paseíllo con este ganado. Barrera tuvo un segundo, noble, que embestía al paso y humillado, como albaserrada que era, aunque solo por el derecho, porque por el izquierdo carecía de recorrido. El veleto y silleto quinto anduvo a la defensiva, volviendose sobre los cuartos traseros, sin dar posibilidades al sevillano, al que incluso le pegó un viaje que rasgó la taleguilla. Y Marín se topó con un tercero, al que tapó sin ton ni son el piquero en sus entradas, que no quería otra cosa que quitarse la muleta de delante, pero al que llevándolo empapado y dando salida se le habría podido sacar alguna serie apañadita, aunque tenía otro gran defecto, que era la de salir con la cara alta en cada pase. Y practicó también la suerte del metisaca. Del sexto ya me habló usted antes.

Yo ya no podía más con la bandeja. Bien es cierto que a medida que han pasado los años, me va tirando más el puchero, cosas de la edad. -Bueno, ya no puedo más, tenga en cuenta que los domingos alterno en mi pueblo y no venía preparado. Pero supongo que Remi sabrá aprovecharlo. Por supuesto, quiero darle las gracias por tan sabrosa sorpresa. Aunque espero que no vuelva a saltarse el régimen en mucho tiempo.

-Es lo mínimo que podía hacer para celebrar que siga vivo, Y qué mejor que con usted, que me ha aguantado tantas tardes.

Aproveché que salía Remi, le ofrecí una copa de vino y le hice brindar también:
-Para paciencia, la que tienen mis lectores, por los que alzo la copa y brindo con este insuperable albariño. ¡Va por ustedes!

Cuadro de puntuación de la corrida de Adolfo Martín en Las Ventas el 02/10/2011


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por el brindis por lo que me toca como lector. A ver si la próxima temporada nos conocemos y tomamos alguna caña en ese bar, aunque ya sabe que no coincidimos del todo.

En-tendido del 8

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...