sábado, 23 de julio de 2016

Zona valle de la temporada. Valencia, 23 de julio de 2016

Los denominados toreros figuras afrontan temporadas con picos y llanos. Procuran que abunde lo fácil y cómodo, y que los picos que inevitablemente tienen que atravesar sean lo más suave posible. Algunos, incluso, sólo transitan por la comodidad de los valles, léase José Tomás, y otros, como Morante de la Puebla, únicamente suben pequeñas ondulaciones, de menor desnivel del ruedo de Las Ventas que pone como excusa. A lo que íbamos. Valencia en la feria de julio, con Victoriano del Río, es una etapa cómoda para Miguel Ángel Perera, David Mora y López Simón.

Cartel gigante en la fachada de la plaza de toros

La Asociación Taurina Cultural de Cadalso de los Vidrios, de la que es miembro el aficionado, ha programado un viaje de fin de semana a Valencia. Tras acomodarse en el hotel, los viajeros dan buena cuenta de las viandas en el restaurante “La Estrella” y, tras animada sobremesa, se dirigen al centro, donde, sobreviviendo a la especulación urbanística, se erige la recoleta plaza de toros valenciana, remodelada en sus asientos de tendido. Los pasillos y escaleras por donde se accede a las gradas, son dignos de ser visitados porque conservan su encanto original.

La empresa de Simón Casas ha instalado en el exterior, dando al carrer de Xátiva, varios paneles gigantes, anunciando algunos festejos de la Feria, como el de esta tarde, pero no ha considerado conveniente publicitar la corrida de Cuadri, anunciada para mañana. Toda un declaración de intenciones de monseieur Casas. De cualquier forma, esta promoción no parece muy efectiva, pues la plaza se cubre con menos de la mitad de su aforo.

El primero de don Victoriano del Río es un toro noble y sin acometividad de salida. Le administran dos picotacitos, uno en cada caballo, y saluda Ambel Posada en palos. El morito es un producto de serie para figuras. Entiéndase, noblón, sin poder y que viene ya va. Perera, a pesar de ello, anda con muchos alivios y alarga la faena para parecer que quiere agradar a la concurrencia. Lo liquida de una estocada desprendida, yéndose.

De segundo sale un dije impropio de una plaza de primera y que, además, humilla con clase en el capote de David Mora. Mario Herrero no acierta y el toro levanta al caballo pero carece de poder para derribar. Un segundo picotacito, un quite de López Simón y un tercio de banderillas que ni recuerdo, dan paso a una faena de muleta anodina a un toro que medio sirve, con su único defecto de puntear por el derecho. El aficionado piensa que torear es algo más que llevar de acá para allá al toro, sin encanto alguno. Un pinchazo y estocada rematan esta sinsustancia.

El tercero es una especie de choto, muy cómodo por delante. Sale sin fijeza y se ordena la salida de caballos sin que López Simón dé un lance. Muy descompuesto, la lidia se hace problemática. El toro manso y rajado, nos hace perder el tiempo a todos.

En la grada, la asociación desembala pan y jamón. Algunos colegas atienden más a la barra y a sus camareras que al ruedo. Normal, a la vista de una y otra cosa.

Muy poquita cara tiene el cuarto y, como el anterior, adolece de falta de fijeza en el saludo y en los petos, a los que acude 4 veces, con dos topetazos, escupiéndose 3 veces. Saluda Amores (le aplauden sorprendentemente) en banderillas y Perera, excesivamente desconfiado se quita de en medio este toro deslucido de mala forma. El aficionado no recuerda una tarde con el pacense tan inseguro.

Es bonito el toro sardo que hace quinto, pero no tiene codicia y mansea en la primera vara, tomada al relance, para quedarse en el segundo encuentro, apretando de lado. Se luce David Mora en un quite por chicuelinas y se desluce Tejero con los palos, algo que, por otro lado, no es noticia. Por fin un toro transmite en la muleta, pero dura poco y Mora, con valor, gusta con trincheras sueltas. Una gran estocada culmina la faena y le sirve para pasear una pelua.

El último, bien presentado, ni se pica. Se luce Domingo Siro con los palos y López Simón aplica su receta con la muleta, que descompone con una feo metisaca que liquida al animal.

El aficionado no ha ido a Nimes, pero se figura que Simón Casas Productions debe de aplicar el mismo esquema que en Valencia, y que el coso francés debe ser igual de amable y cómodo para los de luces, que el ché. Sólo cambiará el escenario y el idioma. ¡Ay, monseieur, monseiur!

Adeu.

P.D. En la reseña del diario “Las Provincias” se diría que hubo lleno en la plaza. No seguí leyendo.

Cuadro de puntuación de la corrida de Victoriano del Río


LA TARDE TRAS EL VISOR

Vísperas de una tarde de toros (o de toritos)

Cadalseños por Valencia

Más cadalseños por Valencia, con antitaurinos de paisaje

El palco, poco habitado. ordena el inicio

Tarde soleada y calurosa

Perera saluda al primero

Ignacio Rodríguez hace que pica

Talaverana

Ambel Posada clavando bajo

Made in Perera

El segundo se llamaba como el toro de Manzanares en Madrid

Saludo de David Mora

“Dalia”, sin puya clavada, fue incapaz de derribar

Revolera de Lópe Simón

Clasicismo en David Mora

La comodidad de los tendidos

A falta de un programa de mano, el luminoso informa

El tercero entra andando al caballo

¿Pase misí?

Hora de la merienda

Miradas desde el callejón a los protestones de la grada

Cuarto de la tarde

“Picado” de verónica de Perera

El caballo de Doblado se sentó...

...y el toro fuese

Por este par saludó Amores (sic)

Más made in Perera

Acabaron ignorándose toro y torero

Cadalseños de espaldas al ruedo

Quinto de la tarde

Israel de Pedro, por dentro

Media de David Mora

¡Ahí queda eso!

Cite

Estocada de David Mora. Lo mejor de la tarde

Mora acompañado del niño al que brindaron los tres matadores

La banda municipal de cuyo pueblo quiero acordarme, pero no me acuerdo

Tito Sandoval detiene al sexto

Brindis de López Simón al respetable

Repárese en el surco que hace el pie de Simón

Dos horas y media de festejo ¡Lo malo, si breve, más llevadero!

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...