Villa del Prado mantiene una consolidada feria de novilladas en su fiestas de septiembre de la Virgen de la Poveda. Un mes en que se concentran muchas de las ferias de novillos de España: Calasparra, Arganda, Villaseca de la Sagra, Cadalso de los Vidrios, Algemesí o Arnedo, alguna de las cuales, como Arganda y Villaseca coinciden en fechas y cercanías con la pradeña. Y para este sábado de final de feria, se anuncian en la plaza de "Los Álamos" dos toreros veteranos y un novel, con una ganadería de encaste bodeguero. No es lo más apetecible, pero algo había que hacer para evitar las prefiestas cadalseñas de fin de semana.
No es esto, no es esto
El aficionado coincide poco antes de llegar a la plaza con dos paisanos con quien para a tomar un café en un bar también de cadalseños. La tarde es soleada y calurosa, el precio es módico, 14 euros, y el aforo se cubre en su mitad. Los vistosos programas de mano se han agotado, aunque no importa demasiado porque no contienen los datos de las cuadrillas ni de los novillos. La ganadería es la de El Montecillo, la que ha formado Paco Medina, tras vender El Ventorillo.
Rompe la tarde un novillo cuajado con grosero arreglo de defensas, que sale corretón y manseando. Se va hacía el caballo que hace la puerta, que cae, más por derrumbarse la cabalgadura que por empuje del novillo. Se va al de tanda y volvió al de puerta, con susto para un monosabio que no anda muy espabilado. Queda rajado y cerrado en palos, sin que los banderilleros se decidan a entrar al sesgo, como demandaba la condición del novillo. Corresponde su lidia y muerte a Gonzalo Caballero, en su cuarta temporada en el escalafón, un novillero que ha actuado diez veces en Las Ventas. Lo saca a los medios, pero el colorao a la tercera tanda se raja definitvamente. No anda afortunado el madrileño con los aceros.
El segundo también es sospechoso de paso por la peluquería, tiene buen aire y se deja lancear abriéndose. Flojea tras un volatín, y empuja sin poder en la única vara que le aplican. No planeta problemas en banderillas. Borja Álvarez está cómodo con la nobleza y blandura del castaño, y hasta el tercer intento no acierta con la estocada.
El tercero tiene apariencia de cebú y permite lucirse a Luis David Adame en el saludo. Mansea y topa en las dos entradas. Como torero mejicano, Adame hace un quite airoso. Y ahí acaba todo, porque el descastado morito se raja clamorosamente. Para no hacer el feo a sus compañeros, falla a espadas.
En el ecuador de la novillada, el aficionado piensa en la poca importancia del Reglamento Taurino. Esta tarde, los novillos no cumplen con la integridad exigida, y su peso excede del reglamentario, aunque en estas plazas no puede certificarse hasta después del arrastre, porque el límite está en 270 kilos en canal, equivalentes a 410 en vivo.
El cuarto es un ejemplar enorme, que no se emplea en el saludo, si bien empuja en el peto, aunque cabeceando. Espera en el segundo tercio y la presidencia decide cambiar el tercio con solo tres palos, "premiando" la poca actitud de los banderilleros. El novillo pasa, más por quitarse de delante la muleta de Caballero que por embestirla, calamochea y se frena. El mejicano pincha y despúes se la juega en la estocada, con el pitón derecho en el abdomen.
El quinto mete bien la cara en el capote, pero define su querencia en toriles. No se emplea en el caballo y cumple en palos. Borja Álvarez comienza de rodillas y se amolda a la noble y repetidora embestida del castaño por ambos pitones. Cuando el novillo se raja yendo a toriles, el alicantino aprovecha con inteligencia la querencia y bondad de la res. Una media tendida es suficiente para que doble y el pañuelo asome en la baranda presidencial.
El sexto deja hacer a Adame en el saludo y cumple en varas. El mejicano falla con las frías y realiza una buena labor con la muleta, facilitada por la noble condición y embestida humillada del novillo, mas no acierta con el estoque. El palco soslaya el pinchazo y la estocada delantera y atravesada y concede las dos orejas al hermano de Joselito Adame.
El aficionado sale con poca alegría del coso, ratificando el estancamiento de Caballero, lo bullidor de Borja Álvarez, la buena condición capotera de Adame, y la falta de casta del mal presentado, por mastodóntico, encierro de El Montecillo.
Cuadro de puntuación de la novillada de El Montecillo
LA TARDE A TRAVÉS DEL VISOR
Caballero fijando al cuarto...
...que empujó con la cara alta
Otro buen novillo... para el carnicero
La cara arriba en palos...
...y muchos kilos de mansedumbre
El pitón derecho apunta al abdomen
Espectadora solitaria
La hora de la merienda
Remate del saludo de Borja Álvarez al quinto...
...que huía del peto
Poca cara para tanto volumen
Par aceptable, una excepción
El alicantino brinda a su cuadrilla
Desarme
Media, cerca de las tablas
Palco presidencial
El trofeo
Y otra vecina de localidad
Verónica de saludo de Adame al sexto
El varilarguero se recarga, el fotógrafo en el burladero de médicos y el médico fuera
Adame hunde el pie izquierdo en la arena...
...y cae. Oportuno quite del peón
Brindis a Paco Medina
Pinchazo...
...que empujó con la cara alta
Otro buen novillo... para el carnicero
La cara arriba en palos...
...y muchos kilos de mansedumbre
El pitón derecho apunta al abdomen
Espectadora solitaria
La hora de la merienda
Remate del saludo de Borja Álvarez al quinto...
...que huía del peto
Poca cara para tanto volumen
Par aceptable, una excepción
El alicantino brinda a su cuadrilla
Desarme
Media, cerca de las tablas
Palco presidencial
El trofeo
Y otra vecina de localidad
Verónica de saludo de Adame al sexto
El varilarguero se recarga, el fotógrafo en el burladero de médicos y el médico fuera
Adame hunde el pie izquierdo en la arena...
...y cae. Oportuno quite del peón
Brindis a Paco Medina
Pinchazo...
...y Puerta Grande para Adame en tarde de luna llena
4 comentarios:
Todos los años iba, pero este año con las ganaderías que habían puesto no gasto ni un euro. A tu pueblo tampoco...cuidado con lo de El Retamar que vi en fotos.
¡Cuántas vecinas de localidad! Así da gusto ir a los toros aunque éstos salgan grosera y chapuceramente astigordos.
Las fotos a veces engañan, pero no es el caso de El Retamar que comentas.
Miguel, es que desparramo mucho la vista. Falta de fijeza.
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