domingo, 7 de octubre de 2012

Excelso David Adalid. Las Ventas, 7 de octubre de 2012

Todavía no hay "aplausómetro" en Las Ventas, pero creo que la ovación que le ha dedicado la plaza entera, puesta en pie, a David Adalid ha sido la más clamorosa de la temporada. Es el justo premio a la enorme afición y entrega del "pinche" cada tarde que se viste de luces, sea la plaza que sea. El quinto toro de Palha, protestado por flojo, quedó reservón y cerrado en las rayas del 7. Tenía leña para varias locomotoras, y había que meter ahí los brazos. Comprobado que el toro decía nones a salir de las rayas, Adalid decidió, al igual que en la pasada Feria de San Isidrohacer la suerte al sesgo de las tablas en los dos pares, cuadrando en la cara y dejando los palos arriba, con muchísimo mérito y riesgo. No ha sido lo único meritorio de la tarde, porque la muy mansa corrida de Palha ha puesto a prueba a todos, y casi nadie ha vuelto al cara.

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Advertencia: las imágenes no son de la mejor calidad.
El corte tan brusco se debe a mi deseo de ovacionar también los pares.
Están tomadas desde la grada del 3 con una cámara de fotos de bolsillo

Me encontré a don Venteño en la terraza del Rincón de César, semidesierta, esperándome con una pizza en la mesa. Dentro del bar se había colgado el cartel de no hay billetes (ni tampoco un hueco), abarrotado de un público que concentraba su mirada en la gran pantalla. Me invitó a tomar asiento:
-Aquí estaremos tranquilos. La plebe anda en su circo futbolero.

-Lo que me extraña muchísimo es verle con esta pizza. No sabía que le gustara.

Enarcó la cejas:
-¡Ni yo! pero la niña ha aparecido con ella, de parte de Remi, y ya sabe que nunca le despreciaré nada. A ella, quede claro. Disimulemos y demos cuenta del plato como si nos gustara.

-Sea.

Se afanó en cortar la pieza en cuatro trozos, mientras entraba en materia:
-No espere mucho de mí esta tarde, porque voy a contracorriente de los tiempos, como bien sabe quien bien me conoce. Yo estoy como siempre que salen toros de lidia: acordándome de los que no se anuncian. Las llamadas "figuras", o sea. Y menos mal que hoy no han endilgado la de Palha a tres advenedizos, sino que se han apuntado a ella tres toreros de los pies a la cabeza, acostumbrados a bregar con corridas duras en plazas difíciles. Vamos, lo mismito que Santo J. Tomás de Aquí-No-Toreo.

Me sirvió un trozo a mí, y dejó los otros tres. Le invité al sacrificio: -Vamos, no me deje solo ante el peligro y lidie usted también esta pizza.

-Tranquilo, que mi estómago anda revoltoso y no está para lidias. Usted cómase eso que ya le he encargado un huevo frito en nido de pisto con patatas chips. El resto de la pizza será para esos tres críos que andan por ahí correteando.

Llamó a los tres muchachos y le dio a cada uno un trozo. Protesté: -No puede hacer eso. Antes, tiene que avisar a sus padres.

Se volvió y me miró por encima del hombro:
-¿A sus padres? Mire, para los padres de estos infantes no hay más hijo que su pasión futbolera. Y no lo vea usted como cosa rara y recuerde lo que usted tiene escrito sobre su hijo en Las Ventas.

Reconozco que me desarmó: -Está bien, siempre ha de salirse con la suya. Pero volvamos al tema, que llevo hoy todo el día de toros y tengo que pasar lista en casa.

Soltó una carcajada:
-No me diga, hombre de Dios, que también ha estado en la novillada matinal. Usted no tiene remedio. ¿Y qué tal le ha ido?

Casi me sonrojó: -No puedo extenderme sobre ella. Solo le diré que he comprobado que las escuelas taurinas son nefastas. A los seis novilleros me los han traído uniformados, talmente como seis clones del pegapasismo que nos asola. El contraste de la corrida de la tarde ha sido casi un bálsamo.

Llegó Olga con el huevo anunciado. Don Venteño se estiró:
-¡Olé, princesa, qué arte tienes! El día que quieras te pongo la alfombra en los Jerónimos. Y usted, cadahalseño, al lío.

La camarera se esfumó como por ensalmo. Yo tenía prisa, así que decidí abreviar: -Hoy anda usted sin fijeza, como los palhas. Me decía que se habían apuntado tres especialistas de corridas duras, y eso es de agradecer, y aún más alegría me da de que hayan salido por su pie. Por eso me quedo con lo bueno. El oficio de Robleño  con el malaje cuarto y su coraje al apuntar arriba con el estoque. El sitio que tiene Javier Castaño en la cara del toro, que demostró toreando muy despacio al descastado jabonero, que entró siempre andando y con la cara a media altura, y de resultas de tal defecto lo prendió al entrar al matar. Y la voluntad de Alberto Aguilar con el rajado segundo y, sobre todo, su valor y verdad con el complicado sexto, que no tenía un pase por el izquierdo y era incierto por el derecho, y se lo pasó por el muslo de la pierna contraria, siempre adelantada. Y los tres supieron liquidar con eficacia a los morlacos, cosa nada fácil.

-Realmente ha sido una corrida que empezó descastada con los dos primeros y se ha ido endureciendo, poniendo en muchos aprietos a la terna y sus cuadrillas. No le diré que me gusta que salga así una corrida, pero como contrapunto a tanto días de babosas, pues una satisfacción. No creo que haya visto bostezar a nadie; ha habido emoción, esa de cuya ausencia siempre nos lamentamos, y los toreros han tenido que resolver los problemas del toro de lidia, de pelea, como su propio nombre indica. De David Adalid no le digo nada, porque sé que es su debilidad, así que usted mismo. Otros compañeros suyos, por el contrario, no han estado a la altura. ¡Ah! y hasta un monosabio se la ha jugado cuando descabalgó al ligero Juan Carlos Sánchez. Y de presentación, tres salieron sin remate, pero el sombrero les tapaba.

Me levanté y tiré de cartera. Me agarró la mano:
-Deje, que hoy invita la casa. Y váyase sin cuidado y sin pausa. Pero antes deme un abrazo, que quién sabe si volveremos a vernos.

Lo abracé con emoción. No sé por qué, pero intuí la posibilidad de que ello fuera cierto: -No le dejaré que se libre tan fácil de mí.

Me fui sin volver la vista atrás. Y no hubo más.

Cuadro de puntuación de la corrida del Palha


(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

No busquen "figuritas" en este paseíllo: es la tarde  de los Palha
El viento no quiso añadir dificultades a una tarde complicada
Campaña de ayuda a un grandísimo banderillero
Los buenos fotógrafos de la piedra
Juan Alfonso Doblado picando en su sitio a "Yegüero"
Fernando Sánchez echa la vara a "Preocupado".
En la primera vara le cerró sin cuento
Juan Carlos Sánchez espera con la escopeta cargada a "Zorro"
Fernando Robleño termina con "Peluquero"
(por supuesto, en el sol)
Tito Sandoval castiga a "Cartolito"
Francisco Javier Sánchez se afana con "Pintarracho"
Y salieron andando
David Adalid a punto de cumplir el rito de tocar
madera antes de abandonar el ruedo
"Mozo" hizo pleno. Al sol en la novillada matinal
Huevo frito sobre nido de pisto y patatas chips


P.D. Enlaces:

-Reportajes gráficos de la corrida:

Rafa Carlevaris
> Larga Cambiada (Sánchez Vigil)
> El Redondel Taurino (Ricardo Relvas)
Manón: David Adalid (Juan Pelegrín)


- Otros puntos de vista:

Salmonetes ya no nos quedan (José Ramón Márquez)
Banderillas negras (Alcobendas82)
Contraquerencia (Gloria S. Grande)
> El Rincón de Ordóñez (Juan Pasmo)
Recortes y Galleos (Rafael Cabrera)
Toros Grada 6 (Enrique Martín)
> Aficionados al Toro (El Tiemblo)

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...