A principios de este verano 2009 nos enterábamos que la Comunidad de Madrid había decidido aceptar la solicitud de Taurodelta para prorrogar un año más la concesión de la explotación de la plaza de toros de Las Ventas. Y yo me restregaba los ojos porque no me lo creía.
Luego, pensando un poco, lo entendí.
Cualquier persona con sentido común que ocupe un puesto de alta responsabilidad en la Comunidad de Madrid, vista la desastrosa programación taurina de Taurodelta en esta temporada de 2009, habría intentado evitar a toda costa que esta empresa fuese la encargada de la próxima de 2010. Y si esta persona tuviese dos dedos de frente lo primero que habría propuesto sería defenestrar a todos los miembros de los Consejos y demás cuchipandas del Cuento de Arreglos Taurinos (CAT), máximos responsables de autorizar el desaguisado. Si la Comunidad de Madrid hubiese actuado de la forma que la lógica aconsejaba, la prórroga solicitada por Taurodelta habría sido rechazada de plano, pues su incumplimiento del pliego concesional ha sido palmario (sobre este punto me remito a mi entrada anterior Una tomadura de pelo consentida). Pero, a lo que se ve, no hay personas con sentido común ocupando cargos de responsabilidad en la Comunidad de Madrid, y si las hay, no lo aplican; vaya usted a saber por qué (aunque me lo malicio).
Y, además, como los irresponsables altos cargos de la Comunidad han comprobado: que la grey del abono cautivo ha pagado sin rechistar, que la mayoría de asociaciones que dicen representarlos no han hecho más que un vergonzante paripé de protesta y que los periodistas no han escrito más que lo indispensable para salvar la cara; pues han decidido que no hay problema ninguno y que lo mejor será dormitar plácidamente en la poltrona un año más y dejar las cosas como están, no sea cosa que se la vayan a mover.
A pesar de la gravedad del asunto, y como muestra de la lamentable situación de la afición, las protestas a la prórroga de la concesión han sido escasas. Me permito destacar una de ellas: el artículo del amigo Luis Picazo titulado La Prórroga: un año más de basura, publicado en Opinión y Toros, que señala atinadamente a los principales responsables y cómplices del atropello, y cuya lectura recomiendo vivamente.
Como esto siga así, un año de estos el que suscribe se decidirá de una vez por todas a romper sus ataduras al abono, y olvidarse de la irresponsable Comunidad, del inútil CAT, de los incompetentes presidentes de la plaza, del ganado cada año más descastado, de los toreros cada vez más adocenados, de los voceros periodistas y de los del güisqui y el clavel. Que con su pan se lo coman.
En estas fotos de Rafa Carlevaris puede apreciarse el enorme interés de los miembros del CAT, dormitando en su ubicación privilegiada en Las Ventas.
Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela
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