viernes, 28 de agosto de 2009

El Valle del Toro. Cenicientos, 16 de agosto de 2009

 Siguiendo la tendencia general, Cenicientos ha reducido en este Ferragosto de 2009 su feria taurina a tres corridas de abono y otra de rejones. La empresa no estuvo muy afortunada en el diseño de los carteles de bolsillo, pues al abrirlos parecían recordatorios de difuntos de los de antiguamente en letra blanca sobre fondo negro; y sabiendo cómo son los toros en Cenicientos…

- De las tres corridas anunciadas no pude acudir a la primera (Cortijoliva), me negué a ir a la segunda por anunciarse un hierro que lleva lustros en el fondo del descaste, a pesar de ser la simiente de la mayoría de la ganadería española (Conde de la Corte), y asistí a la tercera acompañado de tres jóvenes aficionados y de otro algo menos joven, en la tarde en que se corrían toros de una ganadería que se halla en buen momento, como confirmó en Las Ventas el pasado mes de junio (Alcurrucén).

- La entrada en la nueva plaza corucha era aceptable, a pesar de la sofoquina (más de medio aforo), con una nutrida representación cadalseña en el callejón. Ahorra mucho la empresa (o el Ayuntamiento) en las hojas con el lacónico programa de mano, agotado con mucha antelación al inicio. A propósito de la hoja, y a quien corresponda: las tildes existen en nuestro idioma.

- Los Lozanos trajeron un encierro de irreprochable presentación: en tipo, parejos, con trapío, nada voluminosos y astifinos. Una corrida de toros digna y más seria que otras celebradas esta temporada en varias plazas de primera.

- Desde luego no fue la tarde de Aníbal Ruiz. El primero de la tarde salió frío, no humillaba y se aquerenció en terrenos de toriles. Se empleó en la primera vara, para repucharse en la segunda, y en la tercera, que sobró, salió suelto. Ninguno de los tres espadas ejerció su derecho a hacer el quite y todos nos quedamos tan calladitos. Músico anduvo remiso en palos, e hizo pasar en falso a Pablo Fernández. Aníbal Ruiz planteó la faena de muleta en la contraquerencia, sin conseguir hacer humillar al toro, que nunca se empleó; lo poco que sacó fue por el pitón derecho, pero siempre vulgar y pueblerino. Se enfrontiló para matar pero se fue de la suerte y pinchó; para después dejar un pinchazo hondo y liquidar al burel, que siempre mantuvo cerrada la boca, con tres golpes de descabello, tras doce minutos de faena sin que la presidencia mandase recado alguno. El cuarto de la tarde, al que le quedaban dos meses para cumplir la edad tope de seis años, era muy serio y astifino, algo abrochado y levantado. Salió parándose en un burladero y sin emplearse en el capote. Tomás Rozas salió de las rayas, en vez de citar al toro, como si temiera esperarlo; Tamborilero empujó bien en la primera vara, que fue larga, y también en la segunda, aunque se repuchó al final. Aníbal Ruiz hizo su quite -cuando le correspondía a Iván García-, quedándose corto y algo distraído el morito. Mejoró en el segundo tercio, en el que se lució Raúl Fernández, que saludó. Prometedor fue el inicio de faena, pero Aníbal no consiguió continuar por el buen camino; Tamborilero acometía humillado, con codicia, son y buen tranco, pero el diestro, asentado en la arena, no conseguía darle salida ni templarlo. Tampoco se acopló por el izquierdo ni fue capaz de conseguir la ligazón a un toro que repetía con nobleza. El resto fue la demostración de la inoperancia del torero y de la condición superior del toro, que terminó muriendo bravamente de pie de una estocada algo delantera. La oreja fue justamente protestada.

- Iván García se confío con el capote y fue prendido sin consecuencia por el segundo de la tarde, que metió bien la cara sin consecuencias. Empujó con fijeza en la primera vara, bien señalada, aunque le hicieron la carioca; en la segunda, caída, se dejó dar y Tafalla siguió castigando después del cambio de tercio que había solicitado el matador. El quite de Iván, también cuando no le correspondía, fue por movidas chicuelinas. Quedó sin fijeza en banderillas, con buena brega de Iván Romero, hasta el punto de que Iván García hubo de desistir de poner el tercer par. Anduvo inteligente y pundonoroso con la muleta dejándosela en la cara para conseguir la ligazón a este Barba-Rosa distraído, pero que pasaba, sobre todo por el izquierdo. Hizo bien la suerte de matar, pero la estocada quedaría tendida, por lo que hubo de rematar con la cruceta. Nadie discutió la oreja con que se premió su labor. El quinto era cinqueño, colorado, ojo de perdiz, bociblanco y bonito de hechuras. La primera vara de José Antonio Fernández fue trasera y de excesivo castigo; la segunda, menos mal, fue breve. El quite, también fuera de turno, fue por verónicas, en la que no se empleó Cumbrealto. Iván García demostró con los rehiletes andar sobrado de facultades, pero no consiguió el lucimiento. Brindó el toro a David Mora que, sorprendido, hubo de pedir una montera a un subalterno para salir a recibirlo. Aunque en el tanteo el toro fue alegre y violento, después quedó muy parado y rebrincado, poniéndose cada vez más a la defensiva, en parte probablemente por el castigo en varas. Le recetó una casi entera y tendida que hubo de complementar con dos golpes de verduguillo, tras doce minutos sin que tampoco la presidencia ordenase el aviso reglamentario.

- El mejor toreo de la tarde corrió a cargo de David Mora en el tercero, castaño bragado corrido -un tío con toda la barba-, al que Mora recibió con los pies clavados en la arena lanceándolo con gusto. Sólo recibió una vara, pero el encuentro fue largo y valió por dos. Anduvo algo tardo en el quite por verónicas. Buen segundo tercio de Palomeque, pero no de Marcos Ortiz que clavó un arpón en las mismas costillas de Dominico. Tras un brindis particular, se lució en el tanteo por bajo a este castaño que seguía algo tardo, pero humillado y con buen son; me dejó buen sabor de boca una serie con la diestra en los medios muy bien rematada con el de pecho; por el izquierdo, el toro era más distraído y David, aunque seguro, anduvo encimista. De nuevo toreó con gusto, por el derecho y resolvió muy bien y pinturero un inesperado parón del animal. Aunque entró con rectitud y decisión, la estocada quedó chalequera (como gusta decir a Miguel); y necesitó de dos pinchazos y otra estocada más para pasaportar a este buen Dominico. El sexto fue abanto de salida. Contabilicé hasta seis entradas al caballo (la última por un arreón tras el toque de clarín), a pesar de lo cual quedó crudo, ya que cuando no salía de naja, se rebotaba o se escupía del peto. Por su condición de manso de libro y su mucho poder, hizo pasar las de Caín a Palomeque en la brega y a Félix Jesús Rodríguez con los palos, quien hubo de poner: tres de uno en uno (como los fabrican, que decía siempre una amigo mío que nos dejó) y un par a sobaquillo; Marcos Ortiz consiguió escaquearse sin intentar siquiera prender uno. El toro, como todos, tenía su lidia, que debió ser la de someterlo a base de doblones, mas David Mora se limitó a estar delante de este mansísimo y complicado Tonadillo; abrevió y lo cazó con una estocada caída y atravesada, tras un pinchazo sin soltar.

- En resumen, los encastados núñez de Alcurrucén ofrecieron una tarde muy interesante, con un variado comportamiento, desde la bravura de Tamborilero hasta la mansedumbre móvil y complicada de Tonadillo, y con el común denominador de su fortaleza, como lo demuestra el hecho de que no doblaran las manos a pesar del castigo que casi todos ellos recibieron en el caballo. Aníbal Ruiz desperdició el mejor lote, Iván García no pasó de aseado y sólo David Mora aprovechó la buena condición del tercero, aunque lo emborronó con el estoque y con una inadecuada lidia al sexto de la tarde. Eso sí, ninguno de los tres se arrugó con esta corrida seria y encastada, y eso dice de ellos más que de todas esas figuras que siguen “triunfando” con el medio toro manipulado por esas plazas de Dios. De los subalternos destacaron, como ha quedado reseñado, Iván Romero en la brega y Raúl Fernández y Palomeque en banderillas.

- Fue, sencillamente, una corrida de toros en el Valle del Toro. Otros seguirán con su cantinela del Valle del Terror (y el sobre, a la chaqueta).

En el blog de Rafa Carlevaris puede verse un completo y excelente reportaje fotográfico de los cuatro festejos de Cenicientos 09, del que me he permitido la licencia de bajar las dos fotos que ilustran estas notas.

P.D. Además, sobre este festejo puede leerse:

> Blog andanada del 7

> Blog larga cambiada

> Cabaña brava

> Blog alle 5 della sera (en italiano)

> Blog campos y ruedos (en francés)

Cuadro de puntuación de la corrida de Alcurrucén del 16/08/2009 en Cenicientos
(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada, al no tener todos ellos el mismo peso en la puntuación).

Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...