Se ha celebrado el último festejo de
la Feria en honor de Nuestra Señora de Valsordo en Cebreros, con una
corrida de toros de Martín Lorca, de la que se han lidiado los cinco
primeros, siendo devuelto el sexto y sustituido por otro de distinta
ganadería. La plaza se ha cubierto en más de tres cuartos de su
aforo en tarde muy agradable, después de la tormenta que descargó
cuatro horas antes del festejo y que ha obligado a acondicionar el
ruedo.
Los ejemplares de Martín Lorca,
cuajados y blandos de remos, han propiciado el triunfo de la terna
con su comportamiento noble y suave. Así, los coletas se han
repartido 10 orejas y un rabo, y dos toros, 4º y 5º, han sido
premiados con la vuelta al ruedo, entre la alegría de un público
amable y una presidencia generosísima.
Manuel Jesús 'El Cid' ha cortado 4
orejas y un rabo. Las dos primeras fueron del primero, un toro muy
flojo, al que el sevillano supo mantener en pie con tandas a media
altura sin apreturas. Necesitó de un segundo intento para dejar una
estocada en lo alto. La faena al cuarto fue completa, desde un bonito
saludo por verónicas hasta la faena de muleta en la que demostró el
temple de sus dos muñecas para embarcar la suave, noble y humillada
del toro. Esta vez no falló con la espada y la presidencia otorgó
los máximos trofeos al de Salteras y sacó el pañuelo azul para el
de Martín Lorca.
Salvador Cortés se ha ido con 3 orejas
en el esportón, una del segundo de la tarde, también un toro muy
blando al que acabó cogiéndole el aire en la segunda mitad de la
faena de muleta, que alargó en exceso. Necesitó utilizar la
cruceta. El quinto salió sin mucha codicia, pero peleó en la única
vara, levantando al caballo, sin derribar, bien agarrado el
picador. En la muleta fue un toro de mucha calidad con la que el
sevillano anduvo cómodo, Las dos generosas orejas llegaron tras una
media estocada. También este quinto fue premiado con la vuelta al
ruedo. Una lesión en la pierna, por un pitonazo del segundo, le
impidió salir a hombros.
Gómez del Pilar se presentó con ganas
en Cebreros, recibiendo al tercero con larga de rodillas y lances
acelerados. El toro acometió bien a la muleta y el madrileño puso
tantas ganas que pecó de falta de reposo y temple para conducir la
embestida de este encastado ejemplar. La estocada quedó caída y se
le premió con dos orejas, tras rehusar con dignidad el diestro
recoger un rabo que hasta el respetable protestó. El sexto fue
devuelto como ya se ha dicho y el sobrero resultó reservón y con
poco recorrido, pese a lo cual un revolucionado Gómez del Pilar supo
llegar al tendido y con un buena estocada honda arrancó un oreja.
De las cuadrillas destacaron un banderillero de Cortés, que hubo de saludar tras banderillear al quinto, el siempre
eficaz Curro Robles y un par de Lipi al cuarto, que no pudo completar
porque la presidencia cambió el tercio con sólo dos entradas. Igual
hizo en el segundo en que, además, sólo había tres rehiletes
clavados. Son detalles que convendría tener en cuenta, así como la
distribución al público de un papel con los datos de toros y
toreros actuantes o, en su defecto, al menos una tablila anunciadora
de cada toro que salte al ruedo. Así nos habríamos enterado de la
ganadería a la que pertenecía el sobrero.
El Cid y Gómez de Pilar a hombros. Cortés no pudo acompañarles por estar en la enfermería
LA TARDE CONTADA EN IMÁGENES (Próximamente)
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