miércoles, 15 de agosto de 2018

La terna, por encima de una mansa corrida del Conde de la Maza. Cenicientos, 15 de agosto de 2018.


Con una gran entrada y en tarde calurosa se ha celebrado la segunda y última corrida de abono de este ferial 2018 de Cenicientos, con toros del Conde de la Maza, algunos de impresionantes cabezas, todos llamativamente astifinos y variados de lamina, una “tía” en el argot, que ha derrochado diversos tipos de mansedumbre.


Octavio Chacón ha demostrado solidez y oficio con el peor de los tres malos lotes de la tarde. El primero, un auténtico perchero cornivuelto, salió distraído y entró sin celo las dos veces que fue al caballo, para quedar parado y terminar echándose en tablas, donde hubo de ser apuntillado. De forma sorprendente, entre mayoría de pitos, se oyeron algunas palmas en el arrastre. El quinto permitió al gaditano lucirse con verónicas en el saludo, pero tampoco se empleó en el peto, quedando con media arrancada en la muleta de un Chacón que demostró voluntad y solvencia, para pasaportarlo de estocada. Dio una vuelta al ruedo después de que la presidencia desoyese la petición de una oreja merecida.

Complicado ha sido el lote con el que ha tenido que pechar Alberto Lamelas, nuevo en esta plaza. El segundo, también un galán bien armado, se paró ya de salida y con esa condición permaneció durante toda la lidia, para terminar muy a la defensiva, y Lamelas, con entrega y valor, pasó la faena sorteando derrotes y sin suerte con el estoque. El quinto demostró su querencia a toriles ya de salida, alternando con arreones por toda la plaza que descompuso la labor de la cuadrilla. Lamelas intentó separarlo de la querencia, pero la lidia hubo de desarrollarse en zona de chiqueros. Fue un auténtico duelo entre un torero que nunca volvió la cara y un manso que arreaba con violencia en la embestida, que terminó con victoria del jienense, que acabó sacando pases meritorios y una estocada delantera de efecto fulminante, que le valió para pasear una oreja de mucho peso.

El mejor toreo de muleta corrió a cargo de José Carlos Venegas que hubo de vérselas con dos mansos de distinta condición. Se lució en el saludo al tercero, un toro castaño vareado y muy astifino, que se movió mucho durante toda su lidia, sin entrega en los engaños ni en el peto. El jienense, con su familia y muchos seguidores en el tendido, alargó en exceso la faena y por tal motivo el burel se fue complicando antes de cazarlo con una estocada de mucha exposición, que le ocasionó una pequeña cornada en el brazo. Se le premió con una justa oreja. La lesión no le impidió lidiar al sexto, el toro más entipado en Núñez, que empujó bien hasta derribar al jaco en su primera entrada. En la segunda, se le fue la mano al varilarguero y el toro lo acusó. Venegas puso voluntad, pero el lucimiento era tarea imposible y tras un largo trasteo, lo liquidó de pinchazo y estocada.

En cuadrillas destacaron Francisco Javier Rodríguez, con un buen par al segundo, y, sobre todo, David Adalid, pareando al tercero. Es una auténtica lástima para el aficionado que el de San Martín toree tan poco, por razones que no se alcanzan a comprender.

De nuevo, Cenicientos ha ofrecido la oportunidad al aficionado de presenciar festejos serios, algo poco habitual y que se agradece, pero deben pulirse algunos defectos, buscando más el trapío que la fachada e impidiendo la utilización de caballos antirreglamentarios, tanto por peso como por raza, que desbaraten el tercio de varas.


LA TARDE CONTADA EN IMÁGENES (Próximamente)


Enlace: Excelente reportaje gráfico, como siempre, en el blog de RAFA CARLEVARIS

Cuadro de puntuación de la corrida de Conde de la Maza



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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...