extrapicurciela: Agustín Ríos, 'el de Cádiz', in memóriam. Las Ventas, 24 de septiembre de 2017

domingo, 24 de septiembre de 2017

Agustín Ríos, 'el de Cádiz', in memóriam. Las Ventas, 24 de septiembre de 2017

El tercer "desafío ganadero", como era de prever, ha estado más concurrido que los dos anteriores, porque se ha programado como primera corrida de toros del abono de la Feria de Otoño. Y la primera corrida de cualquier feria inexorablemente supone "pasar lista". A la de esta Feria de Otoño ha faltado mi vecino de localidad Agustín Ríos Chicón, un gaditano de pro, que recaló en la grada del 3 hace unos cuantos años y allí acabó echando el ancla. Se venía de Cádiz dos veces al año para chuparse entero cada abono de Las Ventas y no pasaba desapercibido, alegrando con su gracia andaluza tantas y tantas tardes en que lo necesitábamos. Permítame el lector que, como pésame a su familia, le escriba una carta con destino al cielo, donde seguro habrá arrancado ya más de una sonrisa.

Segundo de la tarde, un bonito buendía

Querido Agustín:

Hoy esperaba tu habitual hola buena persona al llegar a la grada, pero tu amigo Pedro me ha dicho que nos habías dejado hace sólo unos días. Tú, que con ese gracejo de Cadiz me habías enseñado a ser algo más torerista, hoy ya no has podido alzar la voz contra aquellos que han medido a Luis Bolívar ante un buendía, con el mismo rasero que a una figura consagrada con un becerro de Norit (marca registrada). No has podido cantar ese ole, ole, ole cuando Iván Vicente ha enjaretado esas dos buenas series con la derecha y algún natural al primero de la tarde, o cuando Bolívar ha toreado al natural bien y con verdad al quinto, ése que por el derecho se le coló tres veces, ni me has preguntado al final de su faena si podías sacar el pañuelo. Total, para qué me preguntabas si nunca me hacías caso.

No había en el cartel ningún torero de la tierra del vino, ésa de Jerez que gritabas solo puede dar toreros buenos, como voceaste en la faena de Ginés Marín en la pasada Feria de San Isidro. Eran toreros de Madrid y de Cali, enfrentándose a los albaserradas de José Escolar y a los buendías de Ana Romero, encastes que los que pueden elegir ignoran. Ha salido un poco de todo: el peligroso, el manejable, el bueno, el manso, el encastado y el regular. ¡Bendita variedad! Pero todos con fuerza en las patas y resistencia al castigo. En tres palabras: toros de lidia.

Aunque preferías emocionarte con la labor de los toreros eras buen catador de los toros buenos y bonitos, como ese segundo de Ana Romero, un toro completo que sólo ha tenido el pero de tardear en el peto, pero que cuando acudió lo hizo decididamente y galopando. Pudo haberlo aprovechado mejor el colombiano, es cierto, pero tampoco era ese torito pastueño que permite el fácil lucimiento. Bolívar se ha llevado el lote, con ese quinto de Escolar, que ha permitido el mejor toreo de capote de la tarde y con el que hemos vuelto a ver las distancias en el cite que tanto añoramos. Toro de un solo pitón bueno, el izquierdo, que ha sabido aprovechar el de Cali en las primeras tandas, para diluirse después. Ha matado con eficacia a sus dos toros, aunque la espada nunca haya quedado en su sitio.

A Alberto Aguilar seguro que le habías dicho pisha, a ver si apuntando con el otro oho..., cuando parecía incapaz de liquidar con estoque y cruceta a un encastado toro de Escolar que manseó en el caballo y terminó subiendosele a las barbas por la falta de dominio del coleta, intentando el toreo bonito cuando la cosa requería mucho mando. El sexto, de Ana Romero, fue un toro soso y noble al que el madrileño dejó sin historia.

De haber estado sentado a mi lado me habrías dicho que escribiese cómo Iván Vicente se ha volcado con la espada en sus dos toros, que anotase cómo se coloca vertical con la muleta y remata detrás de la cadera, como lo ha hecho en el primero de Escolar, manejable a pesar de un par de coladas, y le habrías gritado que el quinto era un malage y abreviara.

Hoy ha banderilleado Fernando Sánchez, 'el Patillas' como tú le llamabas y siempre esperabas. Ha estado bien, esta vez acompañado de Raúl Ruiz en el quinto de la tarde.

Estate tranquilo, que ya ha dicho Pedro que se encargará de traer la manzanilla de la última corrida del próximo San Isidro, ésa que distribuías con alegría y me animabas a beber diciendo que era gloria bendita. Eso sí, ya no vamos a estar todos los meses de mayo en un sin vivir por los posibles ascensos de tu querido Cádiz C.F., que en el partido contra el Nástic de Tarragona te homenajeó con un minuto de silencio, recordando tu etapa de directivo en la que tu equipo subió por primera vez a la División de Honor. Lo que no volverá es ese qué arte tienes que no se puede aguantar cuando una chica bonita paseaba por la grada.

Ahora lamento más no haberte podido facilitar este año el cartel de la pasada Feria de San Isidro, que siempre llevabas de vuelta a la Tacita de Plata para que lo colgaran en la pared del bar. La nueva empresa se negó a facilitármelo. Ya no tendré que pedirlo más.

Descansa en Paz, amigo.

Cuadro de puntuación de la corrida de José Escolar (3) y Ana Romero (3)