jueves, 18 de mayo de 2017

Plaza de talanqueras. Las Ventas, 18 de mayo de 2016

Que Las Ventas en muchas ocasiones es una plaza de talanqueras no es la primera vez que se escribe. Hoy ha sido una de esas ocasiones durante la lidia del quinto, sobrero de El Montecillo, un toro avisado que ha puesto a prueba a los de luces y la emoción en los tendidos. El toro de lidia tiene estas particularidades, no siempre es el animal previsible y colaborador al que estamos acostumbrados. Precisamente por la falta de costumbre de ver salir toros con todo el peligro, el personal olvida que a los toreros hay que valorarlos por el animal al que se enfrentan. Luego está el tema de la oreja...

Víctor Manuel Martínez o la dignidad torera

Don Venteño y Remi se encontraban en animada discusión, uno a cada lado de la barra. Bueno, no era tal la discusión porque dos no regañan si uno no quiere. Al verme, el viejo gruñón se giró a mí:
-Hombre, Cadahalseño, me viene usted al pelo. Aquí este cabezón de Remi que se empeña en que las banderillas, las de comer, valen de aperitivo para el agua con gas. ¿Qué opina usted?
Miré a Remi, que se encogió de hombros con una media sonrisa:
-Hombre, no sabría contestarle, no me gusta el agua con gas.
Don Venteño se volvió airado, cogió su botella de agua y el plato de banderillas y se fue a la mesa. Cogí mi tercio de Mahou y me senté a su lado. El viejo tenía el día torcido.
-Hoy soy yo el que tengo prisa, así que apunte lo que le voy a decir y lo publica usted tal cual, no me lo cambie a su gusto.
Pensé que lo mejor era asentir con la cabeza y no responder.
-Esto de Parladé, por mucho que el Domecq Morenés se empeñe en decir que es distinto a Juan Pedro, es más de lo mismo. Falta de poder y falta de casta, los dos atributos básicos del toro de lidia, no del torito que gusta a las figuras, a sus voceadores y a los que pagan un pastón por verlas torear. El resumen de Parladé en la Feria 2017 es: imposibilidad de aprobar seis toros; de los que salen, uno, el tercero, es un gato, otros dos son inválidos, de los que el presidente sólo ha devuelto uno, otro es descastado y el último, un toro que duró tres tandas de muleta. Todos mansos en el caballo ¡Como para irse contento para Portugal!
Intenté meterle el pico:
-Pues ya ve, con eso, si David Mora anda listo, sale por la Puerta Grande.
En qué hora lo hice:
-¡Mire, Cadahalseño, no me toque las orejas, que soy un bicho resabiado! Con este personal, cualquiera puede salir por la Puerta Grande. ¿Cómo se puede pedir una oreja por menos de una media faena por el derecho, y la otra llena de enganchones y medios pases por el izquierdo? ¿Cómo se puede conceder una oreja con una petición ni mucho menos mayoritaria? ¡Si llega a hacer algo le dan el rabo!
Aguanté la embestida, y me atreví a provocarle.
-Ya, pero reconozca usted que la estocada fue buena y se decía que una buena estocada es una oreja.
Se engalló aún más, levantando la mano derecha con el dedo índice hacia arriba.
-Eso de que la estocada es una oreja es historia de abueletes, de cuando la suerte suprema, de ahí su adjetivo, se valoraba más que la faena. Pero incluso entonces, la estocada debía ser más que buena y meritoria.¡ Así que a otro perro con ese hueso! Además, el madrileño de Borox estuvo muy irregular con el tercero, un torito colaborador, con el que igual lo echaba para fuera en el primer pase de las series, como lo recogía ajustado en los siguientes, pero siempre con la muleta retrasada, y así solo pueden darse medios pases.
Como me había avisado intenté abreviar.
-De Curro Díaz, poco hay que decir, con un primero manso y sin fuerza y un cuarto de El Montecillo muy deslucido.
Por primera vez le vi dibujarse una sonrisa en la tarde.
-Sí, de los que "sueltan la cara" que dicen ahora todos los taurinos.
Sabía que estaba esperando a entrar en materia, el lío del quinto, así que le cité:
-Tampoco Fandiño pudo hacer nada con ese segundo segundo descastado y que se mantuvo gracias a que no lo picaron, y encima le tocó el sobrero de El Montecillo, que vaya pájaro.
Volvió a ponerse serio y solemne.
-Sí señor, un pájaro, uno con peores ideas que una zorra en un corral de gallinas. Pero tenía su lidia, complicada, pero su lidia. Pero ya no hay costumbre. Especialmente en el personal, que cree que la Tauromaquia se reduce a los pares al cuarteo, derechazos, naturales y pases de pecho. Y si los de luces hacen otra cosa, protestan como pueblerinos en plaza de talanqueras. Yo no sé si 'Acobardado', que el nombre no le caía bien, había sido tocado, si había sido tentado, si era burriciego o qué, pero era un barrabás. El caso es que hacía regates al capote, se quitaba el palo, intentaba dar cornadas a Juan Melgar sobre el caballo y pegaba gañafones a los banderilleros en cuanto entraban en su jurisdicción. Que hay que ver a un banderillero consumado como Jarocho pasando las de Caín intentado dejar algún palo. Y aquí es donde me descubro hoy.
Interrumpió el discurso, se puso de pie, inclinó la cabeza haciendo ademán de quitarse el imaginario sombrero.
-Con ese "jarabo", Víctor Manuel Martínez puso dos pares en la cara, el segundo espeluznante, solo y en rayas del 6, con el toro viniéndose, levantó las manos y clavó arriba, saliendo por los aires porque el gañafón del pitón izquierdo le enganchó en la taleguilla. Eso es vergüenza torera.
Volvió a sentarse. Aproveché la ocasión.
-Ese par no tenía que haberlo puesto. Es cierto que el toro no tenía dos pares clavados, pero el presidente debería haber sido más sensible y haber cambiado el tercio, dadas las condiciones del toro.
Me miró fijamente:
-Mire usted, mientras haya Reglamento, el presidente ha de cumplirlo "con exactitud" y una de dos: o el toro no es apto para la lidia, en cuyo caso hay que devolverlo, o es apto con todas las consecuencias. Yo ya sabe, esto del Reglamento no es santo de mi devoción, pero si se mantiene ha de aplicarse. Y a Fandiño le faltó darle una lidia más antigua, de andar por la cara y doblarle el espinazo con la muleta en los dos ijares. Pero pitarle, como hicieron, es para que se lo hagan mirar.
Se levantó, dijo que hoy no pensaba pagar a Remi, por lo del aperitivo, y me invitó a salir con él.
-Don Venteño, no me espere hasta el lunes. Mañana marcho al pueblo en cuanto termine la corrida de la Prensa. Por cierto, un amigo de allí me ha dado recuerdos para usted en los pasillos de la plaza.
.Me dio una palmada.
-Devuelvaselos y ya me contará qué le dan a usted en ese pueblo, que no puede pasar un fin de semana sin él. Agur.
Cuadro de puntuación de la corrida de Parladé (4) y El Montecillo (2)


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR

Más de tres cuartos en tarde soleada y ventosa

Carrera de Curro Díaz perseguido por el primero

'Noctámbulo' sale de naja

Inválido, además de manso

Primera devolución de la Feria 2017: 'Lingotazo' de Parladé

Iván Fandiño, por fin, brinda a la realeza

Cadalseños por Las Ventas

El tercero, un toro hecho a escala de Ángel Otero

David Mora fue el único que se prodigó con el capote

Vuelo de la montera

Mora quiso repetir el inicio del año pasado, pero esta vez sin voltereta

Curro Díaz no quiso evitar que el cuarto se viniese al caballo de puerta

Pase habitual en Curro Díaz

El sobrero de El Montecillo intentó coger a Juan Melgar e varias ocasiones

Los problemas con 'Acobardado' de un buen banderillero, como Jarocho,

Fandiño, por la vía rápida, mete una atravesada a esta prenda

Remate del saludo de Mora al sexto

Ángel Otero culmina un tercio de palos reunidos

Molinete o "yo no he sido"

Buena estocada

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...