La sinrazón de este mundo tan particular que gira alrededor del toro, favorece que los toreros con más capacidad y audiencia busquen la comodidad de hierros previsibles en plazas de superior categoría y que en plazas inferiores e ignoradas se lidien encierros mucho más serios por matadores modestos. Dudo que exista otra actividad donde se dé tal dislate. Y como buena muestra de ello, la corrida de toros que me sirve para emborronar la pantalla.
Javier Herrero cita con pureza a la entregada embestida del sexto
El aficionado continúa en el agosto del Valle del Terror y baja hasta el pueblo toledano de Almorox, que celebra sus Fiestas en honor de Nuestra Señora Virgen de la Piedad y San Roque, al último festejo de su feria taurina, con toros de Dolores Aguirre, esa ganadería andaluza de encaste Atanasio, para Alberto Álvarez, Octavio Chacón y Javier Herrero.
El aficionado, acompañado de su compañero de fatigas, se encuentra con Domingo, un almorojano entrañable, que los acompaña para ubicarse en una plaza portátil, vieja y pequeña, que tiene una barrera tan alta que los muchos que habitan en el callejón se afanan en buscar cajas de frutas para poder ver el ruedo. La ganadera y acompañantes recorren diversas zonas el tendido hasta que encuentran acomodo en el palco presidencial. Aunque la empresa es la misma de Cenicientos, aquí no hay programa de mano.
A pregunta del aficionado, el mayoral informa que la corrida de Tafalla, lidiada el día anterior, salió buena. No es buen antecedente, porque no es habitual que dos días seguidos pueda triunfar una ganadería corta como esta que pasta en Constantina. En Almorox hay encierro, lo que permite conocer hechuras y comportamientos y parece ser que hay buenos augurios.
El primero de la tarde tiene buen aire y mete bien la cara en el saludo de Alberto Álvarez. Derriba en la primera entrada y aguanta en la segunda el castigo medido y en buen sitio. Los banderilleros lo hacen fácil en las dos únicos pares que permite la presidencia. “Cubatito”, pronto y muy noble por ambos pitones, permite ligar series a Alberto, que cita con verdad y aprovecha las incansables embestidas del toro, sin dar la sensación de torear tan poco. Dos pinchazos dejan el premio en una oreja que recoge tras la concesión de la vuelta al ruedo al toro.
El segundo de la tarde no luce tipo del encaste. Es colorao y corto de cuello. Octavio Chacón tarda en estirarse y sacarlo a los medios. También derriba al aleluya, y el matador ordena colocar al caballo cerca del toril, vaya usted a saber por qué. Será porque daba la sombra, piensa el aficionado. Aunque hace algún agujero de más, el picador lo hace delantero y sin barrenar. Es cosa insólita que los dos primeros picadores no hayan picado trasero y con saña. Los peones no tienen problemas en poner los palos en las dos únicas entradas. El aficionado se pregunta cuál será el motivo que tenga la señora presidenta para decidir que no ha lugar al tercer par. “Clavijero” no tiene calidad alguna, se limita a pasar con la cara alta, abriéndose y terminar buscando el refugio de las tablas, donde Chacón aprovecha la querencia en las manoletinas, y cobra una gran estocada con el toro aconchado en las maderas.
El tercero no muestra codicia, pero se mueve en el saludo de Javier Herrero. Como los dos primeros han derribado, hay contraataque y sale el mismo mastodonte que ya vimos en Cenicientos y que tampoco aquí los veterinarios han rechazado. El toro, que además es manso, sale suelto y acobardado. En la segunda vara le han tocado la yema y sangra abundantemente para terminar rajado y echado en el segundo tercio.
El cuarto está bien presentado y remata abajo, incluso levantando por el aire los estribos. Álvarez lo recoge y fija. Recibe una sola vara, pero con el picador barrenando. Flojea en los dos pares de banderillas y pierde las manos en la faena de muleta, donde además se queda cortos. A tirones tiene que trastearlo el de Ejea de los Caballeros, que no está fino con la espada.
El quinto baja algo de presentación, que, sin embargo, es más que correcta para una plaza de cuarta. Sale desplazándose, metiendo bien la cara y con poco poder, tanto que Chacón pide el cambio en el mismo momento que "Caracorta II" llega al peto, donde lo cuida el varilarguero picando delantero. El aficionado se frota los ojos para asegurarse de no soñar con la pesadilla de los habituales puyazos traseros. La falta de programa de mano impide informar de los buenos picadores de esta tarde. La brega es mala, se multiplican los capotazos y las entradas fallidas de los subalternos. Al aficionado le parece que el jienense pierde demasiados pasos a un toro que facilita la ligazón y busca las telas por abajo con nobleza. Solo al final el diestro se queda en el sitio y consigue una tanda ligada por abajo, citando con verdad, como acostumbra, amén de pases de trinchera con sabor. Al buen toro le quedó mucho dentro y no abrió la boca ni para morir, tras pinchazo, media y dos golpes de verduguillo.
El sexto es un galán que irrumpe en el ruedo con muchos pies y sin fijeza. Abanto, es el comportamiento típico de este hierro. En el caballo gigante recibe un único puyazo y mantiene la movilidad en palos. Javier Herrero brinda a Joselillo y en los inicios no consigue fijar a "Caracorta", que busca los terrenos de nadie. Poco a poco, citando con la pierna adelantada, el de Cuéllar lo engancha y liga dejándole la muleta en el hocico. Hay transmisión porque el toro tiene poder y embiste con todo y la cara abajo, continuando con esa característica propia de la ganadería. La estocada delantera necesita del descabello para liquidarlo.
El aficionado abandona contento la vieja plaza portátil, tras ver saludar al mayoral y salir a hombros a Chacón y Herrero. El sorteo ha deparado un buen toro a cada matador, primero, quinto y sexto, la corrida ha estado soberanamente presentada, y los diestros, en distintos grados, han aprovechado las buenas cualidades de los astados, sin los recursos de moda de esconder la pierna y alejar las embestidas con el vuelo de la muleta. Quizás por eso sean modestos y los de los alivios y las mentiras sean figuras.
Cuadro de puntuación de la corrida de Dolores Aguirre
LA TARDE TRAS EL VISOR
Festejo grande en plaza pequeña. Precio de la entrada: 25€
El hierro dibujado en el reducido ruedo
La alguacililla y su caballo tordo
Tarde soleada y menos calurosa de lo esperado
Cuadro costumbrista
Alberto Álvarez
Primero de la tarde
Alineación perfecta
"Cubatito" levanta al caballo...
...y queda debajo para después derribar
Remate del quite de Chacón
Par igualado
Alberto Álvarez conduce la entregada y noble embestida
El aragonés pincha sin pasar
La banda almorojana
Octavio Chacón
Segundo de la tarde
Chacón hincó las rodillas para rematar el saludo
"Clavijero" también derribo
Natural
Buena y meritoria estocada con el toro aconchado
Domingo Delgado de la Cámara estira las piernas
Javier Herrero
Tercero de la tarde
A "Botero" le costaba humillar
Primer choque contra la acorazada pesada
Puyazo en la yema
Media en el quite de Álvarez
El toro se echa acusando el encuentro con el caballo
6
El cajón de fruta, un recurso para ver el ruedo desde el callejón
Cuarto de la tarde
Tosquito levantó las manos del caballo
Sorteando el pitón
Alberto Álvarez, siempre con pureza
Estocada
Las guapas oficiales contrastan con los vecinos de localidad
Quinto de la tarde
El piquero cuida a "Caracorta II"
Dejando los palos
Verticalidad
Pase de trinchera
Cadalseños por Almorox
Tablilla del sexto
"Caracorta"
Media de Herrero en el recibo
El de Dolores se estrella contra el muro
Un par deslucido
El toro embestía con todo
Pase de pecho
Estocada delantera
El mayoral saluda...
...y los capitalistas sacan a hombros a Chacón y Herrero
Tablilla del sexto
"Caracorta"
Media de Herrero en el recibo
El de Dolores se estrella contra el muro
Un par deslucido
El toro embestía con todo
Pase de pecho
Estocada delantera
El mayoral saluda...
...y los capitalistas sacan a hombros a Chacón y Herrero
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