jueves, 5 de noviembre de 2015

Victorino en Las Ventas el 10 de agosto de 1969. Miguel Moreno

Baratero embiste humillado a la muleta de Andrés Vázquez
(fotografía tomada del blog La Razón Incorpórea)

La primera corrida de toros que presencié en Las Ventas fue el 10/08/1969 en el tendido bajo del 10. Mi abuelo Miguel me llevo como premio por haberle ayudado ese verano en las labores del campo. Yo contaba 13 años y nunca se me olvida el cartel de aquella memorable corrida de toros-toros. Lo componían los toros de Victorino Martín y los matadores Joaquín Bernadó, Andrés Vázquez y Aurelio García Higares. Fue un espectáculo de precisión milimétrica desde el principio hasta el fin y mientras duró -y después también- no dejaron de brotarme emociones inolvidables.

Raimundo Rodríguez picando a "Baratero"

Los toreros lidiaron aquella encastada y brava corrida de forma primorosa. Especialmente se me grabó la faena de Andrés Vázquez al bravísimo quinto, “Baratero”; le picó magistralmente Raimundo Rodríguez, el matador le brindó la muerte del burel en estampa inolvidable. Le otorgamos por aclamación popular las dos orejas y su eco aún resuena en mi cerebro, como resonó en el del viejo maestro cuando hace unos años se lo recordé en la explanada de Las Ventas y no pudo disimular una sonrisa de cómplice y melancólica satisfacción. También quedó grabada en mi memoria la forma elegante de dominar a los cornúpetas, sin atisbo de amaneramiento ni ventaja alguna, del barcelonés de Santa Coloma de Gramanet, Joaquín Bernadó. Y esa bella sobriedad castellana de Aurelio García Higares que estuvo a la altura del juego de aquellos magníficos ejemplares.

De izquierda a derecha: el autor del artículo, Andrés Vázquez y un espontáneo 

Fue una corrida breve e intensa que junto al mérito incuestionable de mi abuelo -que supo inocularme su veneno- bastaron para iniciarme en mi afición temprana; hoy ya tardía, caduca y trasnochada. Antes era habitual hacerse aficionado por herencia genética y porque festejos como el descrito siempre han hecho afición sin más aditamentos que su intrínseca verdad. Desde entonces soy torista gracias a "los victorinos", porque comprendí que donde hay un toro bravo y un torero acierta a domeñarlo para crear arte, difícilmente puede existir acontecimiento más sublime y sobrecogedor. ¿He dicho algo?

Joaquín Bernadó en Las Ventas

Sólo quería expresar este recuerdo que me sobrevino al ver anunciado a Victorino Martín, hijo, el próximo 07/11/15, en las tertulias de la Asociación Taurina Cultural "Cadalso". Y es que estaba en deuda con esta ganadería desde que sus toros me descubrieron -aquella lejana tarde- que el triunfo sin peligro ni verdad no es inmortal.

Miguel MORENO GONZÁLEZ

4 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno y emotivo artículo Miguel



Anónimo dijo...

Cierto. Yo estuve allí y fue inolvidable.
Andanada 8

Anónimo dijo...

Bonito comentario.

Anónimo dijo...

De acuerdo completamente contigo. Un escrito preciso y precioso, hay veces que te leo y me llevas a otro tiempo. El otro día me pasó con León Felipe. Date por besado. Agustin

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...