sábado, 8 de agosto de 2015

Nos hurtan la suerte de varas a un buen encierro de Escolar. La Adrada 8 de agosto de 2015

Andan centradas las preocupaciones del mundo del toro en los obstáculos que desde el exterior amenazan a la tauromaquia, y dejamos muy de lado los graves problemas internos que la aquejan; muy especialmente, el habitual menosprecio a la suerte de varas, bien con esas corridas de toritos comerciales que no la necesitan, bien con el monopuyazo a corridas de toro-toro. Mal que les pese a muchos, algunos seguimos creyendo que la bravura del toro se mide también en el caballo, fundamentalmente en la segunda vara y posteriores, en su caso. Y también emociona ver el galope de un toro hacia el peto, una vez sabe lo que allí le espera. La corrida de José Escolar de hoy no ha rehuido al caballo y tenía fuerzas suficientes para ir dos veces como mínimo al peto. Es responsabilidad de los matadores advertir a sus picadores que dosifiquen el castigo en la primera vara, y también sacar inmediatamente al toro del peto. Hoy, solo en el cuarto se ha realizado la suerte correctamente. Hora es ya de que los aficionados exijan a los matadores y a la presidencia la correcta realización de la suerte de varas y que no se nos hurte, mutilándola con el monopuyazo.

Así embestía el encastado cuarto

El aficionado acude a La Adrada, en el Valle del Tiétar, al reclamo de una corrida de los albaserradas de José Escolar, en un cartel de toreros modestísimos. La tarde es soleada, agradable y algo ventosa en una plaza portátil situada fuera del pueblo en el marco impresionante de la cordillera de Gredos al fondo. Organiza el tándem Guzmán y Montero y se ocupa algo más de la mitad del tablado: algo más de mil espectadores. La empresa no facilita a los espectadores un papel con los datos de actuantes y toros, si bien éstos se anuncian con una tablilla.

El primer toro destaca por su encornadura casi en lira y tipo asaltillado; humilla y mete la cara en el saludo cerrado de Octavio Chacón. El puyazo es largo, y el toro se queda en el peto, aunque sin terminar de emplearse. El aficionado tuerce el gesto cuando la presidencia cambia el tercio por su cuenta, después de que el matador hubiera dejado en suerte al burel en los medios. De error en error, el palco cambia el segundo tercio con solo dos entradas. “Coreano”, que así se llama el toro, es suave, noble, atiende al toque y humilla en su embestida: un toro para rebozarse con él. Chacón está digno, aunque por debajo de la buena condición del toro. Una media en su sitio basta para pasaportar al toro, que tiene una muerte espectacular en los medios, hecho sin duda que decide al personal para pedir una vuelta al ruedo que el usía concede, después de haber premiado al diestro con dos orejas. Al aficionado le llama la atención que la hija del ganadero pida con vehemencia las orejas agitando dos pañuelos, y grite, volviendo la cara: “otra, otra”.

El segundo es terciado, y lo recibe Marco Gómez muy cerrado. Le da el del castoreño en la única vara, sin que nadie lo quite. El presidente, de nuevo, cambia el tercio con el toro colocado para la segunda entrada. En palos “Chulón II” persigue y obliga a coger el olivo a los banderilleros. El de Escolar queda noble, pero sin codicia, y el diestro está más que vulgar con la muleta y aún peor con el estoque: 5 pinchazos y estocada.

El tercero tiene buena presencia, y Cristian Escribano realizar un buen saludo de capote. Entra al caballo al relance y el de la vara le da de lo lindo. En palos, el cárdeno aprieta y uno de los banderilleros cae feamente de cabeza al callejón. “Chismoso” es buen toro para la muleta, y Escribano saca algunos pases que al aficionado le saben a poco. Receta una estocada tras un pinchazo y obtiene una excesiva recompensa de dos orejas.

El cuarto sale aquerenciado en un burladero, en el que derrota y escarba. Empuja con arreones y la cara alta en las dos entradas al caballo, bien picado por Israel de Pedro. Cerrado en palos, el peonaje no se atreve a banderillear al sesgo, como demandaba la condición del toro, y la presidencia cambia el tercio con solo tres 3 palos. El aficionado disfruta con la valentía de Chacón, si bien echa de menos que se doble con el reservón “Cocinero”. A base de porfiar, acaba sacándolo de las tablas y pide a la música que se arranque para arrancar pases meritorios con un toreo de pies. Lo liquida de una estocada en el rincón.

El quinto es muy chico y desmerece del resto. Marco se estira con un toro que no se define y que cabecea en el peto, donde el del castoreño le pega duro en la primera entrada. La segunda es al relance, se repucha y se va. El caprichoso palco decide cambiar con solo dos entradas. “Vistoso II” adolece de falta de fijeza y el diestro de falta de ideas y de decisión. La estocada queda ladeada y hace guardia. La honda posterior no es suficiente y se cuentan once golpes de verduguillo, con el reloj del palco parado.

El último de la tarde es de bonita lámina y mete bien la cara en el saludo de Escribano. Empuja sin terminar de humillar en caballo, y Chacón se decide a hacer el único quite artístico de la tarde. En el segundo tercio hay problemas por una banderilla prendida al lado del ojo y por la impericia absoluta de los banderilleros. En la muleta, el toro es excelente, empujando la muleta, noble, humillado sin excesos, y bien aprovechado esta vez por Escribano, que lo mata de estocada.

El aficionado sale contento de la portátil, por el buen juego de los toros, la decisión y el buen hacer de Octavio Chacón y la buena actuación de Cristian Escribano con el capote, pero con la pesadumbre de no haber podido presenciar los tercios de varas que demandaba la condición de los toros, por culpa de estos espadas, de sus picadores, de la presidencia y de los propios espectadores.

Cuadro de puntuación de la corrida de José Escolar


LA TARDE  TRAS  EL  VISOR

El mayoral llama a la puerta

La portátil se instala a los pies del castillo de don Álvaro de Luna

Un aficionado de la villa de Mombeltrán

El ganadero y su yerno

 La presidencia ordena el inicio del festejo

El alguacilillo y su estilizado caballo

¡Suerte!

Octavio Chacón

Tablilla del primero de la tarde

Cornipaso y asaltillado

Remate del saludo de Octavio Chacón

Toda la dosis en una vara

“Coreano” mete la cara en palos...

 ...y en la muleta

El de Escolar visto por delante

La hija del ganadero pide la oreja a dos manos

Abanico taurino de dama anónima

Marco Gómez, nuevo en esta plaza

Segundo de la tarde

Un mal picador... o un picador obediente, quién sabe

Cerrato toma el olivo

Natural con el mentón hundido

 Marco pincha en mal sitio

Palabra de honor

Cristian Escribano, nuevo en esta plaza

Tercero de la tarde

...que echaba las manos por delante

Airoso remate de Cristian Escribano

 “Chismoso”

Barrenando y tapando la salida

Este salto acabó en aterrizaje de cabeza

Inicios de faena

Al de Escolar le costaba humillar

 Media en todo lo alto

Hora de la merienda...

 ...y de repintar

 Cuarto de la tarde

Media abelmontada y arrebatada de Chacón

Un picador que supo dosificar el castigo: Israel de Pedro

Por desgracia, esta escena se repite cada vez más

Octavio Chacón obliga por alto a “Cocinero”

Estocada rinconera

1158. La banda...

...y Luis, un aficionado venteño que vino desde Guadalajara

El quinto entra al peto

 “Vistoso II” solo lo era en el nombre

La cara por las nubes

Unos que podían haber dejado los platillos en casa

Saludo de Escribano al sexto...

 ...que lleva al jaco contra las tablas

A “Combativo” estuvieron a punto de dejarlo tuerto...

...con pares como este

Así embestía al final de la faena de muleta

Estocada arriba

La primitiva plaza de toros de La Adrada. Fotografía de Otto Wunderlich (Ministerio de Cultura)

2 comentarios:

Miguel Moreno González dijo...

Didáctica crónica y buenas fotos, excelentes algunas de ellas.

cadahalseño dijo...

Gracias Miguel, disparo mucho y algo mato

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...