viernes, 22 de noviembre de 2013

Muere "el Mozo", un gran hombre, además de gran picador

Ayer jueves, 21 de noviembre, murió en la clínica "La Milagrosa" de Madrid, el picador Epifanio Rubio "Mozo", a los 92 años de edad. Gozó hasta hace unos meses de una salud envidiable y hasta la temporada pasada fue habitual su presencia en la plaza de Las Ventas, donde estaba abonado, y en otras de diversos pueblos como Cenicientos, San Martín de Valdeiglesias o Cadalso de los Vidrios, sin olvidar la Maestranza  sevillana, a la que acudía cada Feria de Abril, acompañado de su hijo.

Por supuesto, tampoco faltaba a su cita anual en la plaza de su pueblo natal, Nombela (Toledo). Precisamente fue en las fiestas del 2012, después de la novillada del 26 de julio, cuando amablemente, nos invitó a Julián y a mí, que nos habíamos desplazado desde Cadalso, a visitar su casa donde guarda los recuerdos de su dilatada carrera de varilarguero. Allí, en la calle de los Hermanos Mozos, una habitación repleta de fotos, carteles, placas y objetos de su profesión, mantiene viva su historia de 40 años con el castoreño. Después nos invitó a tomar las cañas de rigor en el Mesón La Perdiz, pues no las perdonaba después de cada festejo. Se lamentó de no habernos enseñado dos chaquetillas que guardaba en otro lugar.

Detalle de la puerta de entrada

Cartel de la corrida en Quito (12/03/1950) a beneficio de los damnificados por el terremoto de Ambato,
cuya historia puede leerse en este enlace

Detalle del cartel, con el nombre de las cuadrillas

Cartel en seda. Toros en la Plaza México el 12/12/1952
en homenaje a la ganadería de San Mateo

Detalle del cartel con el nombre de las cuadrillas

Castoreño con la imagen del Mozo, pintado por Saavedra

La puya en la mano del Mozo

Mozo recibiendo un brindis en un festival

Cartel del homenaje de Nombela a la saga de los Mozos

Placa del premio al mejor picador de la primera corrida concurso de la Plaza de Carabanchel

Un rincón de la habitación

Picando al primer toro que mató Luis Miguel Dominguín, después de tres años de ausencia en los ruedos
Maracay (Venezuela) 27/11/1955

Luis Miguel Dominguín con el Mozo y su esposa

Antes de la visita, el Mozo había asesorado en el palco en la novillada sin picadores que se celebró como segunda de la feria 2012 de Nombela.

El Mozo en el palco

Cartel de aqulla tarde

Tuve la enorme suerte de conocer al Mozo en esos pueblos en fiestas, cuando ya sus grandes cejas blancas eran una seña de identidad, y, especialmente, durante las dos mañanas que me acogió en su casa y me contó todo aquello que reflejé en dos entradas de este blog, que, extractadas, se reprodujeron en el opus nº 16 de Tierras Taurinas (páginas 102 y 103). Y por ello puedo constatar que no solo fue un picador de época, sino fundamentalmente un gran hombre.

Hoy ha sido enterrado en Nombela, el pueblo donde vino al mundo. El círculo se ha cerrado. Descanse en Paz.

Fotografía cedida por LUPIMON
y corresponde a una corrida de toros en Cadalso de los Vidrios el 14/09/2008.

2 comentarios:

Miguel Moreno González dijo...

Le echaré de menos cada tarde de toros acompañado de su vástago. Y sus cejas cárdenas muy claras, por las que un día mi sobrino pequeño me preguntó temeroso que por qué las tenía así... Fiestas del Cristo, Casa Moncho, a la salida de los toros. Les hice una foto a él y a su entrañable hijo. La recogieron al siguiente Cristo.
Mi recuerdo más cariñoso...

cadahalseño dijo...

Efectivamente, Miguel. Ya esta última temporada lo echamos de menos, pues sus facultades no le permitieron acudir a las plazas.
Un saludo

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...