De nuevo Aldolfo Martín cerraba la Feria de Otoño, para lo que se trajo un encierro en tipo, abierto y veleto de defensas, con una báscula media de 482 kilos. Para aquellos que se amargan la vida con la matraca de que Madrid solo quiere peso y volumen, les diré que no se oyó un pito y sí bastantes aplausos.
Monumento al pase natural de Diego Urdiales al segundo de la tarde
De la terna, Uceda Leal y Diego Urdiales ya habían despachado en 2014 cuatro corridas de albaserradas cada uno, y no en plazas cualquiera: Pamplona, Bilbao, Mont de Marsan o Madrid, por ejemplo. Ahí es nada. Como para no tener ya ganado por ello un respeto.
Recordemos que el madrileño lidió el difícil encierro de Victorino de San Isidro, aunque su lote fue el menos complicado. Esta tarde le han tocado en suerte dos toros muy distintos. El primero, al que enjaretó un buen saludo, fue un toro flojo y sin alegría, a pesar de lo cuidado que estuvo en el peto, razón por la cual no se le podía forzar con toreo de mano baja; anduvo aseado y lo mató de una buena estocada tras pinchar en lo alto. El segundo fue un toro listo. Salió "estudiando" el ruedo, sin emplearse en ningún momento y buscando los terrenos de nadie. El madrileño ordenó mover los caballos, cosa tan plausible como infrecuente, para conseguir picarlo, y tuvo que ser Francisco de Borja, picador de puerta, el que le administrara dos fuertes puyazos con el de Adolfo empujando y metiendo los riñones. Siguió con su táctica de autista para arrear en cuanto veía la ocasión, y así le hizo correr a Antoñares para después cazarle a las salida de un par, y en el suelo ir con saña a por él pegando dos derrotes que le levantaron afortunadamente por la chaquetilla. También a Ciprés le puso en apuros, que resolvió bien, con un par aprovechando el viaje. En estos casos, la receta es clásica: doblarse con el bicho, probar después y si sigue imposible, hacer una de aliño y matarlo. Justo lo que hizo Uceda Leal. Valoración del personal: palmas para el toro y pitos para el torero. Lo dije ayer y me reafirmo: Madrid, plaza de talanqueras.
Diego Urdiales ha dado una lección de toreo en el único albaserrada que ha podido lidiar, pues el quinto se lastimó y en su lugar salió un zambombo del Puerto de San Lorenzo tan huidizo que era imposible darle dos pases seguidos. En el primero de Uceda Leal, hizo un lucido quite. El segundo, de encornadura casi en lira, salió blandeando y apenas fue picado, pero llegó con buen son a la muleta. El riojano fue centrándose con él para regalarnos dos tandas de naturales, no ligadas, puro en el cite y dibujando cuatro naturales lentos, rematados en la cadera, extraordinarios. Toreo clásico y bello. Le faltó quizás, como por otra parte le sucede habitualmente, tocar a la salida de los pases para ligarlos. Entró con todo tras la espada, que enterró arriba, y consiguió una oreja de mucho peso.
También Serafín Marín enlotó dos reses de distinta condición. El tercero, que fue un marmolillo de escasa fortaleza, no dio opciones y lo pasaportó de una estocada fulminante. El sexto ofreció posibilidades de lucimiento, muy humillado en su embestida, pero el catalán, con ese toreo abierto el compás y con la pierna retrasada, no supo aprovecharlo y quedó en evidencia; después el animal acabaría parándose y pegando un derrote que levantó los pies de Serafín y que calentó a los tendidos cuando decidió dar naturales con la derecha arrojando el estoque al suelo. Consiguió una buena estocada y, sorprendentemente, la mayoría del personal pidió la oreja, que el usía concedió. Si alguien lo entiende que me lo explique.
Destacaron los pares de Curro Robles, Vicente Osuna y uno de Luis Miguel Campano, pues el otro lo hizo a la carrera tirando una banderilla.
Termina pues con gran nivel estoqueador la Feria de Otoño, que se saldó con dos petardos ganaderos, una "encerrona" deslucida y un entretenido festejo, con naturales de Urdiales para el recuerdo. Lo que sigo sin entender es al público. ¿Seré yo el que lleva el paso cambiado?
Cuadro de puntuación de la corrida de Adolfo Martín (5) y el Puerto de San Lorenzo (1)
Casi lleno para ver a los Adolfos
Verónica de saludo de Uceda Leal al primero
"Tomatillo" se arranca al caballo desatendiendo a Uceda Leal
Media de remate al quite de Diego Urdiales
Luis Miguel Campano clava en la cara en su primer par. En el segundo pareó a una mano
La debilidad de "Tomatillo"
Estocada tras pinchar en lo alto
Tarde ideal: calurosilla, soleada y calmada
Diego Urdiales recibe al segundo
Óscar Bernal levanta la mano
Juan Carlos Tirado se estira ante "Sevillanito"
Al adolfo no le sobraban las fuerzas
Molinete abelmontado al uro
Natural
Remate de la tanda, vertical y cargando la suerte
Estocada volcándose en el morrillo
Diego Urdiales saluda tras pasear la oreja
El tercero acomete sin atender al capote de Serafín Marín
Par de Curro Robles asomándose al balcón
Cite en el más puro estilo del neotoreo
Reivindicación de catalanes en Madrid
Francisco de Borja, haciendo la puerta, se recarga sobre el cuarto
Antoñares soportando un arreón de "Madroño"...
...pero le cazaría a la salida del par...
...y en el suelo lo levantaría dos veces de la chaquetilla, afortunadamente
Uceda Leal se dobla con el regalito
Después, Uceda intentó dar pases...
...y le metió el estoque, tarea nada fácil
Manuel Burgos, también haciendo la puerta, hubo de picar al sobrero
"Curiosón" huía hasta de su sombra
Urdiales lo intentó en chiqueros...
...pero el del Puerto de San Lorenzo solo buscaba por dónde salir
El riojano acertó con la tizona
López Canito ya había plasmado un natural de Urdiales al segundo
El sexto acude al cite de Javier González
Gran par de Vicente Osuna
Serafín Marín abusó de modernidad y retorcimiento...
...pero en algunos momentos se ajustó con "Baratillo"
Marín culmina una buena tarde de estoqueadores
Uceda Leal se fue entre injustos pitos, con Antoñares en la enfermería
5 comentarios:
Cadahalseñor: le he cogido unas fotos de su blog para publicar en el mío. Le agradezco su trabajo gráfico que tanto me sirve a mí para aclarar dudas, siempre realizado desde el excepcional ángulo en el que está usted colocado.
Un cordial saludo.
La condesa de Estraza
Estimada Condesa: Ya sabe que tiene libertad para coger las imágenes que le plazca, y me satisface que tengan alguna utilidad. Efectivamente, las alturas tienen el inconveniente de la lejanía, pero su perspectiva es una chivata de los defectos de colocación y ejecución. Bien lo sabe usted que ha ocupado esta misma grada en numerosas ocasiones. Por cierto, lo de Cadahalseñor nunca se me hubiera ocurrido. Un cordial saludo.
Me asaltan dudas (aquí me refiero a las taurinas, claro) sobre esta faena. Aprecié una faena aseada, pulcra y una serie de naturales (o dos, no recuerdo bien porque si realmente me hubiera impactado me acordaría mejor), de los que destaco dos, en los que crujió la plaza, y poco más. ¿No será que al nadar en el 99% de los casos en las procelosas y frías aguas de la vulgaridad cuando lo hacemos en unas más tibias tendemos a magnificarlas y las calificamos de maravillosas para la práctica de la natación (o toreo)?
Así, visto desde mi sempiterna nostalgia, esta faena está a años luz de las realizadas por maestros como Rincón u otras más recientes de Juan Mora. Leyendo hoy algunas crónicas de afamados cronistas taurinos por la Red (que parecían sin red) referidas a la faena de Urdiales, se me venía a la mente aquella frase de Don Quijote: "Llaneza muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala."
Seguro que soy yo el equivocado. Esto de la edad no tiene solución.
Pon barrera al asalto, que las dudas pueden acabar siendo okupas. Siempre digo que hay tantas faenas como espectadores, pues la percepción depende del gusto, del conocimiento, de la observación, de la atención, de la sensibilidad, del estado de ánimo, e incluso de la colocación en la plaza. Tienes razón de que la vulgaridad y el neotoreo, ese que ha impuesto el Juli y han seguido todos los demás (el que también ha encumbrado a Perera) se han adueñado de las plazas de toros. Hoy prima la uniformidad de toros y toreros y quizás contemplar algo que se sale de la norma nuble los sentidos. No sé, es posible. Comentaba con un aficionado vecino de localidad, con quien coincido en varias plazas, y también la semana pasada en Las Rozas, que nos iba a ser difícil valorar a los toreros inmediatamente después de ver torear, subrayo, torear, a Juan Mora. El problema es que Juan Mora lleva 3 y Padilla y El Fandi más de 60 corridas (de toros) esta temporada.
Lo de la edad, amigo, resignación.
El toreo es una maravilla. Y cuando la percibes te vuelves más incrédulo, más inconformista... Ya solo quieres volver a maravillarte...
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