sábado, 16 de enero de 2010

Las figuras del toreo de ayer y de hoy

Me disponía a limpiar de telarañas el blog con un asunto que puede esperar. Pero la actualidad manda. En realidad no es cosa nueva, pero conviene tratarla cuanto antes, aprovechando que al personal le tienen hiptonizado con el calendario de las apariciones próximas del "torero más grande de la historia".

Desde que empecé a aficionarme a esto de la tauromaquia siempre oí hablar de las dos grandes figuras del toreo, coetáneos y paisanos, por más señas. Todo el mundo sabe, o debería saber, que me refiero a Joselito el Gallo y Juan Belmonte.

Ayer asistí a la brillantísima conferencia de don Rafael Cabrera en el Aula de Tauromaquia del CEU sobre "Joselito en Bilbao, la culminación del mérito", en la que durante casi dos intensas horas desgranó todos y cada uno de los festejos en que actuó el diestro en Bilbao desde 1910, cuando se presentó como novillero, hasta 1920, año de su trágica muerte en Talavera.

Todos los precisos datos que ofreció el conferenciante los documentó con las actas de la Junta Administrativa de Bilbao y con crónicas de la época, que culminó con un resumen numérico de sus actuaciones.

Me habría gustado quedarme con esos números, que espero don Rafael publique pronto (si bien en elrincondeordonez se exponen los datos con profusión). En cualquier caso, quiero trazar unas pinceladas para reflexionar.

En su primer año como matador de toros, Joselito exigió torear las mismas tardes que se había contratado Belmonte, una de ellas mano a mano con él, matar las corridas de las dos ganaderías más duras (Miura y Pablo-Romero), además de otras dos con ganado menos incómodo (Parladé y Gamero Civico). Por la negativa de Belmonte, que ya había firmado el contrato con la Junta Administrativa, ese año no pudo ser, pero sí en los sucesivos, en los que Joselito acudió puntualmente a Bilbao, actuó una media de cuatro tardes en las corridas generales de agosto y algunas más fuera de feria, y mató siempre, al menos, una de las corridas duras, alternando habitualmente con Belmonte y con la figura local: Cocherito. En aquella época, la  plaza de Bilbao era la de mejor presentación de toros (para ello, la Junta no sólo pagaba más que cualquier otra plaza a los ganaderos, sino que además les premiaba con un plus dinerario para asegurarse de su presentación).

A Joselito no le esperaba en Bilbao una plaza abarrotada de su club de fans, ni mucho menos. A Joselito le exigían todos los años unos aficionados favorables a su torero local. Por otro lado, en esos años, en todas las plazas importantes a las figuras les ponían las pilas todas las tardes. De Joselito hay anécdotas en Valencia, Sevilla o Madrid, que lo demuestran. Baste simplemente la última tarde de José Gómez Ortega en Madrid, el día anterior a su mortal cogida, en la que le gritaron "No vuelvas" y el confesaría que estaba dispuesto a no volver a Madrid. Y, por último, y fuera de los datos de la conferencia de ayer, Joselito, en sus pocos años como matador de toros, se encerró en solitario en distintas plazas de España (una de ellas en Bilbao con toros de Martínez) nada más y nada menos que en 23 ocasiones (Hemeroteca ABC 25/06/1943).

En otro orden de cosas, no era Joselito el que se llevaba el trozo grande del "pastel" de la taquilla. Sí era el que más cobraba (empezó en 6.000 pesetas y terminó en 8.150 por tarde), justo lo mismo que Belmonte, pero sus emolumentos eran muy inferiores a los del ganadero (que cobraba 12.000, más las 2.000 del plus).

Estos datos los traigo a colación por si alquien quiere comparar a las figuras de nuestro tiempo con las de aquellos años, y en particular, para qué negarlo, me dirijo a los devotos de Tomás del Cuvillo, que pueden profundizar en las estadísticas de su torero a ver con qué se topan. Busquen, comparen y si encuentran un dato mejor, publíquenlo.

Foto del diestro sevillano tomada de la página www.cope.es/toros.

Nota: No es que me guste llevar la contraria porque sí. No es cómodo nadar a contracorriente. Pero yo lo veo así y no puedo disimularlo. A propósito, recuerdo que Pepe Mangas, que cariñosamente siempre me llamaba polémico, se fue sin perdonarme mis reproches a Paco Ojeda.

Nota: Publicado originalmente en el blog estrapicurciela
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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...