Y todo se redujo al quinto de la tarde; no hay frase más manida: no hay quinto malo. Y no lo hubo. Adorado tenía por nombre, bien armado, cuajado, armonioso y más bonito que un San Luis (a pesar de ser rabicorto).
Metió con nobleza la cara y permitió lancear a Leandro. Entró con la cabeza por las nubes en su primer encuentro con Agustín Sanz, que lo agarró bien y en buen sitio; la reunión fue larga, el toro apretó con fijeza y el castigo fue respetable. Bien citó el varilarguero en el terreno adecuado y ofreciendo los pechos del caballo, y el de Los Recitales entró con alegría en su segundo encuentro, empujando ahora ya humillado. Se oyó una ovación cuando el equino se disponía a abandonar el ruedo.
En el segundo tercio se lució ese gran banderillero que es Miguel Martín, dejándose ver en sus dos pares, cuadrando en la cara, clavando reunido y saliendo con torería. Tuvo que desmonterarse.
Lástima que el riojano no fuese capaz de estar a la altura de las excelentes cualidades del toro, con clase por ambos pitones. El diestro se olvidó de las distancias y en las cercanías ahogó las francas embestidas de Adorado, que acabó parándose. Lo pasaportó malamente con media atravesada, una estocada en los blandos y un aviso. Se ovacionó el arrastre.
De lo demás me da pereza escribir, porque aquello fue un tostón.
Los cinco toros restantes (bien presentados) de Los Recitales fueron mansos en sus diversas modalidades. Desde el aborregado primero, hasta el insípido sexto, pasando por el inválido y descastado segundo, el defensivo tercero y el peligroso cuarto (la variedad menos aburrida de la mansedumbre). Aunque primero y sexto derribaron, suspendieron en su pelea en varas.
Curro Díaz no tuvo suerte. Ciertamente, fue el autor de lo único estético de la tarde, lanceando por verónicas "adelantaladas" e iniciando vistosamente su faena al primero; pero no había material para más obra. El cuarto salió embistiendo con la cara alta y colándose descaradamente por el izquierdo al matador y a Francisco Javier Crespo, su peón de brega; después, cuando se le citó de cerca con la muleta, obedeció por ambos pitones, a pesar de lo cual el de Linares mantuvo su desconfianza inicial. Mató mal y con riesgo. Mantiene su crédito, aunque me desespera que no termine de rematar en gran figura.
A Leandro, como se ha dicho, se le fue el buen quinto, y apencó con un inválido segundo, al que lanceó bien en el saludo. Mató bastante mal. Perdió parte del crédito que traía.
Morenito de Aranda como que no estuvo. Le tocó un suerte un tercero que salió defendiéndose a base de derrotes y al que no podía someter, so pena de dar con los huesos del morito en el albero. Con el sexto anduvo medroso y sin ideas. Mató muy mal. Se quedó casi sin crédito.
Las cuadrillas, salvo las dos excepciones destacadas, suspendieron, sin paliativos, en una tarde en que molestó el viento, donde las faenas se plantearon en casi todos los terrenos, menos en el lugar donde se concentraron los papelillos (que no echaron hasta el tercer toro): tendidos 2 y 3. Y volvió a demostrarse que cuando sale un toro con complicaciones, el cuarto, el personal anda a la deriva.
Así fue la primera corrida a la que he asistido este 2011, y por la que no pagué un euro a Taurodelta.
Las fotos, tomadas desde el 4, son de Rafa Carlevaris
Así fue la primera corrida a la que he asistido este 2011, y por la que no pagué un euro a Taurodelta.
Las fotos, tomadas desde el 4, son de Rafa Carlevaris
Cuadro de puntuación de la corrida de Los Recitales en Las Ventas el 24 de abril de 2011:
4 comentarios:
Tres bellezas: el bicho, las fotos y a prosa. Comience la fiesta!!!!!
Eso, que comience y que nos emocione.
Había visto 3 novilladas y después me ausenté de Madrid para volver a las corridas del día 1 y 2 y en ningún festejo conseguí aguantar hasta el final marchandome harto al 5º. Precisamente el 6º de este domingo parece que mereció la pena y ese adorado que comentas.
Está visto que para ver media docena de toros hay que tragarse la temporada íntegra.
Muchas gracias por tu crónica y esperamos no nos falte diariamente en lo que se nos viene encime.
Un triste aficionado
No me extraña que, como aficionado a los TOROS, estés triste. Yo triste y cabreado porque la "torerimaquia" sigue arrasando, y si creía que lo de "Idílico" iba a ser lo más vergonzoso en una plaza de primera, el baldón del indulto a "Arrojado" en La Maestranza ha dejado pequeño aquella ignominia. Yo disculpo que los espectadores lo pidieran, porque ya sabemos qué tipo de público acude al fin de semana de pre-feria. Pero que el matador promueva esa desvergüenza, el ganadero se hinche (más, si cabe) de gozo y el presidente dé el visto bueno a esa afrenta, pasándose por el arco del triunfo el reglamento, al sacar el pañuelo naranja para "indultar" a un "mansibobo" en Sevilla, solo nos puede llevar a la desesperanza.
En fin, veremos en qué queda San Isidrillo 2011, pero me temo lo peor (esto tiene la ventaja de que así no podré salir decepcionado).
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