miércoles, 25 de mayo de 2016

Todos somos culpables. Las Ventas, 25 de mayo de 2016

Hay algunos toreros que, por sí mismos, o por sus apoderados o mentores, imponen a empresas y ganaderos los toros que quieren torear. Y sus veedores, o incluso sus apoderados, hacen kilómetros y kilómetros para enredar en las fincas. Ese juego se mantiene, y va en alza, porque muchas empresas y muchos ganaderos se prestan a ello, por unas u otras razones, todas ellas poco confesables, salvo que el vil metal lo sea. Es una auténtica vergüenza para un ganadero y para la empresa, y sólo para ellos, que una corrida sea rechazada en el reconocimiento por falta de trapío. Así ha ocurrido con Jandilla y Taurodelta, los únicos responsables de que esto haya sucedido, por más que los inductores sean otros.

La denuncia de los cabales

Estimado Cadahalseño:

Créame que me rejuvenece llegar a la plaza y encontrarme con un ambiente de reivindicación de aire limpio. Aire limpio en un ambiente que los que tienen mando en plaza se empeñan en manipular, día sí, día también.

Ahora, también le digo que el único culpable de tragarme una corrida más del Vellosino, es el que suscribe. El caso es que lo he pensado tarde, pero lo suyo habría sido ir a taquillas antes de las 6.45 para reembolsarme del precio de la entrada, entrar después en un bar cercano, y transformar la entrada en ración y cerveza. Imagine usted que un buen número de abonados hacemos lo mismo. Quizás eso serviría para que la próxima vez, los de la empresa se lo planteen de otra forma. Pero como vamos todos, la próxima nos la meterán por el mismo sitio.

Y entonado el mea culpa, vamos con el culpam eius: 

Primero: Culpa del equipo veterinario, que rechazó la corrida de Jandilla, y nos coló una del Vellosino , encaste domecq, faltaría más, repleta de bueyes, sin el trapío reglamentado, entendido éste como la semejanza al prototipo racial del toro de lidia, en función de las características morfológicas del encaste correspondiente. Tan falto de trapío puede ser una sardina como un buey. Tres de los seis toros aprobados en los corrales no se corresponden con el encaste de Juan Pedro, ni vía Arribas, ni vía su tía. Añádase que uno, el sexto, además tenía una carita recogidita que ni de plaza de segunda.

Segundo: Culpa de Julián López "El Juli", una primera figura que no asume la responsabilidad de tal, anunciándose sólo con ganado de su gusto, eludiendo hierros de menos comodidad, para poder demostrar su pretendido toreo "poderoso". Cualquier lector razonable pensará que con el ganado elegido, habrá triunfado. Pues no, pero eso no es tan importante para él, que tiene la temporada firmada. Lo que le preocupa es que un toro lo lleve por la calle de la amargura, algo que sus ganaderías predilectas le garantizan que no ocurrirá. Hoy ha estado por la plaza, se ha paseado, ha brindado al rey viejo, ha dejado muestras de su peculiar estilo con un toro aborregado e inválido y con un manso tonto, y ha saludado, pásmese usted, en el cuarto.

Tercero: Culpa de Miguel Ángel Perera, que ha sorteado dos pozos secos de casta, para acabar hecho un auténtico pelmazo con el quinto, una vaca lechera, al que solo le ha faltado ponerle un ramal y llevárselo a su casa. Esos arrimones y esos circulares invertidos, con toros.

Cuarto: Culpa de Alberto López Simón, que quiere ejercer ya de figura consagrada, anunciándose sólo con hierros comerciales, antes de aprender la técnica necesaria para aprovechar las embestidas que suelen regalar los que salen buenos. En el pecado lleva la penitencia. Ha tenido la mala suerte de torear un sobrero de Domingo Hernández, que desde su salida ha dejado clara su calidad, humillando, embistiendo con rectitud, repitiendo, casi gateando, capaz de aguantar una primera tanda de ocho muletazos ligados, con el único pero de su blandura. Y ahí ha naufragado el madrileño.

Perdone usted que esto me haya salido como una sentencia judicial, y aplíqueme las atenuantes de la confesión y el arrepentimiento con los que he comenzado.

Siempre suyo afectísimo.

El tío Puntilla



Cuadro de puntuación de la corrida de Vellosino (5) y Domingo Hernández (1)


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR

Deseos de suerte para todos

Verónica de El Juli al primero de la tarde

"Sevillano" puesto en las rayas para el segundo puyazo (sin protestas)

Cordobina en el quite de Miguel Ángel Perera

Brindis de El Juli al Rey viejo, o ¿dónde está Wally I?

El derechazo, según Julián López

Cadalseños por Las Ventas

El segundo pone la cara sobre la silla

Verónica del quite de López Simón

Tercer par de Curro Javier a "Tinajero"

Brindis de Perera al Rey viejo, o ¿dónde está Wally II?

Tercero de la tarde

Media de remate del saludo de López Simón

"Molino" con la boca en la rodilla de Ángel Rivas

La media verónica según Julián López

Buen par de Vicente Osuna

Brindis de López Simón al Rey viejo, o ¿dónde está Wally III?

El de Barajas se ajusta en el pase

Pase de trinchera

Hora del bocadillo en la grada del 3

Al cuarto no le moló el puyazo

"Barbudo" no resiste la poderosa muleta del El Juli

Ídem

La suerte suprema, según Julián López

Coruchas por Las Ventas

La "clase" y "codicia" del quinto

Ignacio Rodríguez detiene a "Cantinero"

Par reunido de Javier Ambel

El natural. según Miguel Ángel Perera

¡No podía faltar!

Llenazo en el palco del Ayuntamiento

Un buey sin cara, que no debió pasar el reconocimiento...

...y nos habríamos ahorrado esto

Sobrero de ganadería "de lujo"

Tito Sandoval pica a "Matamoscas"

Domingo Siro cuadra en la cara

López Simón no se acopla con el de Hernández

Tapando la cara en la suerte suprema

Fin

1 comentario:

Unknown dijo...

Tranquilo Sr. Puntilla, el Domingo empiezan los toros.
Lo siento por gran parte del público de las ventas, los aficionados del siglo XXI, que creen que torear es sólo naturales y pases en redondo, a lo que esos toros y encastes que faltan no van a dar muchas oportunidades. Eso si seguro que habrá lidias interesantes, pero que para ésos aficionados, no es torear.
Ah. silbar el brindis a Vargas Llosa es cómo para no dejarles entrar más a los toros.
Antonio

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...